Elgoibartar ospetsuak

Elgoibartar ospetsuak

 

Gregorio de Agirre Madina (1705-1774). Fabricante de rejas y cañones, ensamblador.

Nació en Araotz (Oñati) el 12 de marzo de 1705. Se casó con Gracia Elorza Longa, hija del gran rejero elgoibarrés Antonio Elorza, el 12 de abril de 1733 y murió el 25 de enero de 1774 en Roa de Duero (Burgos), cuando regresaba a Elgoibar procedente de Segovia, donde colocó la reja de la capilla de San Geroteo de la catedral. El matrimonio Agirre-Elorza, tuvo un hijo, llamado Antonio Bentura (1734-1767), que además de seguir el camino de su padre (rejero, etc.), fue también dorador, decorando la bola, la cruz y la brújula del remate de la torre de campanas de la iglesia de San Bartolomé de Kalegoen de Elgoibar.

En cuanto a las ocupaciones que ejerció Gregorio Agirre, decir que antes y después de ser fabricante de rejas y cañones, trabajó en la composición de órganos; como maestro ensamblador, ejecutó las antepuertas del acceso principal de la parroquia de San Bartolomé; ya con el título de maestro arquitecto, construyó las puertas de hierro, ventanas y balcones del Ayuntamiento de Elgoibar. Aguirre debió ser persona dotada de gran ingenio, como lo muestra el siguiente invento: “Instrumentos de nueva imbención para cortar fierro y para limar cañones a un tiempo y en un día, hasta el número de 84 piezas…” Además, dentro de su actividad como de rejero, habría que resaltar que, tras la muerte de su suegro, Antonio Elorza en 1734, se hizo cargo de su taller y no sólo finalizó los compromisos pendientes, sino que acometió otros muchos más trabajos, como los que a continuación se reseñan: completó lo inacabado por su suegro Elorza en la catedral de Segovia, además de construir y asentar las rejas en otras tres capillas; fabricó la cruz dispuesta sobre la cúpula del santuario de Loiola, asi como los púlpitos, los balcones o tribunas, el antepecho del coro y el conjunto de balcones dispuestos en dicha cúpula; en Elgoibar, la cruz, la brújula y el balcón del edificio parroquial de San Bartolomé de Kalegoen, así como los balcones y la barandilla de la escalera de la Casa Consistorial.

Gregorio Agirre fue alcalde de Elgoibar en 1756 y 1771. Tras su fallecimiento en la localidad burgalesa de Roa de Duero, fue inhumado en la colegiata de dicha localidad.

Francisco Agirre Murga (1863-1941) Obispo.

Nació en la calle San Bartolomé de Elgoibar el 23 de febrero de 1863, hijo de José Ignacio Agirre y Francisca Murga. Bien joven ingresó en el convento de Santo Domingo de Ocaña, en Toledo, profesando en la orden de los Dominicos. Tras cursar estudios eclesiásticos, se ordenó sacerdote en 1887 y a los pocos meses fue enviado misionero a China por sus superiores. Fue consagrado obispo de Botri en 1911 y a partir de entonces dirigió el vicariado apostólico de Fu-Kien hasta su muerte.

Tras su ordenación como obispo estuvo en dos ocasiones en Elgoibar: en 1921 y en 1924. En la primera, vino para las fiestas de San Bartolomé, dispensándole el Ayuntamiento una solemne recepción. Para ello, se instaló un arco en el puente principal y los mandatarios municipaples le hizieron el recibimiento allí mismo, acompañados de la Banda de Música. En la segunda ocasión, se le ofreció un homenaje el domingo, 20 de abril de 1924, colocándose una lápida en la casa donde nació, en la calle San Bartolomé. En el acto intervinieron el alcalde Antonio Arrillaga, el sacerdote de la parroquia Roke Osoro y un fraile de la orden religiosa del obispo Aguirre, ensalzando sus méritos y virtudes, y amenizando la Banda de Música dicho acto de homenaje. Finalmente, el prestigioso médico y alcalde, Antonio Arrillaga, manifestó públicamente que el Ayuntamiento nombraría al padre Agirre hijo predilecto de la villa.

Por fin, el 23 de octubre de 1941, ya fallecido el obispo elgoibarrés, el pueblo le rindió un último homenaje, bautizando a la plaza donde se encontraban las Escuelas, con el nombre de Padre Aguirre, y colocando en los soportales del edificio una lápida, participando también en esta ocasión la Banda de Música.

Jose María de Aizpitarte Mugertza (1750-1809). Autor de un diccionario Euskara/Castellano.

Aizpitarte egindako hiztegia
Aizpitartek egindako hiztegia

Nació en Elgoibar el 12 de octubre de 1750. Sus padres fueron Manuel Aizpitarte y María Ignacia Mugertza, y tuvo otros tres hermanos y una hermanastra, esta última, extraconyugal, por parte de padre. Su progenitor Manuel tuvo negocios en Caracas, por lo que dejando a su familia en Elgoibar, pasó allí durante dos largas temporadas y en diferentes años, trabajando “en empleos destinguidos”. Uno de esos viajes lo hizo en 1752, cuando nuestro protagonista sólo tenía dos años. José María también tenía un tío en Puerto Cabello (Venezuela), llamado Pedro Aizpitarte, que era empleado de la Compañía de Caracas, quien a su muerte nombró a su sobrino José María como único ejecutor testamentario.

Su padre murió en 1766 y su madre en 1768, fecha para la que entonces ya habían fallecido sus hermanos, heredando los siguientes bienes: una casa en el lugar de Maitetegi (provincia de Caracas), que daba 4 pesos de renta al mes; el caserío Mugertza goikoa o Goenetxea (Borrajaenea) con sus tierras; otra tierra comprada por su padre Manuel; la casa urbana de Mugertza en Errebal y las ropas, muebles y enseres que había en ella; un esclavo en Caracas, llamado Juan Aizpitarte, vendible en 150 pesos; 1.701 pesos y 16,50 reales para cobrar en Caracas y más de 37.000 reales en censos. Así que, como podemos comprobar, al joven José María le quedó un cuantioso legado que le permitió vivir sin agobios económicos.

Con 18 años se trasladó a Vitoria para estudiar Artes y Letras. En esta ciudad vivió hasta su muerte, estando casado con la gasteiztarra Francisca Maguregi. Fue mayordomo del marqués de Montehermoso (José María Luis de Agirre y Ortiz de Velasco), ocupándose también de su biblioteca.

El marqués fue uno de los fundadores de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (1765) junto con Xabier Mª Munibe, conde Peñaflorida; José Mª Egia, marqués de Narros; Manuel Ignazio Altuna, etc. En 1773 la Sociedad Bascongada de los Amigos pensó en elaborar un diccionario euskera-castellano, labor que el conde Peñaflorida, cabeza visible de esta institución, encomendó al miembro José Mª Aizpitarte.

Parece ser que el elgoibarrés terminó el diccionario en 1785, percibiendo 640 reales por su labor (portada de pergamino y posterior encuadernado, con 1.632 páginas y 40.000 palabras). Por razones que ignoramos, esta voluminosa obra no fue publicada, a pesar de ser conocida por los expertos de la época. Actualmente el manuscrito se conserva en la biblioteca del santuario de Loyola (Azpeitia) desde 1883, bajo el título: «Diccionario Bascongado con cerca de cuarenta mil voces, según las dejó coleccionadas el año de 1785 su autor D. Josef María de Aizpitarte, socio de la ilustre Sociedad Bascongada de los Amigos del País». (Es el original del autor que consta de 1632 páginas…)” Original inédito”, (escrito por la biblioteca de Loyola). Tal como señalaron Justo Garate (de madre elgoibartarra, del caserío Galburusoro de Idotorbe) y Patxi Altuna, fue el padre Arana, jesuita, el que consiguió el manuscrito de Aizpitarte de sus sucesores y lo retuvo en el colegio-residencia de Orduña, antes de que llegara a Loyola.

Según manifestó el padre Villasante, el azcoitiano J. F. Aizkibel (1798-1865), bibliógrafo y elaborador de otro diccionario vasco, tomó como base la obra del elgoibarrés José María Aizpitarte para la confección de su “Diccionario Basco-Español-Euskeratik erderara biurtzeko iztegia”. Asimismo señalar que del diccionario de este elgoibarrés se han ocupado varios lingüistas e intelectuales como Humboldt, Arana, Garate, Villasante, Altuna, etc.

Murió José María en Vitoria-Gasteiz el 24 de agosto de 1809, haciéndole las exequias en la parroquia de San Miguel y siendo enterrado en el cementerio de Santa Isabel.

Itziar Ajuria Garate (1924-2023). Primera andereño de la Ikastola de Elgoibar.

Nació en la calle San Bartolomé de Elgoibar el 9 de marzo de 1924, viviendo en la casa familiar, aunque más adelante trasladó su domicilio a la calle Santa Ana. Su padre era natural del caserío Anbe de Ubidea, en Arratia (Bizkaia), quien con 17 años vino a trabajar a Elgoibar a través de su tío, capellán del convento de Santa Clara; por su parte, su madre había nacido en Deba, afincándose desde niña en Elgoibar. Los Ajuria-Garate fueron seis hermanos/as, siendo Itziar, la quinta descendiente.

Su padre, Pedro Ajuria, fue militante de EAJ-PNV y líder del partido en el pueblo, cuando estalló la guerra con los que se levantaron en contra de la República y ocuparon Elgoibar. Por ello, los partidarios de la sublevación de 1936 se ensañaron con la familia Ajuria-Garate, que en ocasiones recibía la visita de requetés, falangistas y guardias civiles en su domicilio, haciéndoles vivir con miedo y robándoles ropas y tejidos. Asimismo, la presencia de sus hijos en el frente, tanto en uno, como en otro bando, agravaba la situación de temor, a lo que se añadió el fusilamiento en Bizkaia del hermano de su padre, llamado Justo (secretario municipal de Sondika), por su condición de nacionalista.

Siendo niña, comenzó en la escuela con la señorita Satur Ziaran, que según Itziar, llegó a tener un centenar de niños/as en clase. Desde 1931 hasta 1936 estudió con las monjas del Hospital, siendo Sor Laura Bazterra su estimada maestra. Tras un año de parón bélico continuó en las Escuelas Públicas hasta los 15 años con la competente maestra, Priscila Pinedo.

Posteriormente, trabajó en la sastrería familiar (la cual puso en marcha un hermano suyo, teniendo como precedente a su madre, que ya debía coser en la sastrería "Garate" de uno de sus hermanos, desde muy jovencita) hasta los 38 años. Los dos últimos años también trabajó en el "Banco de San Sebastián" un par de horas al día, cobrando letras. Pero, pareciéndole a la dirección del

Anastasia Albizu Arrillaga (1900-1979). Recadista.

Nació en Mendaro el 15 de abril de 1900. Como era habitual en aquella época, empezó a trabajar muy joven. Primero como sirvienta, en casa de los Amorokua de Elgoibar. Luego estuvo cosiendo alpargatas y más tarde en la fabricación de armas (cajas). También trabajó en el taller de Félix Zubizarreta.

Se casó con Francisco Aiesta el 9 de marzo de 1895 en Elgoibar, y vivieron en esta localidad en la calle San Bartolomé, donde tuvieron tres hijos: Beatriz, Fernando y Félix. Pronto comenzó a trabajar de recadista. Anastasia Albizu llevaba en el tren a Bilbao y de allí a Elgoibar, los paquetes y recados que le habían sido entregados y solicitados, tanto por talleres y negocios, como por particulares. Iba temprano por la mañana y volvía por la noche. Gracias al trabajo de recadista sacó adelante a la familia, pues enviudó joven. Trabajó unos veintiocho años como recadista y confesaba que había vivido feliz. Parece ser que al entrar en años debió de vivir mejor. Murió el 10 de septiembre de 1979.

Además de Anastasia Albizu, también otras mujeres se dedicaron al trabajo de recadistas años después, realizando sus desplazamientos a Bilbao y San Sebastián en tren, tales como las hermanas Aranguren (Berazeta), Maria Luisa Arriola, Maria Luisa Garrido…

Nicolás de Alkorta Kruzeta (1811-1883). Maestro, gestor del trabajo vecinal en la construcción de la ermita de San Miguel, así como artífice de varias obras artesanales.

Nació en Elgoibar el 6 de diciembre de 1811. En 1845 fue nombrado maestro del barrio de Idotorbe (San Pedro), después de haber sido ayudante del titular del casco urbano. En ese mismo año, participó en la construcción de la ermita de San Miguel del barrio de Aiastia, que fue consagrada el 2 de noviembre de 1845. El maestro Alkorta además de impartir clases a niños y adolescentes, fue el encargado de gestionar junto con el mayordomo Benito Ansola (del caserío Belarreta) la construcción de la antedicha ermita del barrio rural de Aiastia, para lo cual el trabajo en auzolan tuvo gran importancia, aunque también trabajaron algunos profesionales de distintos gremios, siguiendo los diseños del conocido arquitecto Mariano José Laskurain.

Alkorta debía ser hábil en el trabajo de la madera puesto que él mismo hizo el altar y el retablo (no, la imagen) de la citada ermita de San Miguel.

Ascensio de Altzola. (Desde la segunda decena del S. XVI hasta 1572). Capitán de navío, mercader.

Nació en el barrio de Altzola (Elgoibar) en la segunda década del siglo XVI y operó desde su puerto fluvial, siendo uno de los más prestigiosos comerciantes de esta familia de mercaderes altzolarras. Tuvo tres galeones para dedicarse al comercio a gran distancia. Además de con el País Vasco, mantuvo relaciones comerciales con Sevilla, Portugal y con América: Honduras, México y Santo Domingo. En estos negocios se asoció con los banqueros y comerciantes más conocidos de la época: Pedro de

Durango, Martín de Estella, el italiano Gerónimo Catano, etc. Altzola, además de capitán de navío, fue alcalde de Elgoibar en 1564 y 1565, falleciendo en 1572.

Catalina de Ibarra, sobrina y descendiente de Lope Pérez de Lasalde y María Martínez de Arriola en Torrekoa, y Aszensio de Altzola contrajeron matrimonio en 1549, fundando con sus bienes heredados y acumulados un mayorazgo, al que vincularon los siguientes bienes: Torrekoa (actual casa torre de los Altzola) y la huerta adjunta; la capilla de la Cruz del monasterio de San Francisco; la casa de Andikano, caserío y molinos; la casa de Ermua (en Sallobente-Ermua), tierras y molinos; la casa y caserío de Otsaurteaga; la casa y molinos de Plaza (Mendaro); la casa de Albitxuri, tierra y manzanal; y 225.000 maravedíes en alcabalas (impuesto a las compraventas) de la ciudad de Burgos.

Bartolomé de Altzola. (Desde mediados del S. XVI a comienzo del S.XVII). Capitán de navío, comerciante.

Hijo de Aszensio Altzola y Catalina de Ibarra, nació a mediados del siglo XVI y siguió el camino de su padre siendo capitán de navío, trabajando, entre otros, con el famoso comerciante y militar Antonio Oquendo en la última década del siglo XVI. Heredó los numerosos bienes que legó de sus padres y, como su progenitor, fue alcalde de la villa en 1589, 1590, 1601 y 1602.

Después de la muerte de Bartolomé de Altzola se perdió en Torrekoa el apellido Altzola ya que no tuvo descendiente masculino, siendo personas apellidadas Arriola, Arespakotxaga, Lizaranzu, Jusue e Iturria los propietarios desde el siglo XVII hasta el XX.

Fray Domingo de Altzola Konportaeta (Primer cuarto del S. XVI-1589?). Obispo y benefactor de la iglesia de Altzola.

Nació en Altzola (Elgoibar) en la primera mitad del siglo XVI, siendo joven entró en la orden religiosa de los Dominicos, tomando el hábito en el Real Convento de San Pablo de Valladolid. En 1582 fue nombrado obispo de Guadalajara del nuevo Reino de Galicia (México) en América, y dos años después, con la intención de construir la nueva iglesia de su barrio natal, envió dinero para comprar un terreno y un manzanal junto al río, así como para ejecutar los diseños de la iglesia y casa sacerdotal.

Y es que, a excepción de las ermitas privadas de San Antón y de la Concepción (en las que no había sacerdotes), Altzola no tenía iglesia para oír misa y recibir los sacramentos, estando la parroquia de San Bartolomé de Olaso de Elgoibar muy alejada de los vecinos altzolarras. Este fue el motivo que llevó a fray Domingo de Altzola a donar su patrimonio, y gracias a su generosidad los altzolarras disponen de la actual iglesia desde comienzos del siglo XVII. De todos modos, después de su muerte, en 1589 posiblemente el dinero que debía llegar de América para ejecutar la obra, no se recibía a su debido tiempo, por lo que la obra sufrió interrupciones, hasta que, finalmente, en 1604, la terminaron y se comenzó con el culto.

Sin embargo, la víspera de San Juan (23 de junio) de 1604, se produjeron graves incidentes a raíz de que los sacerdotes de Olaso y el propio Ayuntamiento de Elgoibar, no aceptaron que se oficiara misa y se administraran los sacramentos en la nueva iglesia de San Juan Bautista. Finalmente, el tribunal eclesiástico de la Rota, en Roma, dictaminó en 1641 a favor de los altzolarras, teniendo desde entonces parroquia propia el barrio de Altzola.

Fray Pedro de Amuskotegi (1556-1633). Fraile Franciscano: secretario general y provincial.

Nació probablemente el 3 de marzo de 1556 en Elgoibar, siendo sus padres Domingo de Amuskotegi y María Martínez de Zubizarreta, quienes fundaron el mayorazgo Amuskotegi, en 1571. Su casa denominada Eztebe, estaba cerca del monasterio de Santa Clara.

Su hijo Pedro, eligió ser clérigo y después de estudiar letras y teología con gran provecho en la provincia franciscana de Cantabria, continuó sus estudios en Roma, destacando allí por su intelectualidad.

Fue secretario general de los Franciscanos y provincial de Cantabria en dos épocas, y cuando fue elegido máximo responsable de la Orden de Francisco de Asís, el pueblo de Elgoibar le hizo un regalo de 57 reales de coste. Se retiró al convento de Elgoibar, donde vivió su última época, entregado al servicio y a la oración, falleciendo en olor de santidad en 1633, a los setenta y siete años de edad.

Del mismo linaje procede fray Juan de Amuskotegi, que fue guardián del convento de Elgoibar a finales del siglo XVI y comienzos del siguiente, así como fray Domingo de Amuskotegi, que fue guardián de los conventos de Sasiola y Elgoibar, respectivamente. Finalmente, dentro de este linaje tenemos a Domingo de Amuskotegi, sacerdote beneficiado de la parroquia Olaso de Elgoibar, quien obtuvo en 1619 un puesto de colegial en el Colegio Mayor de la Universidad de Salamanca, llegando a ser también catedrático de dicha universidad, y falleciendo en 1622.

Roque Ansola Aldazabal. “Erroketxo”. (1822-1911). Txistulari.

Roque (Erroketxo) nace en Elgoibar el 16 de agosto de 1822. Su padre, Ignacio Ansola Oñederra, nacido en Itziar, obtuvo el puesto de txistulari municipal de Elgoibar con veinte años y es el fundador de esta dinastía de los Ansola; por otra parte, su madre, María Eugenia Aldazabal, era nacida en Elgoibar. Así pues, el hijo de éstos, Roque, será el segundo de la rama de los Ansola, cuya saga de txistularis hoy en día continúa.

El txistulari Roque Ansola, contrajo matrimonio con Josefa Manuela Guenaga, el 22 de diciembre de 1842, procreando cuatro hijos entre 1843 y 1856: Pedro Fernando, Juan Silbestre, Marcelino Nicolás y Luis.

Erroketxo siguió el camino de su padre y en 1850 consiguió el puesto que le dejó su antecesor, permaneciendo sesenta y un años como tamborilero. Hay que decir también que las tres cuartas partes de los componentes de la banda de música local en los primeros años de su existencia, pertenecían a la familia Ansola, y que Silbestre (maestro de la escuela de Ermuaran-Sallobente) fue su director desde 1888 hasta 1897, además de txistulari durante casi setenta años. No obstante, renunciará a ser txistulari municipal titular cuando tenía sesenta y cuatro años, en beneficio de su hijo Laureano. Tras la guerra de 1936-1939, Laureano y su familia se quedaron a vivir en Markina, pero sus hijos no sólo siguieron formando parte de la banda de música de Elgoibar durante varios años, sino que también se encargaron del tradicional concierto de txistu, así como del concurso de baile al suelto en las fiestas de San Bartolomé, durante mucho tiempo.

Otro hijo de Silbestre, Florencio, con 15 años ocupó el puesto de txistulari municipal de Eibar en 1903 y allí ejerció durante cuarenta y ocho (hasta 1950). Asimismo, cuando su hermano Laureano renunció a su puesto de txistulari en Elgoibar en 1939, fue Florencio quien ocupará la plaza hasta 1973, y desde su muerte, el 19 de noviembre de aquel mismo año, hasta 1975, continuaron en esa función sus hijos.

Los Txanbolin, apodo dado a esta saga de txistularis Ansola en Elgoibar, desde el principio formaron bandas de txistu (txistu 1º, txistu 2º, silbote y atabal) y, en solitario o en grupo, tomaron habitualmente parte en los campeonatos de Euskal Herria, demostrando un nivel de calidad alto.

En 1966 Elgoibar rindió homenaje a esta familia de tamborileros Ansola, por alegrar durante varias generaciones las calles y celebraciones de nuestra villa. También, los Ansola (Félix, José, Luis y Julián) que vivieron en Markina, fueron homenajeados en San Sebastián en 1980, en cuyo acto bajo la dirección de J. M. González Bastida ofrecieron un concierto ciento diez txistularis en la plaza de la Constitución. Por último, señalar que, además de los citados Txanbolin, Elgoibar tuvo y tiene todavía buena cantera de txistularis. Sólo mencionaré a Patxi Etxeberria, que además de ser un gran txistulari, fabricó esta clase de instrumentos, trasmitiéndonos el amor al txistu a la generación que no conocimos la guerra. Y es que, él primero, y también Antonio Azpiazu y otros, más tarde, enseñaron a muchos jóvenes a tocar nuestro instrumento, teniendo su continuidad hasta hoy en día con la Escuela de Música.

Juan de Arandia. (Desde mediados del S. XV a la segunda década del S. XVI). Arquitecto y maestro cantero.

Se desconoce con exactitud la fecha de su nacimiento, pero teniendo en cuenta que en un documento de 1513 referido a él se dice que «es ya home de días» y «seyendo él home viejo en días» debemos pensar que vendría al mundo en torno a los años cuarenta del siglo XV y su muerte tendría lugar en torno al año 1517.

Es bien conocido que Arandia diseñó y construyó los planos de la iglesia del monasterio de San Benito de Valladolid con la colaboración de García de Olabe, siendo el elgoibarrés uno de los mejores arquitectos de la época. Entre 1499 y 1515 construyó la iglesia del monasterio de la importante ciudad del reino de España, de gran significación. Esta obra contó con el apoyo de los Reyes Católicos asi como la colaboración del obispo de León y presidente de la Real Cancillería de Valladolid, Antonio Valdivieso. También reconstruyó en esa misma ciudad castellana la iglesia de Santiago, obra concertada con el comerciante y banquero Luis de la Serna.

Sin embargo, no hay duda de que nuestro paisano construyó muchos otros edificios, ya que gozaba de gran prestigio, lo que induce a pensar que el desconocimiento existente sobre su obra, se debe a la falta de investigación. En este sentido, la iglesia de San Millán de La Cogolla, la iglesia Santa María de Ondarroa y el puente de Bilbao (San Antón, con sus profundas modificaciones desde entonces), aunque hay algunos escasos documentos sobre ellos, nos muestran claramente la intervención de Arandia. Eso sí, el nombre de nuestro gran arquitecto no figura aún en la bibliografía oficial ni en los impresos turísticos editados ni tampoco en Google. En algunas de las iglesias construídas por él se distinguen las siguientes características definidoras de su estilo: tres naves de la misma altura y columnas lisas y cilíndricas que sustituyen al típico pilar gótico.

Pedro de Arenaza Garate (1696/?). Arzobispo.

Nació en Elgoibar el 23 de julio de 1696. Fué el cuarto y único hijo varón del matrimonio formado por Pedro Arenaza y Magdalena Garate.

Fue vicario general del arzobispado de Valencia y gobernador, provisor y fiscal del Santo Oficio de la Inquisición de Llerena, en 1736, teniendo la facultad de ejercer el mismo oficio en Valencia. Además, fue visitador del Tribunal de Lima (Perú) desde los años cuarenta del siglo XVIII, hasta mediados de la década siguiente.

Martin Santxez de Arriaga Jausoro. (c.1420/1480). Escribano de Cámara y Contador Real.

Nació en la segunda década del siglo XV, siendo hijo de San Juan de Olauni y Teresa Martínez de Jausoro. Contrajo matrimonio con Toda Martínez de Ibarra y Gamboa, falleciendo en 1480. Fue escribano de Cámara y contador real, señor de la casa de Karquizano de Yuso y alcalde del Cabildo de las Ferrerías del valle.

El contador y escribano real Arriaga, cometió un grave error en 1474, al tomar partido a favor de la hija de Enrique IV, Juana La Beltraneja, en la pugna para apropiarse del trono castellano en el asunto de la sucesión, enfrentándose así a su hermana Isabel la Católica. En 1476, tras los combates de Toro y La Albuera, el problema se resolvió a favor de esta última y, en consecuencia, muchos hidalgos y cortesanos que lucharon a favor de la Beltraneja, apoyada por Portugal, fueron castigados. Pero el elgoibarrés obtuvo el perdón de los Reyes Católicos, al dar éstos la posibilidad de redimir la pena prestando servicios militares. En consecuencia, Arriaga mandó a Juan de Gamboa en su nombre, a participar en conflictos bélicos.

María Arrieta Mendizabal. (8.03.1897/13.08.1988). Tendera.

Nació en la casa 35 bis de la calle San Francisco de Elgoibar en el seno de una familia de siete hijos/as. El padre Pedro Arrieta Aizpitarte (1861-1940) nació en el caserío Ugarte de Azkoitia y de joven fue a trabajar a una mina de Somorrotro, más tarde ejerciendo el oficio de pulidor en la fábrica de San Pedro de Elgoibar. En 1909, abrió un taller de alpargatas y, más tarde, también formó parte de una empresa de producción eléctrica. La madre, Pilar Mendizabal Ostolaza (1863-1914), nació en Elgoibar. Cabe destacar que dos hijas del citado matrimonio eligieron la vida religiosa, como era habitual en muchas familias de la época.

María Arrieta Mendizabal tras estudiar educación primaria, se dedicará al negocio familiar: la alpargatería y la tienda. La familia ubicará su establecimiento de comestibles en la calle San Francisco 39, estando ya en funcionamiento para principios del siglo XX. Al principio, su madre Pilar será la tendera, y tras su muerte, en 1914, María se hará cargo de ella, en compañía de sus hermanos/as. Este tipo de tiendas de alimentación de la época, además del producto habitual, vendían telas, delantales, alpargatas, así como comida para gallinas, conejos y otros animales domésticos (maíz, trigo, avena, cebada…).

En 1925, los Arrieta tuvieron que cerrar la fábrica de alpargatas, prosiguiendo a partir de entonces con la tienda de comestibles. Para entonces Juanito ya había comenzado a trabajar como tendero, ayudando a su hermana María y en esos mismos años y anteriores desempeñó otras funciones como las de administrativo y comercial de taller, vendedor de damasquinado de Eibar (feria de Nápoles en Italia, entre otros lugares) y administrador del balneario de Altzola. Pero, tras la boda de Juanito Arrieta con Agapita Soraiz, sirvienta en el balneario de Altzola, en 1943, María y Juanito seguirán ejerciendo como tenderos ininterrumpidamente, aunque partir de 1925 la tienda se trasladó a la otra acera, a la bajera de casa Pardel, en la calle San Francisco, 46. Hay que decir también que hasta que se cerró la tienda en 1974, los cuatro hijos del matrimonio Arrieta-Soraiz atendieron el negocio familiar, implicándose en ello con dedicación exclusiva sus hijas, (los hijos solo ayudaban los fines de semana y en período de vacaciones), acompañadas de su madre Agapita.

En aquella época había muchas tiendas pequeñas de comestibles en Elgoibar y, por ejemplo, en la zona de Maala y al final de la calle San Francisco, además de la de los Arrieta estaban las de la Bermeana, Teodosia, Felisin y Gorriti... En estas últimas eran mujeres las que atendían el negocio.

Antonio Arrillaga Arriola (1886-1961). Médico traumatólogo, promotor cultural y político.

Nació en el caserío Arnoate (Mendaro) el 17 de enero de 1886, siendo bautizado en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Azpilgoeta (Mendaro).

Prestigioso médico traumatólogo y de gran humanidad, sobre todo con los más necesitados en su actividad profesional, además de destacado hombre de cultura y conocido político.

Su padre Julián también había nacido allí, teníendo los miembros de aquella familia gran conocimiento y experiencia en la curación de fracturas y luxaciones. Entre ellos, destacó el citado Julián (aunque era curandero, con el título de practicante), quien tras construir su casa frente a la estación del ferrocarril en Elgoibar, abrió una fonda en la última década del siglo XIX, en la que atendía a los pacientes en una de sus habitaciones, aunque también se desplazaba a Donostia para pasar la consulta en un hotel.

Antonio Arrillaga Arriola estudió medicina y se especializó en traumatología, abriendo la clínica Arnoate en la calle Santa Ana. Es por ello que no sufrió el acoso padecido por su padre al carecer del título de traumatologo, dando continuidad a su actividad en una situación normalizada y adquiriendo gran prestigio tanto en su pueblo, como en poblaciones más alejadas. Sin embargo, Antonio no era el único Arrillaga con el título de médico traumatólogo, porque también el primo de Julián, Pedro María Arrillaga Arizaga, fue fundador, según Antonio, de la “Escuela de Traumatología de Elgoibar”.

Don Antonio fue sin duda un hombre polifacético, ya que además de atender en la clínica Arnoate, figura en 1919 como miembro especialista del servicio médico de los Ferrocarriles Vascongados. Y no podemos dejar de mencionar que también fue empresario industrial porque, entre otros proyectos, el Ayuntamiento autorizó a finales de 1919 la construcción de la empresa “Irusta, Arrillaga y Cia”, de la que él era uno de los socios.

En el ámbito cultural, el doctor Arrillaga fue un gran dinamizador tanto a nivel local como de Euskal Herria, escribiendo varios libros y numerosos artículos, tanto en revistas como en periódicos. He aquí algunas de sus obras: “Monografía histórica de Elgoibar 1346-1946 (en colaboración)”; “Recuerdos del roble de Guernica eta Iparraguirre’rengan esan diranak” y “Monografía humorística de Elgoibar”. Además, cuando a finales de agosto y comienzo de setiembre de 1934, Don José Miguel de Barandiarán realizó las excavaciones de los dólmenes y túmulos de Maiza-Kalamuaga, tuvo por ayudantes a Arrillaga (Barandiaran lo cita como “ilustrado médico”) y a Pedro Gorostidi (entonces seminarista y más tarde, durante muchos años, capellán del santuario de Arrate). Asimismo, es de mencionar que en 1918, siendo alcalde Antonio Arrillaga, fue elegido por el Ayuntamiento de Elgoibar para participar como congresista en el Congreso de Estudios Vascos celebrado en Oñati en septiembre de aquel año. Esta asamblea sobre el Mundo Vasco, tuvo un papel fundamental para el desarrollo de la cultura autóctona, entre otras cosas, porque en la misma, las cuatro Diputaciones de Hegoalde acordaron la creación de instituciones tan prestigiosas como Eusko Ikaskuntza y Euskaltzaindia.

Arrillaga también se dedicó a la política, concebiendo ésta como un servicio a la sociedad. Seguramente heredó esa vocación de su padre, (al igual que la traumatología), ya que Julián fue líder del grupo político Liberal Fuerista en Elgoibar, con el que fue concejal durante varias legislaturas. Don Antonio, por su parte, accedió al Ayuntamiento en 1916, siendo elegido concejal en las elecciones que tuvieron lugar en enero de ese año (su padre Julián murió a principios de 1917) y ostentó el cargo de alcalde de 1918 a 1920 (en representación del partido Liberal Fuerista) y de 1924 a 1930. Esta segunda etapa coincide con la dictadura de Primo de Rivera y las actas municipales de la época dan cuenta de que el régimen quiso que se afiliara a su partido único, la Unión Patriótica, al parecer sin conseguirlo. En cambio, los Ayuntamientos de estos años reivindicaron los Fueros de las Provincias Hermanas o las Libertades anteriores, exigiendo para ello la derogación de la ley de 25 de octubre de 1839 y otras dictadas por los poderes legislativos, por lo que también manifestaron estar a favor de la defensa de los Conciertos Económicos.

Fue aficionado al deporte, jugando a pelota en su juventud y cuando se hizo mayor se convirtió en montañero y naturalista. En este sentido, la sociedad Morkaiko contó con el impulso y ayuda de Don Antonio para la construcción del refugio de Arnoate en 1944.

El Alcalde, Julio Mugertza, en el Pleno del Ayuntamiento de 10 de octubre de 1945, expuso la intención de rendir un homenaje al Dr. Arrillaga a nivel local, adhiriéndose el Ayuntamiento a la iniciativa, apoyándose en lo siguiente: Por los meritorios servicios prestados a cuantos residentes han requerido su concurso como médico especialista, teniendo su clínica «Arno-ate continuamente abiertas las puertas», en forma desinteresada. Y formulando seguidamente la siguiente propuesta: «solicitar del Ministerio de Gobernación la Concesión de la Cruz de la Orden Civil de Sanidad». La concesión de esta condecoración fue aprobada por el Ministerio de Gobernación, el 21 de enero de 1946.

Murió el 15 de agosto de 1961, a los 75 años de edad por la enfermedad radio-dermitis-miocarditis (Certificado de defunción), íntimamente relacionada con su actividad médica.

Pedro Maria Arrillaga Arizaga (1864-1910). Médico traumatólogo y político.

Nació en Elgoibar el 29 de junio de 1864. El abuelo de Pedro María del caserío Arnoate, José Ignacio Arrillaga Bastida, contrajo matrimonio en dos ocasiones. Del primer matrimonio nació José Andrés Arrillaga Barrutia, mayorazgo de Arnoate y padre de Julián (hijo de éste, Don Antonio); del segundo enlace nació José Ignacio (4º de los hijos/as), padre de Pedro María. Por lo tanto, el padre de Julián Arrillaga (José Andrés) y el de Pedro María Arrillaga (José Ignacio) eran hermanastros, del mismo padre pero de distinta madre.

Así pues, el padre de Pedro María (José Ignacio) nació en el caserío Arnoate y conoció de primera mano la traumatología como curandero, tal y como aprendió el propio Julián. Aunque fueran primos, parece ser que no tuvieron relación. De hecho, el médico traumatólogo y alcalde de la localidad, Pedro María, denunció y sancionó a Julián, practicante, pero sin título de traumatólogo, por estar atendiendio fracturas y luxaciones en Elgoibar, siendo también multado por el gobernador por el mismo motivo. Además, ambos fueron adversarios políticos.

Antonio aseguraba que Pedro María fue el fundador de la escuela de traumatología de Elgoibar, por haber sido el pionero en esta especialidad en nuestra villa. Aunque fundalmente fue traumatólogo con consulta particular, también ejerció como médico de familia entre 1888 y 1890.

Asímismo, el citado Pedro María, fue político militante del Partido Católico, siendo concejal desde 1891 hasta 1894 y alcalde desde 1904 hasta 1910; en esta misma época, fue también diputado provincial. El 28 de julio de 1907, dentro de las celebraciones de las Fiestas Vascas de Elgoibar, tuvo el honor de llevar en procesión religiosa el estandarte de la Diputación de Gipuzkoa. Enfermó siendo alcalde y murió meses después, en plena madurez, cuando sólo tenía 46 años.

Juan Arrillaga. (XVII. mendeko bigarren zatia). Burdin saregilea.

Elgoibarren XVI. mendetik XVIII. mendeko azken heren arte izan zen burdin saregile handien eskolako kide izan zen Juan Arrillaga. Burgosko katedraleko presbiteriorako sei burdin sare landu zituen 1679 urtearen inguruan.

Halaber, bertako beste lankiderekin elkartu zen zenbait obra egiteko: Bartolome Elorza eta San Juan Ugalderekin batera Tolosako Kontzejuko etxeentzako hogeita hemezortzi balkoi egin zituzten 1682an. Geroago, hirurek 64 karel bakoitza 19 balaustrena landu zituzten Elgoibarko olagizon eta merkatari zen Jakobo Lizaranzurentzat, 1684an. Urte berean, Arrillagak Legorretako Domingo Yunybarvia kapitainari 10 balkoi egin zizkion. Halaber, Elgoibarko Olasoko Done Bartolome parrokiak Arrillagak egindako pulpitu, presbiterio (1678) eta leihoetako (1686) burdinsareak eduki zituen.

 

 

Pedro Alejandro Atristain Ibarzabal (1844/1916.02.21). Perito agrónomo, armero e investigador-inventor.

Nacido en Eibar en 1844, contrajo matrimonio el 2 de octubre de 1866 con la elgoibarresa Ángela Bicenta Barrenetxea Etxabe (6.04.1840), y a partir de ahí parece que la pareja fijó su residencia en Elgoibar, ya que aquí nacieron sus nueve hijos: tres chicas y seis chicos, siendo el segundo de ellos bautizado en el barrio de Altzola. En 1913, la familia Atristain Barrenetxea vivía en el piso 1º del portal 41 de la calle San Bartolomé, donde en aquel momento estaban empadronados el matrimonio y dos hijos: Ángel, de 40 años, de profesión empleado, y Andrés, de 34 años, grabador. Cabe destacar que otro hijo, llamado Bartolomé Atristain Barrenetxea, tenía un negocio de venta de tocino en la calle San Francisco, 4, ocupando el undécimo lugar entre los mayores contribuyentes elgoibarreses. Una situación económica privilegiada que a él y a otros 67 varones elgoibarreses (tenían que saber leer y escribir) les daba derecho a elegir a los representantes del Senado.

Atristain fue fabricante de armas, hacía sobre todo cañones y montó un stand en la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Allí explicó, de forma pedagógica, las fases del trabajo del cañón. Además, parece que gozaba de gran ingenio, y en septiembre del mismo año, presentó en Londres una patente de invención, una novedad que no tenía nada que ver con su actividad principal: un freno automático para trenes. Este avance tecnológico lo registró en el Boletín Oficial de la Propiedad Intelectual e Industrial de España, el 16 de agosto y por un período de veinte años. Anteriormente, a finales de mayo, contó con la colaboración del presidente del Consejo de Administración de la compañía ferroviaria Durango-Zumarraga, Sr. Igartua, para experimentar su proyecto.

Además, Atristain, bien joven con 22 años, se implicó en política. Recién terminada la última guerra carlista (1872-1876), el Ayuntamiento de Elgoibar fue impuesto "manu militari" por el mariscal Fernando Quadros y Ximena, una vez que ocupó con su ejército el municipio, el 5 de marzo de 1876. Los elegidos para regir el pueblo tenían que ser liberales (partidarios del rey Alfonso XII), pues los carlistas fueron derrotados y expulsados. He aquí, a continuación, los miembros de esta corporación liberal: Alcalde: Juan Luis Iriondo; Concejales: Sebastián Uribe, Pedro Alejandro Atristain, José Barrenetxea y Fermín Agirre.

Dos años después, Atristain fue nombrado primer teniente de alcalde. Más tarde, obtuvo los siguientes nombramientos: regidor, el 15 de julio de 1880; síndico, desde 1890 hasta comienzos de 1894; concejal, a principios de 1904 y también desde 1906 hasta finales de 1907; otra vez síndico, desde 1908 hasta el 1 de julio de 1909. Para completar su perfil es de señalar que en los censos municipales de 1876, 1890 y 1907 está clasificado como “Propietario”.

Atristain murió el 21 de febrero de 1916, y doce días después de su muerte el Pleno del Ayuntamiento decidió dejar constancia en acta su sentimiento por su fallecimiento, recordando su condición de concejal y agradeciendo los numerosos servicios prestados al pueblo. Entre ellos se menciona que había sido el encargado del reloj de la parroquia, aunque últimamente estaba desempeñando esta labor su hijo Ángel.

Sor Ana Azpeitia Larrañaga (1898-1986). Monja.

Nació en Azkoitia el 28 de enero de 1898. Ingresó en la Congregación de las Hijas de la Caridad en 1922, y el año siguiente llegó a Elgoibar con 25 años. Aquí, en el Hospital de San Lázaro (Residencia) vivió durante sesenta y tres años teniendo momentos difíciles y duros. Aunque, según decían los allegados a ella, Sor Ana siempre estaba dispuesta a ayudar con una sonrisa en sus labios, además teniendo para todos/as al momento un buen consejo o una palabra agradable.

También era muy aficionada al canto y se adaptaba muy bien a la segunda voz.

Falleció en septiembre de 1986 a los 88 años, 63 de ellos dedicados a enfermos, mayores y discapacitados de Elgoibar; asimismo durante varios años se dedicó a dar clase a niños/as en el edificio derruido situado en el parque actual de Maala (también estuvieron aquí la guardería de la Ikastola y el Gaztetxe).

Para terminar, hay que recordar que las monjas de la Caridad vivieron integradas en el pueblo de Elgoibar desde 1869 y atendieron con cariño a todos los necesitados que habitualmente se acogían en el Hospital.

El 27 de septiembre de 1999, día de San Vicente de Paúl (fundador de las hijas de la Caridad junto a Santa Luisa de Marillac), se les ofreció un homenaje de despedida y agradecimiento a las últimas monjas de la residencia San Lázaro, tras 130 años de actividad en nuestra localidad.

Ignacio Bereziartua Uranga. (1883-1958). Músico: organista de la parroquia, director de la Banda de Música y de la Academia, además de compositor.

Nació el 31 de julio de 1883 en la calle Mayor, nº 17 de Beasain, residiendo en esta localidad y en Ataun, hasta llegar a Elgoibar. Su padre, Asensio, azpeitiarra; su madre, arroarra, se trasladaron a vivir a Beasain porque el cabeza de familia había empezado a trabajar en la empresa CAF. El matrimonio formado por Bereziartua Uranga tuvo siete hijos, siendo Ignacio el tercero.

Siendo chico fue tiple de la parroquia de Beasain y estudió solfeo, con el organista Juan José Tellería. A continuación, trabajó en armonía, composición, contrapunto, piano y órgano en el Conservatorio donostiarra, con los prestigiosos compositores Rodríguez y Mokoroa. Tras obtener una beca de la

Diputación de Gipuzkoa, continuó sus estudios superiores de música en la Escuela de Música de Bellas Artes de San Sebastián, con los prestigiosos profesores Zendoia, Etxeberria, Jauregi y Larrotxa, obteniendo excelentes notas.

Cuando la familia Bereziartua Uranga se trasladó a Ataun para vivir, pensamos que haría prácticas en el hermoso órgano barroco de aquella iglesia.

En 1902, cuando Ildefontso Lizarriturri dejó de ser organista de la parroquia de San Bartolomé para ser organista de la parroquia de San Vicente de San Sebastián, el Ayuntamiento de Elgoibar y la Parroquia, eligieron para su sustitución a Bereziartua entre tres candidatos. Poco tiempo después el joven beasaindarra de 19 años emprenderá una larga y fructífera carrera en el campo musical, ya que se comprometió no sólo a ser organista, sino también animador y director de la banda de música, y profesor de la Academia de música y canto. Además, fue fundador del orfeón Lagun-Onak; asimismo fue armonizador, creando muchas composiciones, aunque la mayor parte se perdieron cuando se quemó la casa de la calle Santa Ana donde vivía la familia, cinco años antes de su muerte. Estas son algunas de sus composiciones:

*Composiciones religiosas: Misa in honorem de Santi Ignatii Loyolae, Salve solemnes, Eguberri kantak (8 aprox.).

*Obras para banda: Aires Vascos, Aufa y Marchas de Morkai, Plantillerito pasodoblia, Aupa Elgoibar.

*Obras para txistu: Txistularien kontrapasa, premiado en las Fiestas Vascas de Elgoibar de 1907; Burruntzalea, premiado en las Fiestas Vascas de Eibar de 1908; Ara nun diran y Guazen Loyolara.

Ignacio Bereziartua se casó con Felisa Aranberri Ansola y tuvieron siete hijos, y uno de ellos, llamado Asensio, aunque no era organista titular, en ocasiones tocaba el órgano en la parroquia. Cuando la familia Bereziartua-Aranberri vivía en la calle Santa Ana, se quemó la casa y construyeron un nuevo edificio en el camino al barrio de Azkue, casa que albergó la Academia de la Señorita Anita, ya que el músico Bereziartua era suegro de la citada profesora.

Nuestro músico falleció el 7 de marzo de 1958, con 74 años, tras 56 años como organista de la parroquia y casi 38 como director de la banda municipal.

Tiburcio Beristain Berriozabal (1904-1953). Futbolista.

Nació en Elgoibar el 14 de abril de 1904, siendo el más joven de cinco hermanos/as. Debió ser un joven valiente, ágil y atrevido para el deporte. Desde muy joven se dedicó a la práctica deportiva, jugando muy bien a pelota a mano, aunque se decantó por el fútbol, comenzando a jugar en la plaza de las Escuelas (padre Agirre) y en Azkue, hasta que el 4 de abril de 1925, se inauguró el campo de fútbol de Lerun.

El prestigioso médico Antonio Arrillaga, era en estos momentos alcalde, y el Elgoibar F. C. jugó contra el C. D. Esperanza de Donostia, actuando de portero de estos últimos, Beristain. Además de este partido inaugural, el corredor pedestre elgoibarrés, Mugerza, corrió contra el campeón de Gipuzkoa de cross Acebal, en un recorrido de doce vueltas al campo, alzándose con la victoria el elgoibarrés, según cuentan las crónicas.

Beristain casó con Rufina Urreta, teniendo 5 hijos/as, y vivió la familia en la calle San Francisco nº 49.

Fue un excelente portero del “Haundi” durante varias campañas, y es de mencionar que el 25 de julio de 1926, Beristain, los otros componentes del equipo (R. Fernandez, F. Etxeberria, R. Astigarraga, A. Untzilla, D. Urdinguio, S. Gabilondo, N. San Martin, A. Ezenarro, J. Alberdi, C. Alberdi, R.Garate, I. Azpiazu, J. Ezenarro) y los atletas del club, recibieron un homenaje por sus muchos éxitos deportivos. Beristain demostró dicho día que no sólo sabía hacer excelentes paradas, sino que también tenía habilidad para versificar en euskara, ya que en la comida celebrada ese día improvisó algunos versos; además, todo el equipo de fútbol bailó un aurresku tras la misa de homenaje.

Beristain fichó por el Deportivo Alavés en 1927 y militó allí durante cuatro temporadas, ascendiendo a Primera División en su última campaña. Posteriormente, pudo fichar por la Real Sociedad, jugando entre 1931 y 1935, también en Primera. Asimismo fue convocado por la selección española en 1934 para jugar, entre otros, el Mundial de Fútbol, siendo suplente del mítico portero titular Ricardo Zamora. También, participó con la selección vasca en 1930, entre otras convocatorias.

En la temporada 1935-1936 retomó su actividad como aficionado con el Elgoibar F. C., y ya a principios de año se menciona en una crónica que Beristain, además de jugador, era entrenador y presidente del club. El 19 de enero de 1936 el pueblo le rindió un homenaje en el que se le entregó el dinero recaudado en el partido que disputaron dos selecciones (jugando también el propio Beristain); la Real Sociedad de fútbol le rindió otro homenaje, el 14 de abril, enfrentándose en Atotxa veteranos del Amaikak Bat y la Real Sociedad. Al ganar la contienda los debarras, los de la Real pidieron revancha, jugando por segunda vez el 22 de abril, perdiendo de nuevo los donostiarras. El dinero recaudado en los dos partidos fue entregado al homenajeado.

Una vez concluidos los tres años de parón a consecuencia de la guerra civil, continuó la liga en la temporada 1939-1940, aunque ya Beristain no figuraba en las alineaciones habituales del Haundi, y probablemente disputaría los últimos partidos con el equipo de veteranos a finales de 1939. Sin embargo,el día de San José de 1945; participó en el primer encuentro contra los veteranos eibarreses, formando parte de la siguiente alineación: Beristain, Etxeberria, Fernández, Garate, Vallejo, Unzilla, Silbino, San Martín, Ezenarro, Astigarraga y R. Garate. También es reseñable que fue entrenador del Haundi durante estos años y que, a pesar de que en el libro del centenario sobre el Club Deportivo Elgoibar (K. Lizarralde: C. D. ELGOIBAR, 1917-2017) se diga que Beristain fue a Vitoria-Gasteiz en 1947 para entrenar al Alavés, dejando el equipo de su villa natal, deberíamos tomar esto como un rumor, ya que no hay documentación al respecto que lo acredite.

Participó en la guerra civil en el bando de “los vencidos” y, como tal, fue castigado a realizar trabajos forzados en condiciones durísimas, debilitando mucho su estado físico. Murió en 1953, a los 49 años. El gran futbolista eibarrés Ziriako (Errasti Suinaga, ex jugador del Alavés, Madrid y Selección Española), amigo íntimo de Beristain, llevó el ataúd junto a otros amigos a la iglesia y al cementerio de Olaso, según información de su nieto, Unai Zulaika Beristain en un vídeo.

Además de lo expuesto, Beristain fue muy querido en el pueblo y muy popular que con mucho gusto solía tocar la guitarra, cantando muchas veces entre amigos, incluso improvisando versos, como hemos expuesto anteriormente. Este entrañable elgoibarrés era un hombre humilde, amable y voluntarioso.

Elgoibar ha aportado muchos jugadores de fútbol, la mayoría de los cuales han sido deportistas aficionados, pero también y, no pocos, fueron profesionales, jugando en clubes de categorías superiores. Omitimos sus nombres, por lo prolijo que resultaría el nombrar a todos ellos.

María Antonia Egizabal Elgarrezta (1676-1723). Terminó el compromiso adquirido por su marido el arquitecto Lucas de Longa en la iglesia de San Bartolomé de Kalegoen.

Nació en Anzuola (Gipuzkoa) el 22 de abril de 1676, y fue esposa del arquitecto de Mendaro (Elgoibar), Lucas de Longa, quien desde 1693 dirigió las obras de construcción de la iglesia de San Bartolomé de Kalegoen. Longa fue el segundo arquitecto en la construcción de la iglesia de Kalegoen, diseñando nuevos planos.

Cuando su marido murió en 1703, sin haber finalizado el compromiso firmado por él con los mayordomos, Egizabal otorgó una nueva escritura con fianzas para finalizar la obra, terminando lo escriturado en 1705. El Concejo prestó conformidad a su trabajo, y al morir en 1723, le expresó su agradecimiento, ofreciendo a su familia 240 reales para oficiar misas en su memoria.

Antonio de Elorza Betolaza (1680-1734). Rejero.

Nació en Elgoibar el 8 de setiembre de 1680, siendo hijo del reconocido rejero Bartolomé de Elorza y de Mariana de Betolaza. Antonio casó el 10 de octubre de 1702, con María Antonia de Longa, sobrina del arquitecto Lucas de Longa. Por su parte, su hija Gracia, se unió con el polifacético artista, Gregorio de Agirre. Fue regidor del pueblo entre 1718 y 1719 y alcalde de la localidad entre 1723 y 1724.

Antonio de Elorza fue un reconocido y hábil rejero conservándose sus obras, entre otros lugares, en la catedral de Segovia, en la catedral de Burgos, en El Retiro de Madrid, en la catedral de Calahorra, en la de Santo Domingo de la Calzada, en la de La Redonda de Logroño, en las parroquias de Alfaro, en la parroquia de Sesma y en las San Juan y San Pedro de la Rúa de Estella, en la capilla de San Fermín de Pamplona, en el convento de San Francisco de Vitoria, en el Santuario de Loiola, etc.

Asimismo, realizó los siguientes trabajos para la parroquia de San Bartolomé de Kalegoen de su pueblo: las rejas de las ventanas de las sacristías, las rejas de las cuatro ventanillas de la puerta principal, el púlpito, la reja del antepecho del coro y la columna salomónica del inicio de la escalera del mismo coro. En cuanto a esta última pieza, los especialistas en forja le atribuyen un mérito extraordinario a esta columna, considerándola como el rico legado que Elorza donó a su pueblo natal, una perla única, trabajada con mucho cariño y maestría.

Eulogio Estarta Landa (1891-1955). Empresario.

Nació en Elgoibar el 12 de marzo de 1891.

Comenzó a trabajar en la fábrica de San Pedro a los doce años, acudiendo a la Escuela de Artes y Oficios, al atardecer. Posteriormente estudió mecánica y dibujo durante unos años en Bilbao, mientras trabajaba en un taller mecánico de la capital vizcaína.

Estarta se unió a José León Ziarán el 21 de abril de 1914, socio que para entonces Ziaran ya tenía experiencia en la máquina herramienta, ya que había comenzado a fabricar taladros en 1898; además éste estaba en la madurez, pues tenía unos 38 años, mientras que Eulogio solo tenía 23. Diecisiete meses después, Teodoro Ezenarro Garate se unió a la sociedad anónima (Ciarán Estarta y Cia), trabajando en el taller que tenía Ziaran en la calle San Francisco, nº 60.

Ziaran dejó la empresa en 1920 y se incorporaron dos nuevos miembros, Daniel Ansola y Alberto Ezenarro, denominándose a partir de entonces Estarta y Ecenarro, continuando en el mismo lugar, hasta que construyeron un nuevo taller en la calle Santa Ana, antes de la guerra civil (1936-39). Tras la guerra, construyeron un nuevo pabellón al otro lado del río, en una parcela del caserío Xixilion, fabricando no sólo máquina herramienta, sino también máquinas de coser (Sigma).

La empresa Estarta y Ecenarro fue durante muchos años el referente de Elgoibar. Además de crear numerosos empleos, fue la escuela de formación profesional de muchos trabajadores. De hecho, obreros formados aquí crearon nuevos talleres, siendo el origen del desarrollo de la posterior y actual industria de máquina-herramienta de nuestra localidad. Aquella gran empresa que fue tan importante para los elgoibarreses se cerró definitivamente en 1995.

Eulogio Estarta murió a finales de junio de 1955, en Barcelona. Nada más conocerse en Elgoibar esta triste noticia, se reunió el Ayuntamiento, declarando textualmente: “… el pésame por el fallecimiento de Don Eulogio Estarta, exconcejal, prestigioso industrial y gran bienhechor de las instituciones benéficas de la villa”, recordando que la empresa que él y sus socios crearon, contaba en aquel momento con 700 empleados y técnicos. Asimismo, la moción presentada por el alcalde Rezola el 22 de marzo del año siguiente y que fue aprobada por el Ayuntamiento, acordaba lo siguiente 1- El Ayuntamiento se alegró de que el último Consejo de Ministros concediera al difunto Estarta, la “Medalla al mérito en el Trabajo a título póstumo”; 2- que se le otorgara el título de “Hijo predilecto de Elgoibar”; y que se le entregara solemnemente escrito en un pergamino a su viuda Dominica Ansola Juaristi; y 3- que finalmente se le concediera la denominación de «Avenida de Don Eulogio Estarta Landa», para perpetuar su buen nombre, al tramo comprendido desde la entrada del puente hasta el barrio de las casas de la empresa «Sigma».

Angeles Etxabe Agirre. (1918-1995). Costurera.

Nació en Elgoibar, el 1 de marzo de 1918, en la calle San Francisco. Sus padres fueron José Etxabe San Pedro y Kandida Agirre Zubiaurre, y tuvieron tres hijos: Justa, Ángeles, la segunda y el menor, Justo, que murió en Vitoria en plena guerra con 18 años, cumpliendo el servicio militar.

Ángeles estudió en la escuela de las monjas de San Vicente de Paul, en Maala, situada junto al hospital y el puente, hasta los 14 años, y tuvo como maestra a Sor Ana.

Su madre tenía una máquina de coser y con ella aprendió a confeccionar medias y guantes. Así pues, una vez terminado el período escolar, aprendió a coser jerseys para personas de todas las edades y también confeccionaba vestidos de hilo y otras prendas. Ángeles Echave tenía una extraordinaria habilidad para estas ocupaciones, y tuvo como maestra a su hermana Justa, también de mano hábil.

Los Etxabe Agirre abrieron una tienda de alimentación en la calle San Francisco 27 (númeración de entonces). Su padre, José, era famoso en la fabricación de troqueles y básculas de escopetas, pero luego destacará como prestamista, tarea que desempeñó en numerosas localidades de Gipuzkoa y Bizkaia.

Ángeles Etxabe, tuvo buen éxito en la venta de ropa e hilos. Las prendas que ella confeccionaba eran muy apreciadas, tanto dentro como fuera de la localidad e hizo muchos clientes, sobre todo en Donostia y Eibar.

Se casó a Eibar con Luis Urzelai, tuvieron un hijo y una hija, abriendo un taller de bolsos y sillines de bicicletas. Ángeles fue una mujer locuaz, amable y alegre, y venía a menudo a Elgoibar, siendo su mayor afición la cuestión de la ropa.

Falleció en 1995 en Eibar, a los 77 años.

Eugenio Eduardo Etxaniz Arrieta (1903-1992). Maquinista de buques y armador.

Nació en Elgoibar, en casa Sastrekoa, de la calle Santa Clara, en 1903. Su padre, Lorenzo, era un sastre muy apreciado; su madre, María Lucía Arrieta, nacida en el caserío Lerun Txiki, además de dar a luz a once hijos/as, trabajaba con la aguja en la sastrería familiar, sobre todo cuando había mucho trabajo. Eduardo fue el noveno entre sus hermanos/as.

Tras cursar la enseñanza primaria en la escuela de Elgoibar, nuestro protagonista estudió mecánica en la Escuela de Armería de Eibar. Posteriormente trabajó como mecánico en un taller de Mendaro, y luego fue maquinista en bacaladeros de la compañía PYSBE (Pesquerías y Secaderos de Bacalao de España), fundada en Pasaia en 1919.

Durante la guerra civil, el destino le llevó fuera del País Vasco, tocándole vivir situaciones de alto riesgo. Y es que, como ya hemos dicho, Etxaniz trabajó en bacaladeros y, precisamente, en 1936 el ministro socialista de Marina y Aire, Indalecio Prieto, cuando Etxaniz era tripulante del barco Tramontana (gemelo del Mistral) de la PYSBE, reclamó el buque y su tripulación para tomar parte en la guerra, cambiándole de nombre y bautizándolo con el de Bou Gipuzkoa. Parece ser que este barco fue el que más vascos tuvo entre los de la Marina de la República, y actuó en el Mediterráneo bajo el mando del Estado Mayor de la Marina realizando trabajos especiales, concretamente el transporte de oro de Cartagena a Marsella, entre otros cometidos.

El buque Tramontana mantuvo durante la guerra la tripulación original que tuvo con PYSBE, al frente estaba Mariano Manresa (capitán de corpeta de reserva naval); el lekeitiarra Isaak Etxabe, primer oficial; Alvaro Aretxabaleta, capitán maquinista de Erandio; Manuel Aberasturi, segundo capitán maquinista de Arteaga y Eduardo Etxaniz de Elgoibar, tercer capitán maquinista. Más adelante se les unieron los alféreces de la Reserva, Amadeo Uribe de Lekeitio y Anton Brouard de Busturia.

Este grupo base y otros miembros formarán parte de la tripulación del yate Vita, que tendrá una misión especial, secreta, difícil y de una enorme responsabilidad: el traslado de fondos y bienes del Estado español a México. Aunque habría que aclarar que Etxaniz y la mayor parte de la tripulación desconocían el contenido de la mercancía que transportaban.

El citado Manresa viajó a Londres con la orden del Gobierno Español y se puso en contacto con Marino de Gamboa, de origen filipino y ciudadano estadounidense, para que éste comprara un barco con dinero dado por el Estado. Compró un yate muy hermoso llamado "Argosy" y fue rebautizado con el nombre de "Vita".

La noche del 28 de febrero de 1939 zarpó del puerto de Rouen (Francia) el yate Vita, llegando a Veracruz (México) el 23 de marzo y después de que los responsables de la carga mantuvieran una reunión con Prieto (líder del PSOE y ex-ministro) y de que éste hablara con el presidente mexicano Cárdenas, partió de Veracruz la noche del 29 y llegó a Tampico (México) el 30. Ahí terminó la aventura de la tripulación del yate Vita y, por lo tanto, de Eduardo Etxaniz. La familia tiene celosamente guardado el documento oficial del Servicio de Migración de México que le permitió a Eduardo Etxaniz Arrieta poder residir en aquel estado. Inicialmente será reconocido como inmigrante y "asilado" político el 2 de abril de 1939.

A continuación, varios oficiales que formaron parte del yate “Vita”, como los pilotos Etxabe y Brouard y los maquinistas Bilbao, Aretxabaleta y el elgoibarrés Eduardo Etxaniz, se dirigieron y establecieron en la Baja California. Por lo que se refiere a Etxaniz, se asentó en Santa Rosalía, donde conoció y se casó con María Jesús (Chui) Encinas. Un documento expedido el 12 de febrero de 1941 por el Servicio Mexicano de Migraciones a Etxaniz (tarjeta de identificación de tripulante), indica que pertenecía a la tripulación del vapor San Luciano, de la compañía de Boleo S. A., en Santa Rosalía (México).

Durante la Segunda Guerra Mundial algunos de estos marinos navegaron en barcos de transporte de tropas, y Etxaniz fue jefe de máquinas del USAT Wm. A. Glassford. En marzo de 2023, el estado de Texas (EEUU) ha rendido un homenaje de agradecimiento a los soldados vascos (1.100 biografías han sido recogidas por la asociación Santxo de Beurko) que lucharon con los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

Terminada la guerra, algunos fundaron varias empresas pesqueras, y Etxaniz se dedicó a la pesca del camarón en Guayamas (estado mexicano de Sonora) como armador, fundando “Pesquera Onena” y, siendo propietario de embarcaciones como Salma (hundida en 1963) o Wasp. En esta asociación también participaron Aretxabaleta y Brouard (éste último durante poco tiempo).

Eduardo Etxaniz Arrieta falleció en Elgoibar el 29 de julio de 1992, después de haber vivido los últimos años en su localidad natal. Sin embargo, tras jubilarse vivió en la época estival en Elgoibar y en la invernal en Guaymas y, además de su esposa Chui, en ocasiones también acompañaron al matrimonio sus hermanas Alberta y Ascensión.

Maria Petra Etxaniz Arrieta “Petra Zinekua” (“Petra, la del Cine”). (24-10-1886 / 27-05-1962).

Nació en el barrio de Santa Clara de Elgoibar, en la casa Sastrekoa. Su padre Lorenzo era un sastre muy apreciado, su madre María Lucía Arrieta, nacida en el caserío Lerun Txiki, además de dar a luz a once niño/as, trabajaba en la sastrería de casa, sobre todo cuando había mucho quehacer. Petra fue la mayor de los hermanos/as.

Merece la pena recordar que la profesión familiar tuvo continuidad en otras dos generaciones: Prudencio (1898-1956) y su hijo Jabier en Elgoibar; y Julio, hermano de Prudencio, que tuvo sastrería en Markina-Xemein. De hecho, cuando se impuso el prêt-à-porter -confeccionado en serie, según unas

medidas o tallas predeterminadas, que se acomodaban a un gran número de personas, vino la crisis de esa profesión artesanal. Sin embargo, hasta entonces, en las sastrerías se reunían en una amplia sala mujeres costureras tanto de la familia como de fuera, algunas de las cuales estaban aprendiendo el oficio.

Recordemos las sastrerías existentes en aquel entonces en Elgoibar: Etxaniz, los Garate, Ezenarro, Ajuria, Agirre, Clerigué, Agirregomezkorta y Vila. Algunos de estos abrieron tiendas de ropa tratando de adaptarse a los nuevos tiempos, aunque solo uno de ellos ha seguido hasta nuestros días. También existían en el pueblo mujeres costureras especializadas en confección de pantalones o en confección de jerseys, reparación de agujeros a medias, etc.

Petra Etxaniz contrajo matrimonio con el armero Juan San Martín, con quien tuvo cuatro hijos, uno de ellos desaparecido durante la guerra civil. Petra fue una mujer emprendedora que abrió cine en la calle Errosario, junto a la cerca del río, durante la época del cine mudo, en las primeras décadas del siglo XX. Por ello, fue muy conocida en Elgoibar, ayudándole en la proyección de las películas su hermano Prudencio Etxaniz y su hijo Teodoro, que falleció en la guerra.

Los que se levantaron contra la democracia, provocando la Guerra Civil (1936-1939), una vez ocuparon nuestro pueblo (21-09.1936) requisaron a Etxaniz la sala de cine, haciéndole cerrar el salón para siempre.

Es de destacar que esta mujer hacía un fármaco denominado “Botica de la Petra”, muy conocido y usado en el pueblo, para provocar el brote y curar la supuración de los granos.

Ana Etxeberria Agirregomezkorta “Señorita Anita” (1918-2012). Profesora.

Nació en Eibar el 26 de julio de 1918, aunque tenía también raíces de Elgoibar, porque su abuelo materno, carnicero en Eibar, parece ser que procedía del caserío Aubia del barrio de Idotorbe-San Pedro.

Desde muy joven sintió vocación de maestra y comenzó a estudiar magisterio “por libre”, estudiando en Eibar y acudiendo a Valladolid a examinarse, para obtener así el título. Sin embargo, su intención fue la de estudiar Ciencias Exactas, pero no pudo hacerlo por los grandes obstáculos impuestos a las mujeres para poder acceder a ciertos estudios universitarios. Además de los estudios de Magisterio, Etxeberria también cursó la carrera de Comercio.

Comenzó a trabajar como profesora en el mismo Eibar, abriendo una academia en un local sito debajo de la vivienda familiar localizada en la calle Ibarrekurutz, alcanzando gran éxito, además de prestigio en aquellos difíciles años de la posguerra.

Ana Etxeberria se casó con el elgoibarrés Ignacio Bereziartua (su padre, organista de la parroquia y ex director de la banda de música) y tuvieron dos hijos, Ignacio Manuel (1946) y José Miguel (1949).

Tras la unión de Ana Etxeberria e Ignacio Bereziartua, en 1944 fijaron su domicilio en Elgoibar, en la calle Santa Ana al principio, pero debido a incendiarse la casa, pasaron a residir al barrio de Azkue-San Roke, donde la familia Bereziartua construyó una nueva casa de planta baja y dos pisos, en 1950. En este año y en la planta baja de esta casa, abrió sus puertas la Academia de la “Señorita Anita”, aunque hay que decir que durante los seis años anteriores, tuvo escuela en la calle Santa Ana, primero y, en Txankakoa, después.

Su proceder pedagógico fue novedoso en cuanto al tratamiento de género, ya que mientras en los centros educativos existentes regía la separación de sexos, en la academia de la Señorita Anita las chicas y los chicos eran compañeros de clase en la misma aula, siendo el único centro mixto de todo el municipio.

Además, Etxeberria quiso dar respuesta a las necesidades económicas y sociales de Elgoibar a la hora de impartir los estudios, ajustando los conocimientos a la formación que requerían las empresas locales. Así, a los alumnos/as que habían terminado la enseñanza primaria, solía prepararles hasta el cuarto curso de bachillerato y, a su vez, les impartía enseñanzas para trabajar en oficinas. Cabe recordar con esto que, a pesar de la existencia de escuelas de Mecánica en Elgoibar y de Armería en Eibar, sólo los chicos estudiaban en estos centros, dado que en aquella época el taller era un mundo exclusivo de varones.

Sin embargo, en 1966 comienza a impartirse Delineación en la Mecánica de Elgoibar y más adelante también Administración, siendo mayoría las alumnas en estas dos especialidades. Pero debemos reafirmarnos en el extraordinario trabajo que la Señorita Anita realizó a favor de nuestra localidad, orientando a los jóvenes y sobre todo a las chicas al mundo laboral, y de esta forma dotando a las empresas emergentes de personal formado en materias administrativas.

Así pues, debemos resaltar que las principales beneficiarias fueron las alumnas, a las que posibilitó y cualificó en las siguientes asignaturas impartidas por ella: contabilidad, mecanografía, cartas comerciales, etc.

Para conseguir estos objetivos, es decir, para preparar bien a los alumnos/as y poder orientarles convenientemente hacia el mundo laboral, la “Señorita Anita” además de un gran carácter y capacidad pedagógica, era incansable, realizando sesiones de diez horas diarias, sábado incluido, y teniendo en el aula entre 20 y 30 alumnos que realizaban diferentes estudios o materias, siendo ella la única profesora.

En 1980 accedió a una bien ganada jubilación, y hay que añadir que los últimos años fue profesora de Administrativo en la “Meca”. Cuatro años después, en 1984, ex alumnos/as y el Ayuntamiento de Elgoibar le rindieron un merecido homenaje de agradecimiento.

Neke ugari hartu zenuen

guri burua argitzeko,

eskola onak eman zenigun

giza-bidean jartzeko.

 

 

Zugan ikasi genuan ona

ez da izango ahaztua,

zure izena gure bitartez

izan dadin goratua.

 

Un ex alumno de la Señorita Anita ha realizado el siguiente retrato de su querida maestra: “Mujer de su tiempo, maestra de un nivel superior, modelo de emprendizaje, de amplia cultura científica y literaria, de gran carácter, buena consejera y fiel seguidora de la fe cristiana”.

Tuvo también sus penas y disgustos, no sólo por la muerte de su marido, sino por la de sus dos hijos que fallecieron repentinamente, siendo ambos padres jóvenes. Los últimos ocho años estuvo enferma, y sus cinco nietos y seis bisnietos le dieron a su querida abuela y bisabuela la necesaria alegría y esperanza para vivir. Finalmente, la Señorita Anita falleció el 5 de agosto de 2012, a los pocos días de haber cumplido 94 años, el 26 de julio.

Bernardo Ezenarro Aranburu (1873-1956). Maestro de dibujo y director de la Escuela de Artes y Oficios.

Nació en Elgoibar el 20 de agosto de 1873, siendo el menor de cuatro hermanos/as del matrimonio de José Domingo Ezenarro y Petra Francisca Aranburu. Bernardo Ezenarro, a su vez, casó con María Osoro, teniendo dos hijos: Román (aficionado al arte pictórico) y Luis (sacerdote e historiador de Elgoibar).

Fue un gran maestro de dibujo. A los 13 años comenzó a estudiar dibujo lineal y artístico en Eibar. Tras profundizar sus estudios en San Sebastián, los terminó en la Academia de Arte de París, gracias a una beca concedida por la Diputación Foral de Gipuzkoa.

De regreso a Elgoibar, fundó una Academia de Dibujo en 1899, impartiendo las especialidades de lineal, ornamental y figurativo. Así, este centro fue el primer paso de la futura escuela de Artes y Oficios que el Ayuntamiento abrió en 1916 con los siguientes profesores: el sacerdote José Yeregi (física); Marino Rodríguez (aritmética y geometría); Pedro Larrañaga (francés y prácticas comerciales); Bernardo Ezenarro (dibujo lineal y decorativo).

Quien había sido profesor y director de dicho centro se jubiló a los 78 años, dedicando en total 52 años a la docencia. El 29 de junio de 1952 fue homenajeado por el Ayuntamiento, programándose los siguientes actos en honor al maestro Don Bernardo: - A las 10:00 misa en la parroquia por los antiguos alumnos fallecidos, con la presencia de las autoridades; - A las 11:00 acto de fin del curso 1951-52 de la Escuela de Mecánica de Formación Profesional: trabajo realizado, cuentas, balance, lectura de notas a los alumnos y entrega de premios; homenaje y obsequio a Don Bernardo (álbum artístico con las firmas de todos los ex alumnos); a las 12:00 colocación del busto de Don Bernardo en la sala de dibujo de la Escuela; apertura de la exposición de los trabajos realizados por los alumnos durante el curso. A las 13:30 banquete de honor dedicado a Don Bernardo en la plaza de abastos, presidido por las máximas autoridades.

Falleció el 21 de marzo de 1956, y al anochecer de ese día, el Ayuntamiento de Elgoibar se reunió para celebrar la correspondiente sesión ordinaria (Román Ezenarro, hijo de Bernardo, era concejal y no asistió por dicho motivo), acordándose por unanimidad levantar la sesión en señal de duelo. Es muy ilustrativo lo recogido en el acta por el secretario municipal, sobre la figura de Bernardo Ezenarro: «La pérdida que supone para el pueblo de Elgoibar la muerte de tan preclaro hijo eximio artista del pincel y maestro indiscutible» de la Escuela de Artes y Oficios dejando tras de sí una estela de triunfos y una pléyade de discípulos que le honran y admiran y representan el florón magnífico del progreso, laboriosidad y pujanza espiritual de este pueblo ejemplar».

En 1969 la Corporación decidió poner su nombre a una calle de la villa. También el Instituto de Formación Profesional llevó el nombre: “Bernardo Ezenarro”.

Simon de Gabiola Zabala. (1581/mediados del S.XVII). Pagador de las armadas de las Indias del reino de Castilla

Nació en Elgoibar el 8 de febrero de 1581. Su padre Antonio Gabiola era originario de la casa solar de Gabiola en Mendaro; su madre, Isabel Zabala, por su parte, era hija de la casa solar elgoibarresa de Zabala. El matrimonio residió primero en la casa solar Gabiola y, más tarde, se asentó en Elgoibar, en una casa de la calle, de conformidad con la declaración de los testigos presentados para la concesión a Simón del título de la orden de caballero de Santiago.

Simón de Gabiola fue en su época el principal “Pagador de las Armadas de las Indias del reino de Castilla” nombrado por el rey Felipe IV. Gabiola obtuvo el título de caballero de la orden de Santiago, para lo cual cincuenta testigos de Elgoibar, Mendaro, Deba y Bergara dieron testimonio el año 1632, sobre su origen y limpieza de sangre; concluyendo que “era noble por los cuatro costados (los padres y los abuelos) de casas y solares y conocidos con la limpieza y demás calidades”, por lo que reunía todas las condiciones para concedérsele dicha merced.

 

 

María Garate Unanue “Kozineria” (17.09.1903./05.12.1974). Cocinera y matrona.

Nació en el caserío Arteaga de Zestoa, sito en la misma calle, el 17 de septiembre de 1903. Su padre era un carbonero de Mendaro y su madre de Zestoa. Fue la mayor de cuatro hermanos/as. Comenzó a trabajar como sirvienta muy joven y aprendió cocina en el balneario de Zestoa, donde estaba empleada. En Elgoibar fue criada de la familia de José María Mujika, el de la fundición, en cuya casa sirvió muchos años, por lo que se hizo muy familiar.

Se casó en 1930 con José María Iriondo del caserío Garaño de Altzola y tuvieron cuatro hijos/as. Iriondo trabajó en las empresas Orbea de Eibar y Gabilondo de Elgoibar. Por su parte, María Garate fue una mujer muy trabajadora, que no sólo se preocupó de su familia, sino que también fue una reconocida cocinera que no sólo le reclamaban del balneario de Altzola, sino también de restaurantes de Elgoibar, Eibar, Soraluze y Bergara e, incluso, de muchas casas particulares cuando tenían alguna celebración especial: bautizos, comuniones, etc.

Sin embargo, resulta sorprendente la otra ocupación que tuvo María, la de comadrona. Supimos por medio de su difunto hijo Luis Mari Iriondo, que ayudó a dar a luz a muchas mujeres. En efecto, se decía de ella que era una persona que tenía una gran facilidad de aprendizaje y muy hábil. Hay que tener en cuenta que en aquella época no había matronas con estudios universitarios, de ahí que estas mujeres experimentadas, actuaran como ayudantes de los médicos. Así, muchas veces los galenos de Elgoibar Tomás Zubizarreta y José Eizagirre solían acompañarse de ellas como ayudantes.

Fue una mujer popular, colaboradora, alegre, de dulce conversación y apreciada por todos, a la que le gustaba mucho el juego de cartas. Recordaba con frecuencia el viaje que hizo a Roma, conociendo al Papa, y también las peregrinaciones que realizaba a causa de su profunda fé.

Desgraciadamente, al acabar su trabajo en una casa particular y bajando la escalera, falleció a consecuencia de la caída sufrida el 5 de diciembre de 1974, a los 72 años, padeciendo poco, como era su último deseo.

Merece también ser citada otra mujer elgoibarresa que pertenece a su generación y de las mismas características: Lázara Elustondo. Ésta también fue cocinera y comadrona de renombre. Trabajó como cocinera en el Hotel Avenida de San Sebastián, además de otros restaurantes (Leonardo de Elgoibar, en Vitoria-Gasteiz) y en numerosas casas particulares.

Teodora Gurrutxaga Mugerza (1906-1994). Peluquera.

Nació en la calle Rosario de Elgoibar, el 9 de noviembre de 1906. De joven trabajó como grabadora y damasquinadora hasta los 25 años, en un pequeño taller situado en la calle San Francisco. A los 25 años fue a aprender peluquería con el conocido peluquero eibarrés Lorenzo. A principios de la tercera década del siglo XX, en la calle Errosario, abrió la primera peluquería de Elgoibar.

Fue una mujer trabajadora, que comenzaba su labor muy temprano y la prolongaba hasta el anochecer, cortando, peinando y embelleciendo el pelo a muchas mujeres tanto del casco elgoibarrés como de los caseríos de los alrededores. Tras Teodora Gurrutxaga abrieron también peluquería en Elgoibar: Sabina Arrieta, Juanita San Martín, Nieva (Ramona y Rosario Urain), Florita Ruiz-Poveda, etc.

Se casó con Romualdo Andonegi, el 3 de mayo de 1936 y tuvieron tres hijos/as.

Romualdo y su hermano Tomás, Andonegi, nacidos en Deba, vinieron con su familia a Elgoibar hacia 1915/1916, muy jóvenes, siendo ambos hábiles bailarines. En el caso de Romualdo, además de ser aurreskulari, fue maestro y enseñante de danza; para ello contó con la inestimable ayuda de José Lorenzo Pujana, maestro de danza de Gipuzkoa. Así, cuando se inauguró el Batzoki en la calle Errosario, intervino un grupo de ezpatadantzaris, preparado por Andonegi y Pujana, que representaron también la sokadantza, el día de San Bartolomé Txiki del año 1932. Además, cabe recordar que los dos hermanos Andonegi fundaron la empresa Ziur en 1945 y fabricaron micrómetros de precisión.

Hacia 1958, construyeron en Urazandi una nueva casa, junto al puente, donde tuvieron vivienda las dos familias, Andonegi Gurutxaga y Andonegi Garzia, ubicando el citado taller en los bajos de este edificio.

Durante la guerra (1936-1939) el marido de Teodora Gurrutxaga, Romualdo, estuvo preso en la cárcel de Santoña, y fue Teodora quien sacó adelante a su familia con el trabajo de peluquera, ya que para entonces había nacido su hijo Jabier (9.04.937). Trabajó en la peluquería hasta principios de los años sesenta del siglo veinte.

Gurrutxaga en su juventud actuó en el mundo teatral y junto a algunos/as (diecinueve mujeres aparecen en una foto de entonces) representaron, entre otras obras, “El alcalde interin”. Le gustaba el cine y las novelas, así como ir a jugar a las cartas con las amigas, al Hogar del Jubilado.

Murió el 14 de febrero de 1994.

Juan de Ibarra Elormendi. Siglo XVI. Señor del palacio Ormaetxea y capitán del Ejército.

Fue el señor de la casa Ormaetxea (casa torre, palacio) que se ubicaba en Maala, detrás del caserío Etxezuri (actualmente ambos desaparecidos). A mediados del siglo XVI, siendo capitán de Infantería, participó en África y en otros lugares al servicio de los reyes Carlos I y Felipe II, y fue también mayordomo de artillería del Ejército Real.

Ibarra fundó su mayorazgo, al que unió numerosos juros y censos, las veinte casas que tenía en Málaga y una casa en Ubitarte de Elgoibar: En el inventario entonces realizado, se citan además de la casa Ormaetxea, la ferrería de Andikano desde 1545, la antes citada casa de Ubitarte, donde fundó el hospital de Santa Ana, y los caseríos Erretxundi y Antxola. Los Ibarras dispusieron también de casas y bienes en Mutriku.

A pesar de que la iglesia de Santa María Magdalena era de fundación real, la familia Ibarra obtuvo el derecho a ser enterrada en ella, previa autorización de cabildo sacerdotal de la parroquia de Olaso, por lo que fueron inhumados en ella varios miembros de esta familia.

Pedro de Ibinaga. Siglo XVI. Posiblemente, fue el primer maestro municipal de Elgoibar.

En el primer libro de actas que se conserva en el archivo municipal de Elgoibar aparece el primer maestro de escuela, contratado por el Concejo. El alcalde, Bartolomé Yartua, y los regidores, Martín Arriola y Pedro Gárate, declararon en el Pleno municipal del 1 de enero de 1560, que la localidad se encontraba en precaria situación sin maestro, por lo que era urgente su provisión “para que los naturales de esta villa saliesen hombres e bien criados”. Así, encontrándose el maestro Ibinaga en esta reunión municipal, las dos partes firmaron el correspondiente contrato.

Pedro de Ibinaga, de 26 años, natural de Ermua, será, por tanto, el maestro de la escuela municipal y entre las condiciones pactadas, caben destacar las siguientes: -debía comenzar a dar clases ocho días después de la firma del convenio; -debía vivir en la villa sin abandonarla, si no tuviera justa razón; enseñarles bien a los chicos, todo lo que podía y sabía.

El pueblo le dispuso una casa para que viviera y diera clases, así como la leña que necesitaba y, al principio, le pagaron 4 ducados de sueldo anual y unos años después, le subieron a 24 ducados. Los padres de los niños escolarizados debían pagar una cuota mensual por cada hijo, familiar o criado, según el nivel de estudios a realizar: medio real por aprender a leer; un real por aprender a leer y escribir; y dos reales por aprender a leer, escribir y hacer cuentas.

No cabe duda de que las familias poderosas tuvieron sus maestros antes e incluso después de esta época, ya que para gestionar sus negocios necesitaban que sus miembros supieran leer, escribir y hacer cuentas.

Por último señalar que esta escuela que abrió el Concejo, era sólo para los niños y que lamentablemente tuvieron que pasar muchos años, hasta 1763, para el inicio de la formación de féminas.

Justa Intxausti Muguruza (18.10.1925/10.02.1991). Tabernera

Nació en el caserío Olazarreta (Casablanca) de Elgoibar el 18 de octubre de 1925, en el seno de una familia muy numerosa compuesta por la madre y el padre y once hermanos/as, siendo ella la sexta. El padre Gillermo Intxausti nació en Segura (Gipuzkoa), era cantero y vino a Elgoibar a construir el camino de Ermuaran-Sallobente, trabajó también en la fábrica de San Pedro y luego se dedicó a la armería, fabricando las cajas de escopetas; mientras que la madre, la elgoibarresa Dominga Muguruza, también tuvo que trabajar mucho para sacar adelante a su numerosa familia.

Justa Intxausti, tras estudiar en la escuela pública, comenzó a cuidar niños en el caserío Lerun Txiki a los 12 años, y posteriormente trabajó en el taller de bicicletas BH de Eibar. En 1950 se casó con Gabriel Gabilondo y tuvieron dos hijas: Mariasun y María Ángeles. Cuando Intxausti y Gabilondo se casaron, adquirieron la antigua cafetería Izeta, situada en Kalebarren, y la denominaron Gabi (abreviatura de Gabilondo).

Hay que recordar que quienes se levantaron contra la democracia requisaron a los Izeta aquel local social de gran importancia para los elgoibarreses. Hizo funciones de Batzoki, y en él los hermanos músicos Izeta, Ebaristo (organista y director de la banda de Gorliz, de Zumaia y de Santa Cruz de Tenerife, entre otras agrupaciones) y Juan Bautista (director de las bandas de música de La Arboleda (Zugaztieta) y Ondarroa), solían ofrecer conciertos tocando el piano en solitario o conjuntamente.

Después de que la FET y las JONS ocuparan el primer piso del local de Izeta, ese movimiento político lo utilizó durante el largo período franquista, en el que fueron suprimidos los derechos civiles y libertades, y sólo les era permitido reunirse allí, a los del sindicato vertical, los tenderos, los empresarios y los del grupo de teatro para hacer sus ensayos, entre otros, eso sí, controlados por el partido del régimen.

Madre e hijas acompañaban al padre en el obrador del bar Gabi en la elaboración de pasteles, helados y caramelos, que después ofrecían a los clientes. Y es que Gabriel Gabilondo, estuvo empleado en la pastelería Muruamendiaraz desde antes de hacerse cargo del bar, por lo que tenía el oficio bien aprendido.

También es de reseñar que el comedor de la parte trasera del bar, además de ser utilizado por ellos mismos, era sede del club de fútbol C. D. Elgoibar durante algunos días de la semana, y que esta familia vivió intensamente las vicisitudes del Haundi, equipo del que el propio Gabi fue jugador en su juventud.

Cuando Gabi murió el 22 de julio de 1969, Justa quedó a cargo del bar. Era naturalista, le gustaban mucho las flores. Todos los fines de semana organizaba una quina en el Gabi, para ayudar al C.D. Elgoibar. Cerró el bar en diciembre de 1986, por problemas de salud, muriendo cinco años después.

Las hijas, Mariasun y María Ángeles, tienen guardados en su corazón y mente las hermosas vivencias vividas en el Gabi. Por ejemplo, lo abierta que era su madre para las relaciones personales, manteniendo buena comunicación con los jóvenes (radio Zazpiki); con el personal del Ambulatorio (cuando estaba en la plaza del mercado); con los cazadores que allí se reunían y Justa Intxausti les cocinaba lo que habían cazado. Asimismo recuerdan que los amigos de Gabi se reunían allí en ocasiones para merendar; que los días de feria la compra-venta de ganado se hacía habitualmente en la cocina del bar; que ellas (Mariasun y María Angeles) y sus amigas, siendo como eran jóvenes, solían organizar guateques allí y, por último, que todos los jueves la muy numerosa familia Intxausti hacía merienda-cena en el Gabi.

Rosario Iriondo Altuna (1931.10.04). Enfermera.

Nació en Elgoibar el 4 de octubre de 1931. Fué su madre María Altuna Mendikute (1909) y su padre Francisco Iriondo. Estudió en la escuelas públicas, y al morir su padre en 1939, cuando ella tenía ocho años, la vida se le puso cuesta arriba. De hecho, su madre se trasladó a Bilbao como nodriza para ganarse la vida y ella vivirá con sus tíos en Elgoibar. A los dieciséis años, sin embargo, se desplazará a Bilbao al lado de su madre y aprovechará muy bien el tiempo: por la mañana acudiendo a Basurto para estudiar enfermería y, por la tarde, trabajará de secretaria. Su madre trabajaba ya en casa de un médico.

Tras obtener el título de enfermera a los diecinueve años continuó en la capital vizcaína trabajando otros seis años en el hospital de Basurto. Después vinieron a Elgoibar madre e hija, y compraron una casa en Artetxe, trabajando en la enfermería de la gran empresa Estarta Ecenarro, en compañía de un médico. Rosario Iriondo decía, hace unos años, que aquí había tenido un trabajo tranquilo y sin sorpresas, con sólo pequeñas heridas que atender.

A los veinticinco años, en 1956, contrajo matrimonio con José Luis Azurmendi Garmendia, de Orendain (Gipuzkoa), con quien tuvo dos hijos: Iñaki y Jon. Ocupada en la crianza de estos durante nueve años, a continuación le ofrecieron trabajo en Eibar, en un laboratorio, realizando extracciones de sangre y ayudando en los análisis clínicos. Decía ella que estuvo muy a gusto en la ciudad vecina, durante siete años. Por último, regresó a Elgoibar a propuesta de sus superiores, aunque al principio tuvo sus dudas, pero trabajar en el propio pueblo tenía su ventaja: el ir al centro de trabajo sin coger el coche.

Comenzó en el ambulatorio que estaba junto a la plaza del mercado y tuvo la oportunidad de inaugurar el actual, jubilándose aquí, en 1998. En total estuvo cuarenta y tres años trabajando, e hizo los últimos veinticinco años en su propia localidad. Durante estos años fue ayudante de un médico, haciendo la siguiente valoración de su actividad: “… en el pueblo al ser todos conocidos, enseguida hacíamos los trámites. Cuando a alguien le daba algún mal o moría, nos arreglabamos como en familia”. En su opinión, las cosas cambiaron unos cinco años antes de que se jubilara: “A continuación comenzó a venir gente nueva y el ambiente se enfrió”.

Rosario Iriondo, a la hora de valorar globalmente su trabajo decía que: “En el hospital lo más bonito era estar con los mismos enfermos”. Si volviera a nacer, sería enfermera para estar con los enfermos. El haber estado con los enfermos ha sido una gran cosa para mí”.

Toribio Iriondo Sasiain (1848-1922). Sacerdote y escritor.

Nació en Elgoibar el 16 de abril de 1848. Siendo un muchacho entró en el Seminario, y durante los años posteriores a ser ordenado sacerdote ejerció en Elgoibar, desde 1877 hasta 1885, siendo capellán del hospital San Lázaro; mientras que su amigo el escritor Pedro Miguel de Urruzuno, fue párroco de la parroquia San Bartolomé desde 1876 a 1879, por lo que coincidieron ambos durante tres años en la labor pastoral de su pueblo natal.

Después Iriondo fue coadjutor de la parroquia de Zumarraga y, años después, párroco de Alegia. Parece ser que de aquel pueblo de Tolosaldea regresó a Elgoibar, donde ejerció de sacerdote de la parroquia hasta su muerte.

Murió el 19 de septiembre de 1922 en su villa natal. Así el escritor Kirikiño en la primera página del diario Euzkadi, dos días después de su fallecimiento escribía lo siguiente: “Izpar beltza: Elgoibarren il zan illa onen 18 «Iriondo`tar Toribi jaupari jauna».. Bere bizitza guztijan euskaltzale on bat ixan da…, eta euskel idazlea be bai… Asimismo, en la tercera página del dicho diario, el corresponsal de Elgoibar y familiar de Iriondo, Kele, decía: “Azteazkenian il zan euskaltzale ta abertzale ona zan Iriondo `tar Toribi jauparia”. “Bere bizitza guztian euki du euskeraganako maitetasuna, sorturik ainbat idazti eleizkor….; euren artian, Euskelerri guztian zabaldua dagon abesti ospatsua Ogi Zerutik etorria”.

Decían los cronistas a su muerte, que durante toda su vida amó el euskara, escribiendo textos religiosos en dicha lengua y creando, entre muchas, una canción que se hizo muy popular en toda Euskal Herria, como es Ogi Zerutik etorria… Hoy en día también se canta tanto en Hegoalde como en Iparralde.

Se centró, por lo tanto, en el tema religioso, siendo el género dominante la poesía, algunas de estas dedicadas a Nuestra Señora. Fue colaborador de las revistas Euskal Esnale e Ibaizabal y también hay que destacar su faceta de recopilador, ya que recogió cinco

canciones para el “Cancionero popular vasco” de Azkue (Oy, bart; Aldapeko sagagarraren; Logura naiz ta logale; Gazte zoroaren; y Peru gurea Londreserako); y dos cuentos para la revista “Euskalerriaren Yakintza” (Alostorrea eta Zegamako bilindrinak).

Domingo de Irure.(Entre el primer cuarto del siglo XVII hasta 1679). Escribano. Posible autor de unos versos en euskara.

No sabemos con seguridad cuándo y dónde nació. Sin embargo, cuando litigó el expediente de hidalguía en 1663 decía que era descendiente de la casa Irure del lugar de Arroa en la jurisdicción de Deba; muriendo en Elgoibar el 22 de diciembre de 1679. Sabemos también, por el registro de la parroquia de San Bartolomé, que Domingo de Irure se casó con la elgoibarresa Ana María Etxeberria en el mismo Elgoibar, el 15 de setiembre de 1663, y que vivieron en el Arrabal (calle San Francisco).

Fue escribano desde 1662 a 1669, y sus documentos notariales se encuentran en el archivo de protocolos de Gipuzkoa en Oñati, recogidos en 12 volúmenes y 3.100 páginas.

Una vez casado y adquiridos los derechos de vecindad, solicitó al Ayuntamiento de Elgoibar que le nombrara escribano numerario, ya que de cuatro escribanías había una vacante desde hacía veinte años por muerte del escribano Antonio de Olea. Pero la respuesta del Concejo fue que esta escribanía estaba ocupada por Francisco de Soraiz, natural de la villa. Entonces Irure reclamó ante el Rey y su Consejo de Cámara, argumentando que Soraiz “no se ha examinado de escribano, ni tomado posesión, ni presentado título como debiera”.

Efecivamente, Domingo de Irure debía de tener razón, ya que en el Concejo particular del 10 de mayo de 1665, las autoridades municipales le reconocieron como escribano de número, una vez que el secretario Santiago de Irunaga leyó su título oficial y el alcalde Pedro Arriola Altzola le dió posesión del oficio.

Domingo de Irure además de escribano, fue regidor en 1669 y también síndico en 1673 del ayuntamiento de Elgoibar. Además de eso, en 1667, los responsables del convento de San Francisco le nombraron por su representante para mediar y consensuar con los comisionados del cabildo de la parroquia de San Bartolomé sobre las salidas para acompañamiento del cuerpo de los difuntos.

Irure a consecuencia de una reyerta que tuvo con el jurado Domingo de Ezenarro, el alcalde Arriola, como justicia mayor de Elgoibar, le retuvo preso en el verano de 1665, hasta que el Corregidor tomó parte en el asunto y le liberó, una vez pagada la fianza.

Los versos que transcribimos a continuación, escritos en un pequeño papel corriente que se encontraban entre las escrituras de Irure, creemos que en razón de su contenido, pueden estar relacionados con el incidente que tuvieron Irure y Ezenarro.

Nori mundu onetan ezpada neuri

gorpuz vegui gauea dijo ecarri

neure pena guciac agaz azturic

esperancagaz nago consoladuric

eztet atribuicen dala burlea

besterena yçan çan aren culpea

bidaldu ezquero gorpuz berea

sin duda yçango da veguia neurea

verrecustea deseacendot

posible baldin bada laster eguin godot

bitarte onetan nagoan contentu

arren ceru altua suerte yndaçu

Nori mundu honetan ez bada neuri

gorputz begi gabea dio ekarri

neure pena guz(t)iak ha(re)gaz a(ha)zturik

esperantzagaz nago kontsolaturik

ez det atribuitzen dela burlea

bestearena izan zan haren kulpea

bidaldu ezkero gorputz berea

sin duda izango da begia neurea

berrikustea deseatzen dot

posible baldin bada laster egingo dot

arren zeru altua suerte indazu.

El historiador y amigo, José Antonio Azpiazu, publicó en 1988 en el cuaderno de sección de Lengua y Literatura de Eusko-Ikaskuntza el artículo "Palabras y textos vascos antiguos", en el que se daba el texto anterior. Comparto la razón que da en cuanto a la veracidad, ya que los caracteres que figuran en este pequeño escrito y en las escrituras del escribano son los mismos, es decir, que fue el propio Irure quien escribió el texto, aunque no sepamos si fue de su propia inspiración.

Tras pedir su opinión sobre este texto a Angel Ugarteburu, filólogo, amigo y excompañero, experto en bertsolarismo, nos dió la siguiente respuesta: Se trata de una composición irregular de doce líneas que rima por parejas, escrita en dialecto vizcaíno.

En cuanto al tema, coincido con Ugarteburu en que es una metáfora o alegoría de lo que le ocurrió a Irure cuando estuvo retenido en prisión, lanzando un mensaje por el que expresaba su deseo de salir de la ceguera u oscuridad carcelaria a la claridad.

Juanita Isasti Irusta. (10.07.1918/12.12.2012). Planchadora.

Nació en la casa “Sakristaukua” de Altzola, el 10 de julio de 1918, en el seno de una familia numerosa de siete hermanos/as. Varias generaciones anteriores de esta familia, hasta la actualidad, se han ocupado de la sacristanía de la iglesia de San Juan Bautista del lugar, residiendo en la casa situada contra el muro de la sacristía.

Juanita Isasti se casó con Félix Garzia Garate de Elgoibar, fijando su domicilio en la calle San Bartolomé, 2, donde tuvieron y criaron cuatro hijos/as.

Comenzó a planchar y almidonar fuera de su casa en 1948 y, poco después, contó con la inestimable ayuda de su tía Benita Irusta (Altzola, 1904; México, 1985). En una entrevista que le hicieron en el semanario Barren, decía lo siguiente a este respecto: “Le dije a la tía que viniera a Elgoibar, que había más (trabajo) que para las dos”. Benita Irusta, con amplia experiencia en el planchado, ya que se había dedicado largo tiempo en esta labor en los centros hosteleros de Altzola, era viuda, puesto que, durante la guerra civil, su marido Mariano Arrillaga Arriola, fue asesinado por los fascistas en Deba el 24 de octubre de 1936. Cuando ocurrió esta tragedia, quedó con un hijo de un año y nueve meses que sacar adelante.

El marido de María Teresa …, del Hotel Larrañaga de Altzola, que trabajaba en el Banco de Vizcaya, fue destinado a Londres, llevándose de sirvienta de la familia a Benita Irusta, recién enviudada, y estuvieron cerca de un año en Inglaterra. También trabajó Benita en Villamediana (La Rioja), en una finca del elgoibarrés José Peñalba, denominada “Granja Itziar”, como cuidadora y empleada, trasladándose a Logroño a vender los productos de dicha explotación, hasta que en Elgoibar se le presentó la oportunidad de ayudar a su sobrina Juanita Isasti.

Unos diez años trabajaron juntas tía y sobrina, y también compartieron la misma vivienda Benita y su hijo Juan José con Juanita, el marido de ésta, Félix Garzia e hijos/as. Hasta que Juan José Arrillaga en 1958, y su madre Benita Irusta, a los tres años, se trasladaron a México, y con esta última también se desplazó Mila Totorika, esposa de Juan José, ya para entonces casados.

Estas planchadoras tuvieron gran actividad durante muchos años, al ser únicas en el pueblo, contando con un gran número de clientes, tales como el restaurante Barrutia (manteles, servilletas etc); 60 camisas a la semana para el sastre

José María Agirre recién llegado de estudiar en Barcelona; vestidos, trajes, camisas, cortinas, tapetes, manteles, suplementos para cunas de niños recién nacidos, etcétera, para muchos particulares. Además, es conveniente recordar que en aquella época, los hombres vestían camisa blanca con corbata, no solo en celebraciones especiales como bodas, funerales, bautizos, comuniones, sino también en domingos y días de fiesta. En las comuniones, por ejemplo, había que planchar y almidonar los vestidos de las chicas (a veces, hasta 24 tenían colgando en casa, uno al lado del otro) y los lazos y camisas de los chicos, siendo muchos los niños (generación baby boom) que hacían la primera comunión. Asimismo, las muchachas comenzaban con el ajuar matrimonial a los 12 años, cosiendo ropa de cama, mantelería, etc., que después necesitaban ser bien planchada, para después lucir con orgullo; también los curas solían usar alzacuello, el cual tenía que estar duro y brillante.

Juanita Isasti declaró al semanario Barren, el 24 de enero de 1997, que el trabajo de planchadora era duro. A la pregunta de la periodista «¿Muchas horas de pie, no?», respondió textualmente: «¡Un montón¡ Comenzar con la Forja (frente a la Estación del tren) a las 6 de la mañana y por la noche tomar café y seguir y seguir, hasta que el gallo de casa Aizpiri empieza a cantar». Decía también que en Semana Santa había mucho más trabajo, porque “entonces la gente estrenaba ropa y se debía de llevar bien planchada”.

Pedro José Iturriza Arriola. Siglo XIX. Brigadier.

Nació en Mendaro el 10 de noviembre de 1793, siendo bautizado en la iglesia parroquial de la Asunción de Azpilgoeta. El padre fue Ignacio Iturriza Etxabe y la madre Agustina Arriola Muguruza.

Fue brigadier carlista y comandante general en Gipuzkoa. El rey carlista Carlos V le otorgó el título de barón en 1839. Asimismo, en el boletín “Navarra y las Provincias Vascondas” de 27 de octubre de 1837, publicado en época de la guerra carlista, a Pedro José de Ilurriza le nombraron “Excmo. Sr. Capitán General de Navarra y Provincias Vascongadas”.

Catalina de Itziar, (9.10.1579 ó 29.12.1580/11.01.1632). Comerciante.

Nació en Deba, aunque no sabemos si fue en 1579 o en 1580, puesto que en el Libro Sacramental de esa localidad, figuran dos niñas de nombre Catalina y de apellido Itziar. Murió en Elgoibar en 1632, probablemente. Se casó con Pedro Hemasabel Garate y tuvieron seis hijos/as, el primero en 1606 y los dos últimos en 1615, ya que fueron gemelos.

El hecho que a continuación expondré, nos asegura que la señora Itziar se dedicó al comercio. El conocido historiador y amigo J. A. Azpiazu me ha proporcionado el documento original, que también está publicado en su libro “Balleneros Vascos en el Cantábrico”. Así, Juan de Olabarrieta, vecino de Deba, declaró ante el alcalde de su pueblo, para testificar sobre la captura de una ballena en la costa, el 4 de enero de 1617, con su pinaza (barco pesquero) y con la ayuda de otros vecinos. Si bien el documento señala los problemas que tuvieron para transportar la ballena hasta la villa, lo que nos interesa es que, una vez despiezada la ballena en las rocas, extrajeron 26 barricas de grasa en el pueblo, de las cuales 15, fueron vendidas a Catalina de Itziar (mujer legítima de Pedro de Emasabel), en aquel momento vecina de Elgoibar, quien tenía intención de vender el producto en Castilla.

Parece que la profesión habitual de Catalina era la de comerciante, quizá también podría ser la de su marido Hemasabel, pero en el documento figura su apellido como consorte y no como socio.

En la escritura también se señala que cada barrica pesaba 18 arrobas castellanas, es decir, teniendo en cuenta que una arroba pesa 11,5 kg, la señora Itziar compró 3.105 kg de grasa de ballena. Desde la perspectiva actual, se nos antoja que Catalina viviría una auténtica aventura con esta carga, al tener que subir la mercancía por el río, desde el puerto marítimo de Deba, al fluvial de Altzola, en alas o gallupas y después transportarla por los caminos de aquella época a Castilla, a través de Vitoria-Gazteiz.

Ignacio Izagirre Etxaniz (1896-1974). Atleta. Lanzador de peso, disco y jabalina.

Nació en el caserío Upai (Sallobente-Ermuaran) de Elgoibar en 1896, de ahí el sobrenombre de “Upai”, muriendo en la misma localidad a finales de 1974. Fue un gran atleta que vistió no sólo la camiseta del C. D. Elgoibar, sino también la del Sartako y C. D. Esperanza de San Sebastián, entre otros

equipos. Entre 1918 y 1927 consiguió un excelente palmarés en lanzamiento de peso, jabalina y disco:

Campeón de Gipuzkoa:

En lanzamiento de peso: en 1918, 1919, 1920, 1921 y 1922.

En lanzamiento de jabalina: en 1920 y 1922.

En lanzamiento de disco: en 1920 y 1925.

Campeón de España:

En lanzamiento de peso: en 1920, 1921, 1922, 1923, 1924, 1925 y 1927.

En lanzamiento de jabalina: en 1920 y 1921.

En lanzamiento de disco: en 1920, 1921, 1925 y 1927.

Fue siete veces record de España: cuatro en lanzamiento de peso y tres de jabalina. Además, participó en 1920, en la Olimpiada de Amberes, juntamente con el también corredor elgoibarrés Juanito Mugerza.

Junto a los atletas Izagirre y Mugerza, otros elgoibarreses también rayaron a buen nivel en el atletismo, durante la segunda y tercera década del siglo XX, como Fermín Bilbao, Francisco Mugerza (hermano de Juanito), Juan Ansola, B. Etxaniz, J. Aizpitarte, J. Landa, J. Etxaniz (atleta y ciclista fallecido a los diecisiete años), etc.

Ignacio Izagirre en la edad adulta y tras su jubilación, fue montañero y muy aficionado a la recolección de setas.

Evaristo Izeta Ziaran (1899.05.08/1957.04.07). Músico.

Nació en Elgoibar el 8 de mayo de 1899, siendo el cuarto de los cuatro hermanos/as Izeta Ziaran. El padre de éstos, Domingo Izeta Osoro, natural de Mendaro-Azpilgoeta, contrajo matrimonio en dos ocasiones. De su primer enlace, con Josefa Arrillaga Alberdi (11.9.1880), tuvieron un hijo (Bartolomé María). Tras la muerte de Josefa Arrillaga, Domingo Izeta contrajo matrimonio con Petra Frantziska Ziaran Aranberri, natural de Elgoibar, el 12 de octubre de 1889, siendo, por lo tanto, Ebaristo, el quinto y menor de los hijos procreados por su padre. El cabeza de familia Izeta, murió en torno a la primera década del siglo XX, cuando tenía unos cincuenta años. En 1907 y según la matrícula industrial de Elgoibar, además de la cafetería Izeta, estaban a nombre de Domingo Izeta, una fonda en Altzola y una carnicería en la calle Rosario, 2 Domingo Izeta era emprendedor y en la última década del siglo XIX y principios del XX, organizó diversos espectáculos atractivos a nivel local, con el permiso y el apoyo económico del Concejo: novilladas en la festividad de San Bartolomé y bailes en el día de San Antón, Carnavales y, a veces, en la Pascua florida,. Merece detallar el primer festejo, porque el 10 de agosto de 1898, el Ayuntamiento aprobó por unanimidad la propuesta de Izeta de organizar novilladas en la plaza de las Escuelas los días 24 y 28 de agosto, con las siguientes condiciones: El Concejo le entregaría 290 pesetas, a cambio de cuatro novillos, tres de Lastur para torear y banderillear en esas dos tardes y, el cuarto, para matar; además tenía que traer una vaca brava para que disfrutaran los aficionados; la Banda de Música de Eibar animaría los espectáculos y también tocaría esos dos días en la plaza de los Fueros desde las 20:00 hasta las 23:00; el torero debía ser el apodado "El Aseado" o uno de su categoría; la entrada debía ser de 75 céntimos de peseta y los niños pagarían la mitad de dicha cantidad; por último, el propio Izeta tenía que poner para correr en la sokamuturra, como era habitual, el novillo del día siguiente de San Bartolomé.

"El Aseado" (llamado Francisco Bernal) era un torero conocido, ya que actuaba en importantes plazas de toros, así hemos leído en "El Arte Andaluz". "Revista Semanal de espectáculos" (Sevilla 26.08.1895), donde se relata como toreó con Antonio Guerrero "Guerrerito", el día 22 de agosto en Alcalá y el 25 del mismo mes en Sevilla. Aunque no sabemos con certeza si actuó en Elgoibar, porque sólo conocemos el programa, si no fue él, sería alguien de su nivel.

Asimismo, en lo que respecta a los bailes, en la época mencionada el Ayuntamiento autorizó al señor Izeta para organizar bailes en el salón del Ayuntamiento. Entre las condiciones de la concesión, figuraba el pago de 0,50 céntimos de pesetas por parte de los hombres, siendo a cargo del organizador la iluminación y limpieza del salón.

Así pues, Evaristo y sus hermanos/as Máxima, Juan Bautista y Julián nacen y crecen en una familia de cómoda situación económica. Su madre Petra, aficionada a la música, encauzó a sus hijos desde niños hacia Bereziartua, organista, director de la banda de música y director y profesor de la Academia, para que aprendieran música. Posteriormente, Evaristo tuvo, entre otros profesores, al gran maestro Guridi.

Julián, sin embargo, no siguió el camino de sus dos hermanos, a consecuencia de algún incidente que tuvo con el maestro de música Bereziartua, y destacó en el mundo de la pelota. Así, compitió tanto a mano como a pala en las Olimpíadas de París de 1924, a modo de exhibición. Aparte de ello, jugó en infinidad de frontones, ganando muchas chapelas.

Máxima, hermana de los músicos y también del pelotari, sobresalió en la actividad político-social y, justo antes del inicio de la guerra civil del 36, era presidenta del Emakume Abertzale Batza o Asociación de Mujeres Patriotas, que fue un movimiento femenino actuante en Euskal Herria, creado en abril de 1922, en el seno del EAJ/PNV. Por ello, Máxima Izeta fue multada, entre otros muchos/as, con 2.000 pesetas, una vez que los requetés y falangistas entraran en Elgoibar el 21 de setiembre de 1936, y ocuparan el Ayuntamiento de Elgoibar.

Evaristo consiguió con solo dieciseis años los puestos de organista y director de la banda de música de Gorliz (Bizkaia), con veinte los de Zumaia (Gipuzkoa) y con veintinueve los de Santa Cruz de Tenerife (Canarias) (1928), dedicándose con pasión a la música hasta su muerte, acaecida en 1957.

Nidia María González escribió en 2015 una interesante tesis sobre la historia de la banda de música de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, en la que se vierten los siguientes datos e informaciones:

El perfil que ofrece de Izeta es el siguiente: Músico polémico, de amplia sonrisa, orgulloso de Euskal Herria, al que no le gustaba la prensa y que supo atraer la simpatía de todas las clases sociales de la ciudad. Asimismo dice, que desde la dirección de la Banda Municipal de Música, acertó a adaptarse también a los cambios políticos radicales que se habían producido constantemente en el país.

Su nombramiento tuvo lugar el 26 de noviembre de 1928 y su debut como director de la banda, en un concierto público celebrado el 28 de junio de 1929, en la Plaza del Príncipe, con el siguiente programa: Selección de Suspiros de España (Álvarez), Bejarana (Francisco Alonso), Si yo fuera Rey (A. Adam), La del Soto del Parral (Soutullo y Vert) y Ronda Aragonesa (E. Granados), las dos anteriores y la última por primera vez, El Caserío (Guridi). Hay que decir que tuvo un gran éxito, fué muy ovacionado y tuvo que volver a interpretar casi todo el repertorio. Se dice que tras el concierto, el recién nombrado director invitó a todos sus músicos a pastas y cerveza en la Horchatería Valenciana.

La academia municipal de música también experimentó un profundo cambio con la llegada de Izeta, introduciendo importantes reformas en la misma, fijando fechas concretas para la matriculación de los alumnos, el inicio del curso y la realización de los exámenes y estructurando también con precisión el tema del profesorado.

Dice la señora González que el maestro Izeta tuvo una apasionada carrera musical desde su llegada a Tenerife hasta su muerte en 1957, añadiendo también lo siguiente: «La vida y el trabajo de este músico requiere y merece un estudio exclusivo».

Fue también un pianista de renombre, que llevó su arte a todos los rincones de la isla, participando tanto en ambientes privados exclusivos como en eventos populares: tocando el piano o el órgano, solo o en compañía de otros músicos. Destaca su participación en los programas de Radio Club Tenerife tocando el piano o dirigiendo alguna orquesta.

También fue director de la Sociedad Coral Tinerfeña y fue responsable de la organización de coros y agrupaciones orquestales. Asimismo dirigió orquestas como la de apoyo a la Coral Tinerfeña (a la que acompañó también con piano), la del Círculo de Amistad XII de Enero y la del Círculo de Bellas Artes, la Sinfónica Power (también llamada Orquesta Sinfónica de Tenerife) y la de los Amigos del Teatro. Además, creó otras agrupaciones musicales para eventos concretos.

También puso en escena algunas zarzuelas, como las siguientes: Katiuska (Pablo Sorozábal), La del Manojo de Rosas (P. Sorozábal), Noche de Reyes (J. Serrano), El Mal de Amores (J. Serrano) y Molinos de Viento (P. Luna)...

Por si fuera poco lo apuntado hasta ahora, dirigió sextetos, participó de jurado en concursos, fundó y dirigió la Coral Sacra de la ciudad de La Laguna y fue un gran compositor y arreglista. Entre las composiciones creadas por él destacaremos: Colección de Danzas Modernas para Banda, Fantasía Egipcia, Capricho Oriental, El Ruiseñor...

Todo ello hizo que además de convertirse en una de las personalidades más destacadas de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife de su época, fuera un personaje muy popular.

Asimismo fue un gran aficionado al deporte y de joven, no sólo jugó a pala, sino que también participó activamente en el mundo deportivo de aquella isla. Colaboró en la construcción del frontón en 1944 y también fue presidente de la Federación de Pelota de Tenerife y miembro de las Federaciones de Patinaje y Hockey.

Finalmente, en la tarde del 7 de abril de 1957, Evaristo Izeta Ziaran falleció repentinamente a los 57 años, causando una gran impresión en la isla, donde el maestro era tan querido y admirado. Su cariño hacia él se manifestó también en el funeral, en el que participaron varias bandas de música y coros, y tras el ataúd fueron tanto familiares como autoridades locales y de la isla.

Gonzalo Martinez de Karkizano Arriola. Siglo XV. En las luchas baderizas de los Parientes Mayores fue miembro de las huestes del señor de Olaso.

Fue señor de Karkizano Suso (de arriba) para 1442 y alcalde del Cabildo de las ferrerías en 1448 y 1472. Además fue miembro importante de la hueste del señor de Olaso en 1448 que participó en la quema de Arrasate y su procurador en 1454. Se casó con María Pérez, de Jausoro, en Mutriku, y tuvieron numerosos hijos.

Juan Martínez de Karkizano Ganboa. (desde la segunda mitad del s.XV hasta comienzos del s.XVI.) Fundador de la iglesia y hospital de Sancti Spiritus y de la Piedad de Arriaga.

Hijo de Martín Santxez de Arriaga y Jausoro y de Toda Martínez de Ganboa e Ibarra, nació en 1458. Fue señor de la casa Karkizano Yuso (abajo), alcalde del Cabildo de las ferrerías en varias ocasiones y fundador de la iglesia y hospital de Sancti Spiritus y de la Piedad de Arriaga. Se casó en primer lugar con María López de Lasalde, en 1482, y con María Ibáñez, de Licona, en 1493, en segundas nupcias. Conservó el título de “Vasallo del rey” aunque no tuvo ni la formación ni la influencia de su padre.

Martín Iñiguez de Karkizano. (finales del s. XV-1527). Miembro de la expedición de Loaisa a las Molucas.

Martín Iñiguez fue señor de la casa solar de Karkizano Suso (arriba), y hombre polivalente: ferrón, comerciante, hombre de armas (en 1521 asistió como capitán de la tropa de Elgoibar al sitio de Hondarribia), navegante, corsario, etc. Con una vida tan azarosa, no es de extrañar que hubiera conocido a otro famoso aventurero: Juan Sebastián Elcano.

Los dos participaron en el viaje a las islas Molucas, que partió de A Coruña el 24 de julio de 1525, Elcano fue el piloto principal y guía y Karkizano el alguacil mayor de la nave “Kapitana”, mientras que el jefe de la expedición fue García Jofre de Loaysa. Siete barcos y 450 hombres constituyeron la armada. A finales de julio y principios de agosto de 1526 murieron Loaysa y Elcano, así como también Álvaro de Loaysa, sobrino del comendador. Por estas circustancias, Karkizano fue elegido para dirigir la expedición y, más tarde, nombrado gobernador de Malú. La nao “Victoria”, capitaneada por el elgoibarrés, llegó al archipiélago de las Molucas con 115 hombres el último día de noviembre de 1526 y unos días después a la isla de Tidore, donde murió Karkizano el 11 de julio de 1527.

Hay que recordar que en esta expedición también participaron otros elgoibarreses y lamentablemente todos murieron en el transcurso de la misma. Éstos fueron: Martín García de Karkizano y Likona ( de “Karkizano de abajo o “Palacio”), de 20 años, marinero al principio y tesorero al final; Hernando de Legarda (hijo de este caserío), carpintero; Juan de Lasalde llamado “Juan Blanco” que era un esclavo negro, adquirido en Sevilla por el comerciante y escribano elgoibarrés Lope Pérez de Lasalde; y, el último, el jovencito Andrés de Karkizano, hijo de Martín Iñiguez que se enroló con 13 años como “paje de escoba” o mozo de navío, y murió en la isla de Terrenate (Molucas), tras siete años de dura travesía.

El Ayuntamiento de Elgoibar dio a principios de los años sesenta del siglo XX el nombre de nuestro protagonista “Martín Iñiguez de Karkizano”, a un grupo de viviendas.

Sebastián de Karkizano Babaza. Primer cuarto del s.XVI-1565. Suministrador de los Ejércitos reales.

Sebastián era originario de la casa solar de Karkizano Yuso o de abajo. Hijo de los esposos Martín Sanchez de Karkizano y Clara de Babaza, fue nombrado sucesor de la casa solariega en 1559. Le fueron concedidos los siguientes bienes: la casa torre, la ferrería y los terrenos anejos a ella, manzanales, jarales, montes, y los caseríos Lekonberri, Irazabaleta y Belauztegi, etc.

Se hizo a la mar en 1563 como proveedor del Ejército del Rey y murió en 1565 en el sitio de Malta, luchando por el control del mar Mediterráneo contra el imperio Otomano.

Catalina de Karkizano Ugalde. (Nació probablemente el último cuarto del siglo XV). Freila o serora.

Fue hija natural de Juan Martínez de Karkizano y Domenja de Ugalde, es decir, habida fuera de matrimonio. Fue monja beata, freila o serora (del latín soror: hermana) de la ermita y hospital de Sancti Spiritus y de la Piedad de Arriaga, fundación realizada por su padre en 1503, dándole de esta forma a su hija un estado civil de prestigio. Aquella sociedad confesional fue muy respetuosa con este oficio o función, y para conseguirlo tenían que pagar una gran dote (8 ducados pagó Paskuala Elormendi para ser freila de la iglesia y hospital de Arriaga, en 1551), aunque en este caso su padre, patrón de la ermita, no cobró nada a su hija, sino que le concedió más bienes. En efecto, Karkizano dejó escrito en el testamento y ordenó a sus sucesores lo siguiente: "... mando que den mis herederos e sean obligados de dar a ella... vienes y rentas, en toda su vida de la dicha Catalina, mi fija, todos sus alimentos neçesarios de comer y beber e bestir e calçar, dentro en la dicha yglesia e ospital, en su apartamento e hávitos neçesarios a su horden, e una cama cunplida e fornida e dos arcas. Y ella sea tenuda e obligada de continuar e guardar e servir su orden de beatas e monjas de la orden de Nuestra Señora Sancta María, por quanto la dicha horden yo he adjudicado por devoción "

La freila o serora Catalina Karkizano, estuvo acompañada en su oficio por Teresa Ibáñez de Garagarza, ambas vivieron y atendieron la ermita y hospital de Arriaga. Como en Arriaga el resto de las iglesias, ermitas y hospitales del pueblo fueron servidas por seroras, por ejemplo: la iglesia y hospital de San Lázaro de Maala tuvo dos; la ermita de San Lorenzo de Ermuaran y San Vicente de Azkue dispusieron de tres cada una de ellas, y en la ermita de San Pedro de Irunaga (Idotorbe) llegaron a ser cuatro servidoras.

Las freilas de Arriaga tenían su sede en el edificio hospitalario, en la segunda planta; en la primera tenían su albergue y dormitorio los hospitalizados, y en la inferior estaban la cocina y la despensa, etc., tal y como dejó escrito en su testamento el fundador Juan Martínez de Karkizano. Además, reservó parte de los bienes cedidos al hospital para las monjas y beatas: "la tierra mançanal que está junto e apegada al dicho hospital de Arriaga, con todo lo que está alrededor del dicho hospital, así tierra como nogales e otros árboles, fasta el arroyo de Arriaga e camino real". Es decir, la parte delantera de la iglesia, hacia Altzola, y la parte alta del camino real, para que ellas dispusieran de terreno para huerta.

Aunque las seroras no tenían unción eclesiástica, se obligaban a llevar una vida dedicada por entero al servicio religioso, al estilo de las órdenes religiosas femeninas. Para ser elegidas tenían que dar prueba de honestidad y de recogimiento; esto es además de una vida justa y una buena reputación, soltera o no prometida en matrimonio, aunque también se admitían viudas. Llevaron una indumentaria peculiar y se hacía una ceremonia particular para ser investidas.

A pesar de ser una institución arraigada en la sociedad, las seroras siempre estuvieron en el centro de la discusión, y el primer ataque contundente contra ellas tuvo lugar en 1602, con la orden enviada desde el Obispado de Calahorra y la Calzada a los párrocos del Bajo Deba, prohibiendo la presencia de freilas y seroras en las iglesias y ermitas, y ordenando que en su lugar se pusieran sacristanes. Más contundente fue el decreto emitido en el siglo XVII por el Papa Pablo V a petición del obispo diocesano de Calahorra y La Calzada, que también prohibió dicha institución. Además de las órdenes y decretos, las reformas ilustradas del último período del siglo XVIII, también tuvieron una gran influencia en la exclusión total de esta institución procedente de la Edad Media.

Sin embargo, las seroras perduraron en su labor durante toda la Modernidad y, en el caso de la parroquia de San Bartolomé de Elgoibar, continuaron hasta los años sesenta del siglo XX, probablemente con tareas diferentes y niveles de dedicación y compromiso inferiores a los tiempos anteriores. Así, Jesusa Mugertza (1896-1978) fue serora durante muchos años, como lo había sido su madre. Cuando Mugertza cesó en 1963, Emilia Etxeberria (1912-2002) fue elegida, tras quedar viuda, siendo la última serora de la parroquia. Estas dos últimas, Mugertza y Etxeberria, tuvieron las siguientes obligaciones: en las bodas, colocar los reclinatorios y poner las flores para los novios y padrinos, encender las velas de los altares, preparar el túmulo para el féretro en los funerales y cobrar por el uso de los reclinatorios femeninos.

Gabriel Kuruzelaegi Arriola (1632-1689). Almirante.

Nació el 14 de setiembre de 1632 en Elgoibar, así como sus otros tres hermanos Juan, Cristóbal y Santiago, quienes ya para mediados del siglo XVII se encontraban en Sevilla.

Sus padres Bentura Kruzelegi y Marina Arriola, ambos elgoibarreses, como los hijos citados. También tuvieron también una hija, María Bautista, que fue monja clarisa y abadesa en el convento Santa Clara de Elgoibar.

Los cuatro hijos varones adquirieron su vocación marinera de la familia materna, ya que su tío Andrés Arriola, fue general de la Marina. Se dedicaron a la actividad marítima con las Indias y los territorios de Ultramar, fijando su residencia tanto en Sevilla como en Cádiz, aunque Gabriel residió posteriormente en Madrid y Filipinas, para atender los cargos político-militares para los que fue nombrado.

Gabriel, fue caballero de la orden de Santiago, General del Ejército, miembro del Consejo Supremo de Guerra, Almirante y también Gobernador y Capitán General de las islas Filipinas y Presidente del Tribunal Real.

Murió en Ultramar en 1689, siendo enterrado en el convento de los Franciscanos de Manila.

También es digno de recordar que Juan, Cristóbal y Santiago, los tres hermanos del almirante Gabriel, tuvieron sus propias naves comerciales, ejerciendo la capitanía de éstos.

Asimismo, Elgoibar conmemoró con una gran fiesta el nombramiento de Gabriel de Kuruzelaegi como almirante de galeones. Él mismo, recién nombrado almirante, escribió al Concejo de su villa natal a finales de febrero de 1680, comunicando su designación. El capitán mercante Martín Andonaegi, en aquel momento alcalde, y el Ayuntamiento, decidieron festejar de forma solemne este nombramiento un lunes, 13 de mayo, organizándose actos religiosos y profanos, como toros y fuegos artificiales, entre otros, para homenajear a este hijo del pueblo.

Frai Frantzisko Kuruzelegi (Kruzelaegi) Askarraga. (Elgoibar,1742- Mexiko, 1802?). Fraile Franciscano, prelado general de la Orden, organista, reparador y restaurador de órganos, y prolífico compositor.

Para empezar debemos confesar que desconocíamos la existencia de este fraile y músico elgoibarrés, sin embargo, sí nos es conocido el almirante Gabriel Kuruzelaegi, del mismo apellido, que además una calle lleva su nombre en nuestra villa.

Es por ello que debemos dar las más sinceras gracias los elgoibarreses a Alonso Hernández Prado, maestro en música, doctor en arte, contrabajista e investigador mexicano, al haber sacado a nuestro compatriota del olvido, ofreciéndonos amplia información sobre él, ya que no sólo ha puesto en nuestras manos el libro y el vídeo de investigación que ha elaborado, sino que también lo ha dado a conocer internacionalmente.

El índice sacramental sobre Kuruzelegi dice que Martín Francisco Curucelegui Askarraga fue bautizado en la parroquia de San Bartolomé de Kalegoen de Elgoibar el 13 de agosto de 1742, siendo su padre Francisco Kuruzelegi Albizuri y su madre Josefa Askarraga (G)Larburu. Sin embargo, hay que añadir que son otras las fechas en las que varios biógrafos sitúan el nacimiento de nuestro protagonista. Asimismo, hay que aclarar que este músico elgoibarrés firmó las partituras creadas por él mismo con el nombre y apellido de Francisco Cruzelaegi y no como reza el documento del bautismo, Curuzelegi.

Siendo niño, Martín Francisco tuvo la oportunidad de conocer y visitar el convento y la iglesia de San Francisco de su pueblo (1516-1891/1926), ya que se encontraban en el núcleo de la misma villa, aunque en la actualidad no hay rastro de ellos porque fueron derruidos. Así pues, su vocación de fraile la cultivaría en su propio pueblo, iniciándose muy joven en la vida conventual de los Franciscanos, y ordenándose sacerdote a mediados de los años sesenta del siglo XVII. Hacia 1770 viajó por primera vez a la Nueva España y, en 1786, realizó su segundo viaje transatlántico. Algunas biografías informan de la colaboración del elgoibarrés con el prestigioso fraile franciscano, Fray Junípero Serra (beatificado en 1988 y canonizado en 2015), por varias misiones llevadas a cabo en el norte de México, como así lo atestiguan las cartas entre ambos que se guardan en los archivos de la misión de Santa Bárbara en California.

Además, parece que quiso obtener el título de profesor de música, para lo cual solicitó dicha acreditación a la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, importante institución cultural ilustrada, de la que fue miembro en aquel querido país americano donde vivió gran parte de su vida.

Pero destacó sobre todo en el terreno musical, y siguiendo al doctor Alonso Hernández Prado, nos informa que el nombramiento de prelado general de la Orden de los Hermanos Menores y organista de la catedral metropolitana de la ciudad de México, fue para él una gran ocasión para componer y estrenar una gran producción de música sacra. Éste continua diciendo, que la música que compuso la propagó en la Basílica de Guadalupe; en el templo de San Francisco de Celaya, en Guanajuato; en el Conservatorio "José Guadalupe Velázquez" de Querétaro; y en las catedrales de Puebla de los Ángeles y de la ciudad de Durango, quizá en paralelo con su trabajo como restaurador de órganos.

Escribió sus obras con el fin de musicalizar los divinos oficios, obteniendo una gran trascendencia, ya que continuaron vigentes tras la muerte de nuestro protagonista, durante treinta años, gracias en parte a los copistas, que además las editaron y difundieron a otros centros religiosos del Virreinato centroamericano. Por ello, en la Nueva España, fue considerado una autoridad musical.

Nos es imposible traer aquí todas las composiciones escritas por él, porque son numerosas y este soporte no es el adecuado para ello, pero invitamos a quien quiera saber más sobre su obra, que lo consulte en Google en la siguiente entrada. (Fray Francisco Martín de Cruzelaegui, un compositor franciscano en la Nueva España. Alonso Hernández Prado).

De todas formas, de la relación de composiciones que el doctor investigador Hernández, ha reunido en su libro sobre el fraile Kruzelaegi, hemos seleccionado algunas de ellas, que pueden ser las más significativas. Entre ellas, dos misas y quince expedientes en el coro de la catedral de México; otros nueve expedientes en la catedral de Puebla; fragmentos para acompañamiento de misa en la catedral de Durango; veintiun obras depositadas en la basílica de Santa María de Guadalupe, además de otras en Oaxaca. También creó la Misa Viscaina o Misa secunda a sexto tono.

Del archivo de la catedral metropolitana de México hemos seleccionado las siguientes obras: Magnificat anima mea (1775) (8 voces, violines, trompas y bajo); Te Deum (4 voces, violines, oboes, trompas, timbales, órganos y bajo); Himnus ad Vesperas (8 voces, violines, oboes, trompas, órganos, bajo y timbales); Si yo logro... Cantata navideña (alto, tenor, bajo y violines, trompetas y bajo); Maitines, nueve composiciones (1775-1776) (coro, órgano, bajo, violines, oboes, cornos...).

Del archivo de la basílica de Guadalupe: Dos Beatus vir (1793) (dos coros, violines, oboes, flautas, fagot, trompas, bajo y órgano); Credo; tres Himnos; Kiries y Gloria; Laudate Dominum omnes gentes; Missa de quarto tono y Missa de quinto tono; dos Salmos; tres composiciones de Responso.

Del archivo de la catedral de Puebla: siete composiciones de Responsos, una de ellas Pasus est Christus (1775) (8 voces, violines, clarines, trompas, órgano y bajo); tres Salmos, siendo uno de ellos Laudate Dominum (1775) (8 voces, violines, oboes, trompas, órgano, bajo); tres Himnos y entre ellos, Maximus redentor orbis (1775) (8 voces, violines, trompeta, órgano, bajo y timbales); Cántica, Magnificat (1775) (8 voces, violines, trompas, timbales y órgano)...

Del archivo "Agustín González" del conservatorio "José Guadalupe Velázquez" de Querétaro: Lamentación (voz única y baja), que se trajo del convento de Santa Clara de Querétaro; Salve (violines, oboes, trompas y bajos).

Del Archivo Musical del Convento de San Francisco de Celaya: Misa (3 voces, violines, trompas y bajo).

Regresando a Euskal Herria, cabe señalar que en la institución Eresbil-Archivo Vasco de la Música, se conservan dos Laudate Dominum del fraile elgoibarrés Kruzelaegi.

Finalmente, nos hacemos eco del "MUSIKASTE 92", organizado por Eresbil con motivo del V Centenario del descubrimiento de América, y que en el concierto dedicado a la música antigua, el 19 de mayo en la iglesia de los Capuchinos de Errenteria, Jon Bagüés y la Capilla Peñaflorida interpretaron la obra Laudate Dominum de fray Martín Kruzelaegi, junto con composiciones de Agustín Etxeberria Arana (1752-1792) y de Juan Andrés Lonbide (1745-1811).

Sor Sabina Landa Rivera (1889-1984). Monja.

Nació en Oiartzun el 19 de julio de 1889. En 1919 se incorporó a la Congregación de las Hijas de la Caridad y un año más tarde llegó a Elgoibar, viviendo y asistiendo a los enfermos, impedidos, mayores de edad y a los sin familia en el Hospital y Residencia de Ancianos de San Lázaro.

l morir en 1984 con 94 años la citada monja, de los que 65 vivió en Elgoibar, el difunto Don Carlos Agirre, párroco de Elgoibar en aquel momento, en el sermón (parte fueron versos en euskara) que disertó en el funeral de Sor Sabina, ofreció unas acertadas pinceladas de sus cualidades. He aquí algunos de esos versos traducidos al castellano:

I

Noventa y cuatro años

has vivido en la tierra

y la mayoría de ellos

en el Hospital de Elgoibar:

has pasado tu larga vida

haciendo el bien

nadie sabe, sino Dios,

todo lo que has hecho en silencio.

II

Has sido madre, de corazón tierno

para quien no tenía madre;

amiga fiel, de corazón abierto,

para los que estaban solos;

albergue cálido, corazón grande,

para quien no tenía hogar;

paz serena, sonrisa dulce,

para los enfermos y angustiados.

III

La fe cristiana no ha quitado

tu don natural de mujer;

la vocación religiosa no ha

mermado en tí tu ser euskaldun;

si tú eres sensata y alegre,

la vocación religiosa enriqueció

tu cualidad natural.

Eugenio de Larrunbide Erkizia (1784-1838). Juez.

Nació en Elgoibar el 15 de noviembre de 1784, siendo hijo de Pedro Martín Larrunbide y María Rita Erkiziza.

Los Larrunbide fueron descendientes de los mayorazgos Zabala y Karkizano.

Eugenio fue el dueño de la casa torre mendaresa de Ospaz y la persona más señalada de esta familia Larrunbide. En el archivo municipal de Elgoibar figuran los siguientes cargos que ocupó y títulos que recibió: Gobernador de la Sala del Tribunal de lo Criminal de Sevilla en 1828; Juez civil del Tribunal de la Real Sala de la ciudad de Sevilla en 1832; Consejero honorario de Guerra en 1833; y Ministro togado del Tribunal especial de la Guerra y de la Marina en 1832.

En el Ayuntamiento de Elgoibar, por su consideración de vecino de la villa, tuvo derecho a voto y a ser miembro del Concejo, siendo elegido alcalde en 1833, año en el que debían celebrarse en nuestra localidad las Juntas Generales de Gipuzkoa.

Pedro Martín de Larrunbide (1754-1803). Abogado y uno de los rescatadores de las riquezas del santuario de Loiola.

Nació en Asteasu (Gipuzkoa) el 3 de agosto de 1754. Contrajo matrimonio con la elgoibarresa María Rita Erkizia Arriola en 1781, y tuvieron cuatro hijos/as. Fue abogado de los Reales Consejos.

El matrimonio Larrunbide Erkizia eran el más adinerado de Elgoibar en 1812, teniendo una renta de 15.758 reales (de vellón) y los siguientes bienes: la casa torre de Zabala, el caserío Aldai, el palacio de Karkizano, el caserío Irazabaleta, la ferrería de Karkizano, el molino de Olaeta, el caserío Lekunberri, el caserío Bertutesoro, la casa Estebe, la casa torre de Alzate, Goikoerrota, el molino de Kalebarren, la casa Urdaikua, la casa Danzarikua, el caserío Lizundia behekoa, la ferrería y el molino de Aurteñola, el caserío San Roke, el caserío Egiguren y el caserío Arriaga, además de montes.

Fue diputado municipal de Elgoibar, y capitaneó, junto con José Ignacio Arriola, a un grupo de elgoibarreses que armados, acudieron al rescate de los bienes del santuario de Loiola, arrebatándolos a los franceses, el 26-27 de agosto de 1794, por lo que fueron condecorados con la Orden de Carlos III.

Inventó fuelles de piedra para ferrerías a finales del siglo XVIII.

Andrés de Lekunberri Bernedo (1660/?). Retablista.

Nació en el barrio de Altzola de Elgoibar el 13 de agosto de 1660, siendo bautizado en la parroquia de San Juan Bautista de dicho barrio. Casó con Mariana Alberdi Lasalde, el 19 de noviembre de 1684 y tuvieron tres hijos.

De oficio retablista, labró el retablo del altar de la Cruz de la parroquia de Olaso en 1688, por encargo de la cofradía de la Veracruz. No pudo cobrar gran parte del trabajo realizado hasta el 17 de julio de 1715, siendo su esposa, Mariana Alberdi Lasalde, la que recibió el dinero por estar ausentado su marido en América (declaró que “estaba en Indias”). La señora Alberdi falleció en mayo del año siguiente, dejando tres hijos y probablemente sin tener noticias del padre de familia.

En la hermosa iglesia gótica de Santa María de Lekeitio se encuentran dos retablos barrocos tallados por Lekunberri: Nuestra Señora de la Antigua (1683) y San Pedro (1690). A la vista de estas obras de arte podemos concluir que fue un gran arquitecto-retablista.

Además de artista, tuvo su dedicación a la función social en su pueblo, siendo fiel síndico regidor en 1686 y alcalde desde el día de San Miguel de 1689, hasta el mismo día del año siguiente; asimismo ejerció como mayordomo de la iglesia de la Magdalena, en 1688.

Pedro Lekuona Ibarzabal (1897-1955). Diplomático y escritor.

Nació en Elgoibar el 12 de enero de 1897, en una familia numerosa de cinco hermanos/as (María Pilar, Justino, Leonor Justa, Kamilo y Pedro), siendo Pedro el más joven. Su madre fue Geronima Ibarzabal Azpe y su padre Ramón Lekuona Etxeberria, quien fue notario de Elgoibar desde 1881 hasta 1903. En concreto, los documentos gestionados en su notaría se conservan en el Archivo de Protocolos de Oñati, compilados en 40 volúmenes y 58.800 páginas.

Según la asociación Elgoibar 1936, Pedro Altuna fue abogado, diplomático, escritor y traductor. A pesar de estar casado, ignoramos si tuvo descendencia, ya que a cuenta de la cruel guerra y posguerra sufrida, se perdió el rastro de nuestro paisano, quedando en la oscuridad aspectos de su vida personal.

Tras estudiar Derecho, hizo oposiciones para el cuerpo Diplomático, siendo destinado en 1922, como vicecónsul, a los Consulados de las ciudades de Londres y Reval o Tallin (Estonia), así como al de la ciudad china de Shangai.

Parece que al comienzo de la Guerra Civil (18 de julio de 1936), se encontraba en Bilbao y tenía su residencia en la calle Estación 12, donde también vivía su hermano Justino. Pero antes de que los sublevados conquistaran la capital de Bizkaia, huyó a Bayona, donde fue cónsul en la capital labortana en representación de la República Española.

En el juicio que le sometió el tribunal franquista en su ausencia, se le atribuyeron las siguientes responsabilidades político-diplomáticas ("denuncias"), por servicios prestados a las órdenes del "Gobierno rojo": - El 18 de julio de 1936 (sublevación militar franquista), era secretario de segunda clase del Ministerio del Estado. – El 7 de agosto de 1936, fue nombrado cónsul republicano en Bayona. – El 14 de octubre de ese mismo año, recibió el título de secretario de primera clase interino, también en Bayona. – El 9 de marzo de 1938 fue trasladado al Consulado de Burdeos, tomando posesión de su cargo el 22 de ese mismo mes. – Por último, el 4 de junio de 1938, fue nombrado ministro plenipotenciario de tercera clase interino y consejero de la embajada en Washington, tomando posesión el 9 de julio de aquel año, en donde le sorprendió el final de la guerra.

Resulta conveniente informar que estas responsabilidades diplomáticas asignadas a Lekuona, se desarrollaron dentro de una etapa democrática y a favor de ella, motivo por el que el nuevo Régimen fascista las consideró delito, por ser contrario a su ideología. Y es que los nuevos mandatarios manifestaron reiteradamente que todos los males del estado español, provenían de la anterior actuación de la República democrática.

En 1944, desde un juzgado de Bilbao, llamaron a su hermano Carmelo Lecuona, para requerir información sobre su hermano Pedro. La respuesta de éste fue que no tenía noticias de su hermano, y cuando le preguntaron sobre sus propiedades (probablemente con intención de confiscarlas) contestó que, según su conocimiento, no tenía ninguna propiedad en España y que se había ido a América, donde tras ser consejero en Washington, se trasladó a Buenos Aires, donde también ejerció de cónsul para la República española.

Además de ocupaciones políticas, Pedro Lekuona fue también escritor y traductor, traduciendo diferentes obras del inglés al castellano, trabajando para editoriales como Losada y Sudamericana. Firmaba sus trabajos como Pedro Ibarzabal, es decir con su propio nombre y segundo apellido. Entre sus obras cabe mencionar los siguientes libros traducidos por él: "Tener o no tener", de Ernest Hemingway, y "Qué verde era mi valle" de Richard Llwelly.

Murió en la capital de Argentina, Buenos Aires, el 24 de agosto de 1955.

Ildefonso Lizarriturri (1859-1935). Organista y compositor.

Nació en Altzola (Elgoibar) el 23 de enero de 1861, hijo de Angel María Lizarriturri y María Catalina Aizpitarte. Fue bautizado en la parroquia de San Juan Bautista de dicho barrio. En sus primeros años de vida aprendió con su padre, tanto temas escolares como musicales. De hecho, su progenitor Ángel Lizarriturri, no sólo fue organista de la parroquia San Bartolomé sino también maestro de escuela durante varios años y tenía, asimismo, dos hermanos sacerdotes en la propia parroquia.

Ildefonso fue de joven a Madrid a estudiar piano, armonía y composición, obteniendo las mejores notas en todas las asignaturas. A los diecinueve años obtuvo el primer premio de armonía del Conservatorio de Madrid y tuvo como profesor al conocido compositor navarro Emilio Arrieta, autor de la ópera Marina, entre otras muchas composiciones.

Tras finalizar sus estudios musicales, fue organista interino de la catedral de Burgos durante unos meses, y una de las razones para abandonar esta ocupación, fue la exigencia de que hiciera estudios sacerdotales, no teniendo él vocación para ello.

Ya en su villa natal, por enfermedad de su padre, Ildefonso fue elegido organista de la parroquia en mayo de 1885, ocupándose además del órgano parroquial, del coro, de los tiples y de la enseñanza musical, sin olvidar su labor compositiva. Asimismo, creó el germen de lo que sería la banda de música ese mismo año, partiendo inicialmente de una charanga.

Lizarriturri fue un compositor de gran inspiración y bien formado, que creó sobre todo polifonía religiosa (una treintena de obras), pero sin olvidar su aportación a la música vasca (zortzikos para banda de txistularis).

El 2 de marzo de 1902 accedió a la plaza de organista de la parroquia de San Vicente de San Sebastián, y con su esposa Florentina Unzueta y cinco hijos/as se trasladó a vivir a la capital guipuzcoana, donde ejerció de organista durante diecisiete años. Se jubiló en este puesto en noviembre de 1909 y murió el 26 de octubre de 1935, siendo enterrado en el cementerio de Olaso.

El pueblo de Elgoibar le ofreció un concierto homenaje a Ildefonso Lizarriturri Aizpitarte, el 23 de enero de 1981.

Domingo de Lizundia Odria (1717-1785). Mercader, ilustrado, título de marqués.

El retrato de Lizundia que se representa debajo, fue realizado en 1775 y está dedicado a su hermano Antonio, que en aquel momento era sacerdote beneficiado de la parroquia de San Bartolomé de Kalegoen. (Se puede leer dicho contenido en el mismo retrato, en el papel que sujeta Lizundia en su mano derecha).

Este hermoso retrato, se encuentra en el palacio Intxausti de Azkoitia, palacio urbano construido por el conde de Peñaflorida, Xabier María Munibe e Idiakez (1729-1785). Este “Caballerito de Azkoitia” ilustrado, fue uno de los fundadores de la “Sociedad Bascongada de Amigos del País” (1764).

Domingo Lizundia Odria fue bautizado en la parroquia de San Bartolomé de Kalegoen de Elgoibar, el 26 de noviembre de 1717, siendo hijo del matrimonio formado por Domingo de Lizundia y Antonia de Odria. Asimismo, su hermano Antonio José, fue sacerdote de la parroquia de Kalegoen, y precisamente el retrato de su hermano que está en el parágrafo anterior está dedicado a él.

Llegó a La Habana en 1737, y ya en su madurez fue Tesorero de las Rentas Reales del Tabaco de La Habana, alcalde y regidor vitalicio desde 1765.

Tras la guerra de los Siete Años (1756-1763) y la reconstrucción de la Plaza de Armas, compró en subasta las antiguas casas del Cabildo de La Habana, donde hizo construir las casas y la Agencia comercial (actual Lonja).

En el contexto de la citada guerra de los Siete Años, tras la ocupación inglesa de Cuba, Lizundia debió hacer méritos significativos en defensa de la isla por lo que el monarca español le otorgó el título de primer marqués del Real Agrado, merced instituida y entregada por el rey Carlos III en 1765.

Fue miembro activo de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País.

Tere Lodoso Bergaretxe (1926-2011). Ama de casa y pintora.

Nace en Tolosa el 16 de mayo de 1926. Su padre, Pedro Lodoso, nació en Burgos y su madre, Fidela Bergaretxe, en Arrasate. El matrimonio tuvo nueve hijos, siendo María Teresa la sexta descendiente. Allí empezó en la escuela, y cuando la familia vino a Elgoibar terminó aquí la educación primaria.

Después trabajó en Sigma hasta que se casó, como era habitual en aquella época. En 1948 contrajo matrimonio con José Zubiaurre Leiaristi ("Balle") y tuvieron tres hijos: José Ángel (1950), Luis María (1953) y Bitor (1954). Dado que Lodoso y Zubiaurre se casaron a casa de los Balle (calle San Bartolomé, 5, 1º), la familia será polinuclear y numerosa, y Tere se dedicará intensamente al trabajo doméstico y asistencial durante años. En cuanto al aspecto asistencial, hay que recordar que en cada familia ya existía en aquella época alguien que había aprendido a aplicar inyecciones y, en este caso, Tere también se encargó de esta labor asistencial, sobre todo teniendo en cuenta que los médicos prescribían entonces frecuentemente la inyección intravenosa.

Tras la muerte de sus antecesores y el matrimonio de los jóvenes, comenzó a estudiar en el Taller de Arte Egur, dedicándose principalmente al dibujo, pintura y cerámica. Desde niña le gustó el dibujo, demostrando cierta habilidad para ello. Así pues, Tere se dedicó a estudiar técnicas artísticas y a ejecutar sus cuadros, participando en exposiciones en las que ponía en venta sus obras.

Afortunadamente, también otras mujeres elgoibarresas se han dedicado a la pintura, tales como la difunta Ángeles Aranberri, que estudió con Bernardo Ezenarro cuando tenía unos 17 años; la también perecida Juana Arrieta, que estudió en el Taller de Arte Egur; así como otras más jóvenes, como María Jesús Mujika, María José San Millán, Gema Monreal, Pepa Calleja, Emilia Nogales, la difunta Garbiñe Del Hoyo, etc.

Lucas Longa Mizpilibar (1641-1703). Arquitecto.

Nació en la casa Bioate de Mendaro (Elgoibar) el 26 de marzo de 1641, siendo hijo de Lucas y María Pascual. Fue bautizado en la parroquia Nuestra Señora de la Asunción de Azpilgoeta Su abuelo era de Etxebarria (Bizkaia) y tras casarse con Pascuala de Bioate de Mendaro, nació en 1597 el cantero Lukas, padre de nuestro arquitecto.

Lucas Longa Mizpilibar fue un gran arquitecto. En 1693 comenzó a construir junto a su hijo Rodrigo Antonio (22 años), la iglesia de San Bartolomé de Kalegoen de Elgoibar, pero no pudo terminarla, ya que murió el 19 de abril de 1703; mientras, su hijo había fallecio antes en 1697, en Madrid; entonces fue su esposa María Antonia de Egizabal, quien se encargó de cumplir el compromiso que su marido tenía firmado.

A la muerte de Longa en 1703, estaban construidos los muros principales y las pilastras con basas y capiteles del interior del edificio del templo y los pilastrones de la parte inferior de la torre. Asimismo, la puerta principal y las del crucero estaban ejecutadas y el coro ya había comenzado a levantarse, así como las pilastras, el entablamento y la pila bautismal.

Antes de comenzar con la construcción de la iglesia de Kalegoen, el arquitecto Longa acometió otros trabajos relacionados con su profesión. Así, diseñó las bóvedas y la torre de la parroquia de Olaberria, realizando después la valoración del final de la obra; trabajó en la parroquia de Zegama, en 1693, dejándole a deber 4.699 ducados; realizó dos diseños para la bóveda de la ermita de la Trinidad de Mendaro, que debía construirse en 1694; hizo la traza del convento de las Clarisas de Azkoitia, en 1684; construyó una nueva portada para la iglesia de Segura, en 1697; se ocupó del diseño del convento de las Clarisas de Salvatierra, así como del de la iglesia de San Andrés de Etxebarria; se encargó de la construcción de la iglesia de Portugalete; ejecutó la reforma de la parroquia de Azpeitia y, asimismo acometió la remodelación de la bóveda del pórtico sur de la parroquia de Santiago de Bilbao (actual catedral), en 1686.

En lo referente a arquitectura civil, debemos también a Longa el palacio barroco de Uriarte, en Lekeitio, construído en 1677, y el colegio y la iglesia de los Jesuitas de esta misma villa costera; abrió el peñón de Orduña; y también se encargó de construir la casa Albizkoa (Naparkoa), en Altzola, el palacio de Andonegi, en Markina-Xemein y el ayuntamiento de Bergara.

Cristóbal de Marigorta. Siglo XVI. Relojero y rejero.

En el siglo XVI, la dinastía Marigorta de Elgoibar cultivó simultáneamente distintas especialidades relacionadas con el hierro, como la relojería, la rejería decorativa y la siderurgia en general. Parece que fueron muy conocidos por la fabricación de relojes, ya que en los contratos se les relaciona con este oficio, incluso cuando se comprometen a hacer otra manufactura, como por ejemplo rejas.

Los Marigorta constituyeron una auténtica dinastía, puesto que durante varias generaciones sus miembros se dedicaron al oficio del hierro, tales como Cristóbal, Pedro, otros dos también llamados Pedro, Luis y Santiago. Vivían en el Arrabal de la villa y allí tenían su fragua como la mayoría de los otros rejeros y fabricantes de cañones o de hierro, en general.

El primero de la dinastía fue Cristóbal Marigorta, nacido en Elgoibar probablemente en el último tercio del siglo XV. La artística reja que ejecutó para la capilla dedicada del obispo Zurbano en la parroquia de Azpeitia, nos muestra que se trataba de un excelente rejero. Aunque para su ejecución se basó sobre todo en características de estilo gótico, el remate de la misma presenta signos renacentistas. No conocemos más obras suyas, porque los contratos los hacía fuera de Elgoibar. Pensamos que en la medida en que se investigue más sobre su figura, podrán salir a luz más obras suyas.

En lo relativo a su vida personal, sabemos que estuvo casado con Marina de Nájera, teniendo un hijo de nombre Pedro y una hija. Esta información se ofrece en el testamento que la citada dió Marina en 1519.

Pedro Marigorta. Siglo XVI. Relojero y rejero.

Hijo de Cristóbal de Marigorta y Marina de Nájera.

Fue hijo y heredero de Cristóbal en la fragua familiar y en la profesión. En lo que respeta al oficio de relojero, destacan las siguientes obras: el reloj de Urretxu, en 1547; el de la parroquia de Olaso en Elgoibar, en 1564; el del casco urbano de Elgoibar (sobre la muralla de Kalebarren), en 1587, realizado por un hijo del mismo nombre; el de la iglesia de Markinez, en 1565; el del santuario de Arantzazu y el de los franciscanos de Bermeo, en 1567, etc.

En cuanto al ámbito de la rejería, Pedro Marigorta se encargará de sustituir los antiguos balaustres góticos por los renacentistas, siendo algunos de sus trabajos los siguientes: el púlpito de la parroquia de Urretxu, en 1553; la reja del baptisterio de la parroquia de Elciego, hacia 1558; las rejas del presbiterio de la iglesia de Santa María de Vitoria (catedral desde 1862), hacia 1572; etc.

Luis Mazzantini Egia (1856-1926). Torero y político.

Nació en Elgoibar el 10 de octubre de 1856, siendo hijo de José Mazzantini y Bonifacia Egia. Parece ser que su padre vino de Italia a trabajar en la construcción del ferrocarril, y su madre era del caserío Andikano, del barrio rural de Azkue de Elgoibar.

Estudió bachiller artístico en Italia y, al poco tiempo, tomó parte del cortejo del rey Amadeo de Saboya que fue a la corte de Madrid para hacerse cargo del trono español, en 1871. Su gran personalidad, formación y popularidad fueron estímulos para que fuera concejal y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, miembro de la Diputación Provincial de Madrid y gobernador civil de Guadalajara y Ávila, una vez abandonado el toreo.

Era de porte elegante y tuvo relación con las capas más altas de la sociedad, participando en tertulias artísticas y literarias, y acudiendo frecuentemente a la ópera.

Empezó a torear más tarde de lo habitual, pues tomó la alternativa el 29 de mayo de 1884 de manos de Lagartijo, tras un período de novillero, llegando a lidiar con los mejores toreros de la época: Rafael Guerra, Guerrita, Lagartijo y Frascuelo. Estos colegas le apodaron «Señorito Loco». Llegó a matar 3.000 toros, consiguiendo ganar 6.000 pesetas por corrida en la última década del siglo XIX, cortándose la coleta en febrero de 1905, al morir su esposa.

Finalmente, como aficionado a la pelota vasca, apoyó con su hermano Tomás y otras personalidades la construcción y puesta en marcha del frontón de La Habana en 1898.

Murió en Madrid el 23 de abril de 1926.

José Luis Mugerza Ereño (1839-1895). Organista y compositor.

Nació en Elgoibar el 19 de agosto de 1839. Sus padres fueron José Luis Mugerza Goiburu y María Rosa Ereño Jauregizuria, siendo él el primogénto de cinco hermanos/as. Su tío José Joaquín Mugerza fue organista de la parroquia de San Bartolomé hasta su muerte en 1853; asimismo, su padre, ejerció de sacristán de dicha parroquia durante muchos años, siendo también alcalde de la villa en dos períodos: 1851-1853 y 1861-1862.

José Luis Mugerza Ereño se presentó en dos ocasiones para optar al puesto de organista de la parroquia de San Bartolomé, no consiguiéndolo en ninguna de las dos veces, quizá porque le consideraron demasiado joven. La primera ocasión fue tras el fallecimiento de su tío José Joaquín, contando con 14 años y, a pesar de ser elegido por la villa, la superioridad no aceptó el nombramiento. Sin embargo, aún no figurando como titular, trabajó unos meses como organista de la parroquia de San Bartolomé en 1854, y estando en esta labor, solicitó permiso al Ayuntamiento para continuar sus estudios de música en Bilbao. El segundo intento para ser organista titular de su parroquia lo hizo en 1858, al fallecer el titular, pero tampoco lo consiguió entonces, ya que se le adjudicó el puesto a Ángel Lizarriturri (padre de Ildefonso).

La siguiente oposición la realizó para ser organista de la catedral de Vitoria en 1862, siendo seminarista, año en el que se creó la diócesis de Vitoria (Araba, Bizkaia y Gipuzkoa), pero tampoco consiguió el cargo. Aquí mismo fue ordenado sacerdote, en 1864.

Por fin, tras opositar para ser organista de la catedral de Zamora, logró la plaza en septiembre de 1865, ejerciendo allí durante diecisiete años. Posteriormente, fue organista de la parroquia de San Nicolás de Bilbao hasta su muerte, acaecida el 2 de junio de 1895.

Además de gran intérprete, fue también un magnífico compositor, ganando sus composiciones en varios concursos celebrados en Vigo, Murcia, Catania (Italia)...

Juan Mugerza Sasieta (1900-1937). Atleta: corredor pedestre.

Nació en Elgoibar el 7 de mayo de 1900, siendo el tercer hijo de cuatro hermanos/as del matrimonio formado por Blas Mugerza y Margarita Sasieta.

Delgado, esbelto y de mediana estatura, pero con un gran corazón, que le llevaron a ser un gran corredor pedestre. Las crónicas de aquella época escribieron que en 1917, mientras Mugerza jugaba al fútbol en el campo de fútbol de Azkue (San Roke), en Elgoibar, el atleta Fermín Bilbao también estaba allí preparando el campeonato de España de cross, y en una ocasión Juanito comenzó a seguirle con facilidad. Ese fue, dicen, el punto de partida como corredor del atleta Mugerza.

Posteriormente, comenzó a competir tanto en las carreras de cross de la zona como en las carreras oficiales de España, teniendo al médico local don Tomás Zubizarreta como preparador físico y asesor. Tras batir varios récords y participar en numerosas carreras con gran éxito, se le rindió un homenaje el 9 de marzo de 1919 en el restaurante Kamiñerokoa; en la instantánea que realizaron los participantes y el propio homenajeado, se muestran los veintitrés trofeos que había conseguido hasta ese momento.

Con tan sólo 17 años logró proclamarse campeón de España en 1.500 y 5.000 metros, en 1917. El record de 1.500 metros lo mantuvo hasta 1921 y el de 5.000 metros, desde 1917 hasta 1921, aunque en 1920 no compitió, porque ese año estuvo seleccionado para la Olimpiada de Amberes. Además, en 1925 se proclamó campeón de España en 800 metros, en 110 vallas, así como en relevos por equipos. En 1920, en la Olimpiada de Amberes (Bélgica), quedó octavo en la carrera de 5.000 metros y en la de 1.500 metros, sexto. En esas Olimpiadas participó también otro atleta elgoibarrés en la modalidad de lanzamiento: Ignazio Izagirre «Upai». Juan Mugerza Sasieta también ganó la primera edición de la Behobia-San Sebastián, en 1919.

En numerosas ocasiones intervino en carreras populares y en otra clase de actos, como la inauguración del campo deportivo de Lerun, el 12 de abril de 1925. En este evento, después de la bendición habitual, se jugó un partido de fútbol entre el C. D. Esperanza de Donostia y el Elgoibar C. D., y el citado Juanito Mugerza se midió en 3.000 metros con el campeón de cros de Gipuzkoa, un tal Acebal.

En 1922 su carrera deportiva será interrumpida para ir a la mili, permaneciendo 32 largos meses en Melilla, donde tuvo que participar en la guerra del Riff (Marruecos). De regreso a casa nuestro gran corredor Mugerza no pudo competir al nivel de la época anterior, ya que a consecuencia de las fiebres palúdicas contraídas, quedó debilitado el organismo del corredor.

En 1927 se constituyó una comisión provincial (Tomás de Zubizarreta, Demetrio Vallejo…) para homenajear a Mugerza, siendo Atotxa de San Sebastián el lugar elegido de celebración y el 12 de octubre la fecha señalada. Allí compitieron los dos mejores equipos de fútbol de la provincia, Real Unión y Real Sociedad. También el pueblo de Elgoibar quiso homenajear a Mugerza como se merecía, y los días 13 y 14 de abril de 1929, organizaron un variado programa de actos: juglares lanzando cohetes y petardos por las calles; gaiteros de Arrasate; carrera para menores de 16 años; partidos de pelota; banda municipal de música; pruebas de atletismo; partido de fútbol y romería en el propio campo de fúbol de Lerun.

Juan Mugerza Sasieta murió a los 37 años a consecuencia de un bombardeo durante la Guerra Civil, en 1937, cerca de la localidad de Mungia y se dice que llevaba consigo los trofeos ganados durante su carrera atlérica.

En 1943, el C.D. Elgoibar organizó la primera edición del Memorial Juan Mugerza para recordar a este gran atleta elgoibarrés; asimismo, en reconocimiento a su trayectoria deportiva, el ayuntamiento puso a una calle el nombre de “Juan Mugerza”.

Domingo Muguruza Ibarguren (1857-1923). Ingeniero.

Nació en Elgoibar el 5 de junio de 1857, siendo hijo de Antonio Cipriano Muguruza y María Josefa Ibarguren.

Los Muguruza tuvieron su casa en el número 4 de la calle Santa Ana, y Domingo, ingeniero, nació en ella (en 1941 colocaron un arco en la entrada del jardín de aquella casa, hoy situado tras el ayuntamiento). Quisieron mantener su raigambre elgoibarresa y por ello estuvieron empadronados en Elgoibar desde 1913 hasta 1960, previo acuerdo de la Corporación Municipal, a pesar de residir en Madrid la mayor parte del año. Así, en el censo de 1913, figuran el matrimonio formado por Domingo Muguruza Ibarguren y Matilde Otaño Berrueta y los hijos Antonio, Pedro, Domingo, José Mª y Matilde (en el padrón no figura María José, fallecida anteriormente).

El ingeniero de caminos, canales y puertos Antonio Muguruza Ibarguren, trabajó en varias grandes obras de su época en España, como la presa o muelle de Talave de Águilas (Murcia) y el Puente de las Culebras (1903) de esta misma localidad, siendo también subdirector del ferrocarril de M. Z. A. Asimismo en su pueblo natal, redactó el primer proyecto para abastecimiento de agua domiciliaria.

Ignacio Bartolomé Muguruza Iriondo (1760-1825). Polifacético: Agrimensor, maestro de obras y personaje importante en las guerras contra Francia.

Nació en Elgoibar el 7 de octubre de 1760, siendo el tercer hijo de ocho hijos/as que concibieron José Muguruza y Ana Iriondo.

Este ilustre elgoibarrés destacó por su «humanidad, educación, profesionalidad, altruismo y dedicación al servicio al pueblo» en la época conflictiva que le tocó vivir. De hecho, padeció y tuvo gran protagonismo en dos guerras contra los franceses (Convención, 1794-1795 e Independencia, 1808-1813), así como en la posterior revolución liberal (Trienio Constitucional, 1820-1823).

Ignacio Bartolomé de Muguruza heredó en 1783 el mayorazgo que fundó su antepasado Simón de Muguruza en 1690 y, en su calidad de heredero del mismo, casó con Josepha Ramona de Agirre-Sarasua, persona asimismo de un considerable nivel económico. He aquí, a continuación, la relación de bienes inmuebles aportados por Ignacio Bartolomé: los caseríos Muguruza Goitia o Bekoetxe, Goenaga, Urkidi, Urristi o Goenaga Etxeberri y la casa número 20 de la calle San Bartolomé. El matrimonio formado por Muguruza y Agirre-Sarasua añadió a estel vínculo, el edificio situado en la actual plaza de Kalegoen sobre los soportales.

Tras culminar los estudios básicos en Elgoibar, siguió el proceso de formación en el Real Seminario de Nobles de Bergara. En 1780, a punto de cumplir 20 años, obtuvo el título de maestro perito agrimensor y, mucho más tarde, el permiso para poder ejercer en Bizkaia, además de obtener el título de maestro de obras. Asimismo, tras analizar toda su trayectoria y la documentación depositada en los archivos sobre su actividad, así como la información detallada de los libros de su biblioteca, se concluye que gozó de un gran nivel cultural.

Precisamente por ello y por su idoneidad para asuntos relacionados con la administración pública, ocupó los siguientes cargos públicos: síndico regidor (1784); fue elegido por el Concejo, juntamente con el alcalde Ibarra, para intervenir en las Juntas Generales de Gipuzkoa (1785); asesor del alcalde José Joaquín de Osoro (1786); gestor de propios y rentas del Municipio, es decir, encargado de la tesorería o control de las cuentas públicas (1786-1788); electo, junto con Antonio Ramón de Azkarate (profesor de matemáticas del Real Seminario de Bergara) para el registro, inspección e implantación de los límites de la jurisdicción de Elgoibar (1786); recaudador mediante subasta, del remate de las sisas, junto con otros cuatro vecinos (1786); diputado para la elección de los escribanos del Concejo (1788); fiel de los alimentos o encargado del aprovisionamiento del pueblo (1790); fue elegido por el Ayuntamiento, en compañía de Francisco Xabier de Ibarra, alcalde principal, para representar a la villa en las Juntas Generales de Gipuzkoa que debían celebrarse en Elgoibar a principios de junio de 1791; ejerció de alcalde provisional en funciones, por ausencia del titular (1791); síndico personero del Concejo, encargándose de recibir las quejas de los ciudadanos (1793); capitán de una de las tres compañías que la villa de Elgoibar formó para hacer frente a la Convención francesa (1793); desde 1800 fue regidor del concejo; ostentó el cargo de alcalde los años 1795, 1805, 1809, 1812 y 1817; el Concejo le encomendó el seguimiento del enconado pleito que seguía con los propietarios de las ferrerías de Elgoibar; fue nombrado por Antonio de Orellana, ministro del Consejo Real, Subdelegado de Departamento de 24 pueblos para poner en subasta las fincas de capellanías (1807); archivero municipal desde 1803 hasta su fallecimiento; por orden del Concejo realizó una gira por diversas localidades de la provincia, intentando cobrar las abultadas cuentas de gastos de guerra que se debían a Elgoibar (en 1812 y años siguientes). Por último, Ignacio Bartolomé de Muguruza fue nombrado diputado general en funciones de Gipuzkoa, en abril de 1823.

Pedro Muguruza Otaño(1893-1952). Arquitecto.

Nació en Madrid el 25 de marzo de 1893, aunque mantuvo una estrecha relación con nuestro pueblo y no dudó en sentirse elgoibarrés, tanto él como toda su familia. Los Muguruza tuvieron su casa en el número 4 de la calle Santa Ana, y el padre, Domingo, ingeniero de profesión, nació en el citado domicilio, donde en 1941 colocaron un arco renacentista (hoy situado detrás de la Casa Consistorial) a la entrada del jardín. Quisieron mantener su ascendencia elgoibarresa, por lo que siguieron estando empadronados en Elgoibar desde 1913 hasta 1960, a pesar de que la mayor parte del año residieran en Madrid. Así, en el padrón de habitantes de 1913, el matrimonio formado por Domingo Muguruza Ibarguren y Matilde Otaño Berrueta, figura con sus hijos Antonio, Pedro, Domingo, José Mª y Matilde (nose menciona a María José por haber fallecido anteriormente). Además, como muestra de su enraizamiento en Elgoibar, en el panteón familiar del cementerio de Olaso, se encuentran enterrados los siguientes miembros de la familia (transcripción integra): Domingo Muguruza e Ibarguren a su querido padre Antonio; Antonio Muguruza y Otaño (27.04.1891- 30.06.1914); Domingo Muguruza y Otaño (18.10.1894-24.08.1919); Domingo Muguruza e Ibarguren (5.06.1857-14.06.1923); Matilde Otaño Berroeta (4.06.1868-9.01.1943); José María Muguruza y Otaño (13.12.1899-21.09.1984); Herminia Allanegui Santos (esposa de José María) (25.04.19-9.01.2005).

Pedro fue aficionado al deporte, practicó la pelota, el montañismo y el fútbol, jugando en el Atlético de Madrid y en el Club Deportivo Elgoibar, y a propósito de este último club, los hermanos Pedro y José Mª Muguruza fueron nombrados presidentes de honor por los responsables del C.D. Elgoibar en julio de 1935.

Pedro Muguruza obtuvo el título de arquitecto en 1916 y al año siguiente fue nombrado profesor interino de la Escuela de Arquitectura, logrando en 1920 por oposición la cátedra de “Proyecto de Detalle Arquitectónico y Decorativo”, que ocupó hasta su muerte. Asimismo, fue un gran dibujant y, fotógrafo pionero, llevando a cabo una prolífica obra arquitectónica en diferentes estilos y tipos; académico de Bellas Artes de San Fernando y primer Director General de Arquitectura a nivel estatal (1939-1946) a comienzos del Franquismo; asimismo, fue también comisario del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico. Ante todo, fue uno de los protagonistas de la historia de la arquitectura española del siglo XX.

No cabe duda de que fue un gran arquitecto que se dedicó a su profesión durante la Monarquía (dictadura Primo de Rivera), la República y el Franquismo. Se ha escrito que fue el arquitecto predilecto del dictador Franco y que por eso recibió el encargo del Valle de los Caídos (1940), pero, en honor a la verdad, hay que significar que la mayoría de los proyectos por él acometidos, los desarrolló en los años veinte y treinta del pasado siglo.

Aunque la mayor parte de su obra la ejecutó en Madrid, también trabajó en Barcelona, Murcia, San Sebastián, Hondarribia y Elgoibar. Y sus proyectos traspasaron también las fronteras estatales, puesto que se ocupó de las reformas de la Embajada Española en Lisboa (1936), colaboró en la nueva embajada en Berlín (1938), también en el norte de Marruecos (protectorado de España) e incluso en EEUU. Reseñada la abundante y gran obra realizada por Muguruza, no sería justo limitar su aportación al conjunto de edificios del Valle de los Caídos (1939-1959), cuando además hay que recordar que abandonó su supervisión en 1949, justo tres años antes de morir, enfermo, por una minusvalía degenerativa que le llevaría a su fin. Tras ello, este proyecto quedó en manos del arquitecto Diego Méndez, siendo el monasterio del lugar el único elemento que se construyó según su plan. José Mª Muguruza, hermano de Pedro y también arquitecto, opinaba sobre esta circustancia lo siguiente: «seguramente mi hermano no se habría sentido satisfecho de cómo quedó el monumento». Diego Méndez ha fallado (en criterio humano). «Mi hermano tuvo con (él) una generosidad tremenda, no correspondida».

La obra de Muguruza es muy prolífica y de diferentes tipos y estilos, como lo demuestran los siguientes ejemplos: Academia de Bellas Artes de San Fernando, Jardin Botánico, Museo del Prado y Monasterio de Santa Mª del Paular, Rehabilitaciones de Reales Academias; Estación de Francia, Palacio de la Prensa, Edificio Coliseum, Mercados de Madrid (3); Hotel Alba en Estados Unidos, Palm Beach (Florida); Tetuán (Marruecos, hoy; Protectorado Español (1912-1956/58); Plan y proyectos de perfeccionamiento de las viviendas humildes.

Diseñó veintitrés proyectos para Elgoibar, tanto públicos como privados, entre los que destacan la Plaza del Mercado (1926), la casa de Antón Diru de la Plaza Agirre (1928), el Colegio del Pilar (1929) y las Casas de Artetxe (1953). También diseñó muchos edificios no sólo en Hondarribia (hoteles, casas de pescadores), sino también por gran parte de la costa española.

El Ayuntamiento de Elgoibar nombró a Pedro Muguruza hijo adoptivo el 5 de septiembre de 1934. En aquel momento existía una República democrática en el Estado español y la pluralidad política reinaba en el Ayuntamiento de nuestra villa, siendo alcalde José Ramón Balenzategi. En la misma época, el 12 de enero de 1935, el Ayuntamiento redactó en el libro de actas su gran satisfacción por la concesión a Muguruza de la Encomienda de Isabel la Católica. Asimismo, ya durante el franquismo y siendo alcalde Julio Mugertza, el 18 de agosto de 1946, el Ayuntamiento le nombró hijo predilecto. Pero, a consecuencia de la ideología política que profesó Muguruza, el Ayuntamiento de Elgoibar en 2022, decidió quitar su nombre (Avenida Pedro Muguruza) a la calle, sustituyéndola por Avenida Toletxe. Como testigo y elemento de la memoria de los Muguruza, quedará el arco renacentista situado en el actual parque de los Derechos Humanos.

Tras la muerte de Pedro Muguruza, el 3 de febrero de 1952, el alcalde José Rezola y dos concejales asistieron al entierro y funeral que se ofició en Madrid. También en Elgoibar, se programó una misa en su memoria; siendo aplazada hasta la segunda quincena de marzo, a petición de su viuda, Mercedes Peironcely. Por fin, en enero de 1953 se ofreció a Muguruza una misa solemne de aniversario en la parroquia de San Bartolomé.

Luis Mujika Olasagasti. (1915-1998). Hermano, Clérigo de la orden religiosa de San Viator. Maestro.

Encuadrado en la orden religiosa de San Viator, cuyos clérigos se hicieron cargo del colegio del Pilar de Elgoibar desde 1942 hasta el año 2010, período en el que desarrollaron un gran trabajo pedagógico, digno de agradecimiento. Anteriormente a ellos, desde 1929 hasta 1936, estuvieron en el mismo edificio los Marianistas, quienes a consecuencia de la Guerra Civil tuvieron que abandonar el colegio.

El hermano Mujika, nació en Alkiza (Gipuzkoa), pueblo pequeño (343 habitantes, en 2022) rural, situado a 8 km de Tolosa, el 21 de junio de 1915, en el seno de una familia profundamente religiosa. Su padre era secretario del municipio y, al mismo tiempo, practicante sanitario de los tres o cuatro pueblos de alrededor. Su madre atendía las faenas de la casa y se ocupaba más directamente de la educación de los hijos/as que alegraron su hogar: Juan, Florentino, Beneranda, Luis, Celestino y Úrsula, la más pequeña, que fue religiosa del Sagrado Corazón.

Luis, junto con sus hermanos/as, asistió a la escuela rural mixta regentada por doña Eulogia Garoña, procedente de Miranda de Ebro, donde posiblemente tuvo que esforzarse para aprender el castellano ya que su amatxo, del caserío Aranguren, apenas se defendía en esa lengua, siendo también el entorno en el que residía totalmente euskaldun. Asimismo, el nuevo párroco don José Garbizu del lugar, que era un gran músico, les enseñará solfeo, y la familia Mujika Olasagasti compró incluso un piano. Luis de pequeño fue alegre, sociable y cariñoso y cantaba bien, al igual que sus hermanos/as, pasando a formar parte del coro parroquial.

El 12 de Septiembre de 1927, cumplidos ya los doce años, ingresó Luis en el seminario-juniorado de los Clérigos de San Viator de Escoriatza. A los dieciseis años pasa al noviciado y el 14 de agosto de 1931 vistió por primera vez el hábito de la orden, iniciando una nueva etapa. El 15 de agosto de 1932 festividad de la Asunción, realizará su primera consagración al Señor y, los dos años siguientes, permaneció en la casa de Escoriatza preparándose para su oficio y consiguiendo la titulación precisa para ello.

Con 19 años va a ser nombrado profesor del Colegio Viatorista de Segura (Gipuzkoa), encargándosele además de la coral colegial. Destino este de Segura en línea con su perfil euskaldun, con el fin de integrarse mejor en aquella villa mayoritariamente vascoparlante.

Estando en el colegio de Segura, en diciembre de 1936, a los cinco meses de estallar la contienda fratricida, le llamaron a filas destinándole a la columna Sagardia, localizada en el cuartel de San Marcial en Burgos. De aquí fue destinado a luchar en varios frentes de muy mal recuerdo, licenciándose del servicio militar en julio de 1939.

En agosto del mismo año fue destinado al colegio de Deba, en el que estuvo un año, que aprovechó para sacar el título de maestro nacional en Iruña-Pamplona. El 10 de Agosto de 1940, pronunció sus votos perpetuos y, cinco días más tarde, será nombrado profesor del Colegio de Vitoria-Gasteiz. El 15 de agosto de 1943, se le asigna la dirección del Colegio San José de Eskoriatza en el que permanecerá seis años y, en 1949, se le encomienda encargarse del Internado del Colegio de Huesca. De 1955 a 1957 se le nombra Subdirector del Colegio San José de Basauri, regresando a continuación a Eskoriatza, siendo profesor de este centro durante los doce años siguientes.

En 1969 fue destinado al Colegio de Arrasate, y el año siguiente llegará al Colegio del Pilar de Elgoibar donde se jubiló de la enseñanza en 1985, aunque permaneciendo cinco años más, hasta 1990.

En Elgoibar dio clases de euskara hasta su jubilación y durante los años que permaneció activo. Además de quehacer habitual, impartió clases de canto, organizando una pequeña coral que realzaba la misa vespertina de los sábados de la parroquia de San Bartolomé.

El 15 de agosto de 1990, pasó a residir a la Comunidad Querbes de Vitoria. A comienzos de 1992, se retiró a la Residencia de Valladolid; el 15 de agosto de 1993, regresó a Vitoria-Gasteiz, a la Comunidad San José; ya en abril de 1998, volvió a la Residencia de Valladolid, donde fallecerá el 2 de mayo de dicho año. Los funerales de cuerpo presente se celebraron el lunes 4 de mayo, a las seis de la tarde, y a continuación se realizó su inhumación en el nuevo cementerio del "Parque El Salvador", situado en Santovenia (Valladolid).

También en Elgoibar se le hizo un funeral oficiado por el párroco don Carlos Agirre, y además éste mandó un fax recordando las excelentes relaciones que tuvo con los Clérigos de San Viator, en general y con el hermano Luis, en particular, tal como se recoje en el siguiente texto enviado por el difunto párroco:

"Muy diversas fueron las relaciones entre nuestra parroquia y los religiosos (de San Viator). Por una parte el Hermano Luis era un componente del coro parroquial, participaba muy activamente y de una manera importante, ya como cantor, ya como promotor de la amistad y unidad del grupo. Pero dentro de la parroquia la labor de Luis, fue mucho mayor. Todos los sábados en las misas de siete con un coro de niños ayudaba a la asamblea parroquial a que celebrara con vida y alegremente la eucaristía dominical. También su coro participaba en otras muchas ocasiones… Más adelante resaltaba la “importante labor pastoral que realizó toda la comunidad colegial sobre todo la liturgia y pastoral juvenil”…. “Por eso quiero elevar mi oración a Dios, para que Luis Múgica tenga una paz eternal”.

El mismo párroco Agirre escribió y cantó los siguientes versos en euskara en el funeral del hermano Luis Mujika:

“Naciste en Alkiza

a la sombra del Ernio.

Te mostraste como fuerte roca

siempre en tu manera de ser

fiel y recto en tu labor

de enseñanza y educación.

Amigo bueno y de palabra

entre los compañeros.

Hombre de fé y humildad

en la Comunidad de San Viator”.

Termino la semblanza del hermano Luis, con el siguiente texto escrito por un hermano suyo de religión: “Nuestro querido Luis no fue ningún superhombre, pero supo ganarse el aprecio de todos. Sabía cantar y nunca se echó atrás para colaborar en el canto... Sabía preparar y dar sus clases, y nunca le hizo ascos a su profesión de maestro y catequista. Le llegó la hora de la jubilación y siguió en la brecha, y aún pasados los setenta, cuando abandonó definitivamente la clase, pidió adscribirse a una comunidad donde pudiera hacer "recados", donde pudiera ser útil a sus hermanos y a sus amigos, que lo eran todos”.

Por medio de Nekane Aranburu, profesora jubilada del colegio del Pilar, amiga y colega de profesión, llegó a mí una bien documentada y estupenda biografía redactada del hermano Luis Mujika, escrita por Luis Montoya, clérigo de San Viator, y gracias a ella he podido completar esta semblanza. Espero haber recogido lo esencial de la larga y compleja trayectoria de nuestro querido hermano, agradeciendo sinceramente tanto a Nekane, como a Joseju, que hizo labores de intermediario y, sobre todo, al autor de tan excelente biografía.

María Águeda de Odriozola Eskutusolo (1730-1789). Primera maestra de niñas de la Escuela Municipal.

Nació en Elgoibar el 5 de febrero de 1730, siendo la mayor de ocho hermanos/as y el menor de ellos, Jose Gabriel, escribano de la villa de Deba entre 1772 y 1776.

Odriozola fue la primera maestra de chicas de la Escuela municipal, doscientos tres años después que se iniciara la de los chicos. Fue precisamente en 1763 cuando la señora Odriozola llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento, en principio para seis años, renovando después su contrato hasta 1789.

Odriozola no dió clases en este edificio, ya que se inauguró varios años después de que dejara de impartir

l Ayuntamiento el 24 de octubre de 1762, había decidido nombrar una maestra para las niñas y para ello pidió permiso al Corregidor para poder llevarlo a cabo. En el convenio se estipulaba que tenía que enseñar a las chicas los siguientes contenidos: lectura, escritura, doctrina cristiana y las labores de costura “propias de las mujeres”.

Señores de Olaso. (En Elgoibar desde el siglo XIII al año 1516)

Los señores Gamboa y Abendaño vivieron en su casa torre de la colina de Olaso desde el siglo XIII, de forma continuada hasta 1516, aunque después instalaron su residencia fuera de Elgoibar. El lugar de Olaso será un importante centro en la Edad Media y principios de la Edad Moderna, que representa un modelo feudal en el que, además de la casa del señor, se ubicará el monasterio (iglesia-parroquia), siendo ellos patronos de la iglesia, donación que les concedieron los reyes de Castilla, a cambio de servicios que prestaban a la corona.

El patronato de la iglesia de San Bartolomé de Elgoibar lo ostentaron desde 1293 y el de San Andrés de Eibar y San María de Placencia y el de San Martín de Zalurroa (Errexil) desde 1343, mientras que en 1434 también recibieron el de San María de Goiaz. Estos patronatos fueron una importante fuente de ingresos para los Olaso, que cobraban diezmos, primicias y derechos de enterramiento a los feligreses y, además, los sacerdotes, seroras, sacristanes y organistas eran elegidos por ellos mismos, cobrándoles también su dote correspondiente.

Además de dichos patronatos, los señores de Olaso a comienzos del siglo XVII eran propietarios de los siguientes bienes: Primeramente la casa y palacio de Olaso con sus prados y manzanales de a media planta que están en su término. Iten, la parte de las caserias de Urcaraegui, Cirirda, Urquiola, Olazarraga, Lizundia, Momiola, Ospas, Larrea. Con los manzanales de a media planta que ay en Mendaro y Aubia. Los montes que están a vista de la dicha casa de Olasso. Los seles de Arrazola, Urcaraegui, Aixnabarreta, Colacho, Lavarin, Lavarin suso, Osaurteaga, Onaustegui, Insusadi, Arriçola, Cirirda, Olaçarraga, Momiola, Lizundia, Urruita, Astigarrola. El monte de Cascante, los montes de Ydoieta, los montes de Larrea. Los molinos de Calebarren. La ferrería de Aurteinola. Los diezmos de la villa de Elgoibar, cuyo patronazgo tiene don Martín, que están divididos: balle de San Pedro, el valle de Ermuaran, la calle, Arriaga, Mendaro.

El patronato de Elgoibar estuvo en posesión de los señores de Olaso hasta 1639, fecha en la que el rey entregó a la ciudad de Hondarribia por su valentía y actitud demostradas en la guerra contra Francia.

Los Gamboa fueron cabezas de linaje en Gipuzkoa en las sangrientas y crueles luchas entre bandos que tuvieron lugar en la Edad Media. En este contexto mencionamos a Martín Ruiz de Gamboa, quien fue uno de los protagonistas de la famosa batalla de Mondragón librada en 1448.

Gaspar Oliden (Nacido a mediados del S. XVII).

Nació en Elgoibar en la segunda mitad del siglo XVII, probablemente. Gaspar Oliden perteneció a la Orden de los Clérigos Regulares o más conocidos como Teatinos. Profesó en Madrid en 1683 y fue un conocido teólogo, quien escribió «Dialogos del Purgatorio» (Alcalá de Henares, 1732). También fue designado por el Papa Benedicto XIII predicador pontificio, y, asímismo el rey Carlos II le ofreció a Oliden la sede episcopal de Gerona que no aceptó.

Consideran al elgoibarrés de “Venerable” dentro de la orden religiosa de los Teatinos y dicen de él que fue un incansable propagador de la devoción de las Ánimas del Purgatorio.

Alejandra Osoro Mendikute. (1900-1975). Baserritarra.

Nació el 28 de mayo de 1900, en el caserío Abatetxe del valle de Urruzuno de Elgoibar. Fueron ocho hermanos/as (cuatro chicas y cuatro chicos) y ella la tercera. Debido a la situación de aquella época, no tuvo muchas oportunidades de estudiar y pudo recibir la mayor parte de sus conocimientos de su madre y de su abuela. Ayudaba en las tareas domésticas, en la huerta, haciendo como los hombres trabajos arduos, duros y malos.

Tenía que ir a Elgoibar y Azkoitia a hacer los recados a pie con el burro, estando los dos pueblos lejos de su caserío. Era una muchacha de gran fortaleza Alejandra Osoro, pues a los dieciocho años era capaz de levantar hasta los hombros un saco de maíz de cien kilos.

De joven, cuando había romería tanto en Madarixa como en Kurutzeta, acudía asiduamente. A los diecinueve años, tras casarse con Manuel Etxaniz, mayorazgo del caserío Munaundi, vivirá en ese caserío. Tras tener el primer hijo y cuando ya estaba de nuevo embarazada, su marido fue enviado a la guerra de África para dos largos años. A pesar de no ser nada fácil afrontar esta situación, consiguió salir adelante gracias al apoyo de familiares y conocidos y a su natural valentía.

Tras la vuelta de su marido de África, tuvieron un total de nueve hijos (siete chicos y dos chicas). Después de unos años de alegría, la desgracia volvió a instalarse en Munaundi, ya que Alejandra Osoro quedó viuda a los cuarenta y tres años. Sin embargo, a base de sufrimiento y gracias a una gran convicción, consiguió sacar adelante a toda la familia y conocer la felicidad. Casados todos sus hijos, tuvo un buen puñado de nietos. Le gustaba hacer visitas a San Antonio de Urkiola, a Arrate... Era una mujer estimada en el pueblo, comunicativa, simpática y voluntariosa. Le gustaba disfrutar del ambiente familiar y de los deportes vascos. Murió el 10 de febrero de 1975 con 75 años.

Angel Osoro Urreizti (1895-1936). Militante nacionalista y escritor.

Nació en Mutriku (Gipuzkoa) el 2 de octubre de 1895, siendo el tercero de los cuatro hijos/as del matrimonio de José María Osoro y Josefa Ignacia Urreizti. Fue conocido en nuestro pueblo y en muchos lugares de Euskal Herria, con los nombres y sobrenombres de «Angel, Aingeru, Gotzon, Mutriku y Aberri». Se afincó en Elgoibar en torno a 1917, integrándose totalmente en nuestra localidad. Fue albañil de profesión, y en un principio vivió en la calle Rosario, donde también estaba el Batzoki. Más adelante en la fonda Butrón, que estaba en la calle San Francisco, donde fue acogido como otro más de la familia.

Además de militante de EAJ-PNV y ELA-STV, fue ferviente euskaltzale, impulsor de todos los aspectos relacionados con la cultura y el folclore vasco, aurreskulari, dramaturgo y organizador de romerías en barrios rurales. Asimismo, enseñó canciones vascas en el Batzoki. Osoro fue también impulsor y animador de varios colaboradores de prensa local (Agurtzane, Aixerixa, Atxolin, Trikua, Poliki, Zapelaitza, Garbiñe, Ixaka, Maitxo, Mirentxu y Xapi), que escribieron en el semanario «Argia» y en los diarios "Euzkadi" y "El Día".

"Angel Mutriku" también participó en la creación de la asociación "Euskaltzaleak", figurando él junto con varios señores más, en los dos primeros eventos que organizó este grupo. El primero, una modesta fiesta vasca que tuvo lugar en el barrio de Ermuaran-Sallobente de Elgoibar el 17 de octubre de 1926, con el siguiente programa: misa de Perossi a tres voces; concurso infantil de lectura, escritura y doctrina (participaron 50 niños del barrio, siendo maestra Miren Santxez Legartza); ezpatadantza y sesión de versos. El segundo, en Mutriku, al año siguiente, con un contenido similar, con la intención de crear un movimiento euskaltzale.

Cabe destacar por su gran importancia, el homenaje dedicado a Ángel Osoro, "Aberri", en la reunión constitutiva de la Asamblea de Escritores Vascos celebrada en Elgoibar el 30 de julio de 1933. La razón del mismo, nos la ofrecen las elgoibarresas Mirentxu (Maria Juaristi Villar) y Maitxo (Maria Josefa Alkorta Gabilondo). Así justificaba Mirentxu, el homenaje que iban a rendir a “Aberri”, diciendo literalmente:

“Norbaitek esangu du ¿zer dala ta «Aberri»-ri olako batzarra ta jaia egin bere izenian? A, aixkidia, makiña bat aldiz geuk idazteko asmorik ez izan arren idatziazi zigun bera idazkiakin. Idatzi erazi zigulako, aren idazki bat naikua izaten zan idazle danari luma eskuan artu erazteko, eta badakizu bestieri eragitiak asko esan nai duala, idazki askorekin geiago laguntzen diogulako bai geure izparringiai ta bai gure izkuntzari. «Maitxo», ¿ezta egia berari zor diogula bai abertzaletasuna eta bai euskeraz idazteko gogo au? Eta ez guk bakarrik, zorionez beste askok ere bai uri onetan beintzat.

Gure begiak lo zorruan geneuzkan bitartian «Aberri»-k egin zigun atximurkada zorrotz arrek gure begiak iriki zituan, eta arrezkero makiñabat aldiz idatzi erazi ere bai.”

Halaber honako hau erantsi zuen Xapik, beste idazle elgoibartar batek, Aberriri buruz: Lenengoetako idazlea da. 20 urte onetan makiña bat idatzi du abertzaletasunaren alde. Aberri guztian lana gogor egin du. Baita ipuiñ barregarriya pranko bialdu ere. Arako «Kirikiño» zanaren manduarekin amaika parre egiñ erazi zenion jendeari.

Orregatik, idazle guztiok beartuak gaude gure «Aberri» besarkatu eta goraltzera.

Este homenaje comenzó con una misa en recuerdo de los escritores "vascos" y, a continuación, los cronistas que vinieron a Elgoibar (alrededor de un centenar) debatieron los siguientes temas, en el Batzoki de la calle Rosario: 1- La Asociación de escritores vascos. 2- La unificación del euskera. 3- Cómo enviar las noticias de los pueblos. 4- ¿Qué temas utilizar en las páginas semanales de “Euskal orri” y en las secciones vascas? 6- ¿El díario en euskara?.

Finalmente, en la fonda Butrón de la calle San Francisco, se ofreció la siguiente comida:

“Jatarkiak (entremeses), paella ta sopa, lebatza, olazko erria «letxugiakin», matekaua, oraingo igaliak, Rioja'ko ardua, sagardua. Ordaña 6,50 laurleko”

Después de la comida, se celebró el anunciado agasajo a Angel Osoro “Aberri”.

He aquí, a continuación, el escrito de agradecimiento del propio Angel Osoro “Aberri” por el homenaje recibido, publicado en el diario “El Día”.

 

 

XAPI

El Día, 1933-08-03

Aberri

Kazetarien artekoak

 

Eskerrak mila ta mila esker euzkal idazle guziai, batez ere «Mirentxu» ta «Maitxo»ri mutil zar oni arrika egiteko modua egin dutelako.

Elgoibar'ko abertzaliai gerrikoagatik, gaztetxoai musuzapi polita ta [...] lore txorta eskeñi zidatelako.

¡Au idazten duan idazkortza berria! ¡onelakorik! axukre koxkorra ta [...] baño ere goxoago [...] egiten du onek ingi edo paperen gañian ¡Au gauraren gauza eman didate idazleok! ¡ñooo! onelako ixtrumentua arrapatu izan bagendu guk garai batian makiña bat lerro geiago idatziko genun, ta kurioxuago.

Emendik aurrera idazkortza onekin naita naiez goxo goxo idatzi biar. ¡Bearko!

Berriz ere eskerrak ba, ta urren arte.

ABERRI

Angel Osoro Urreizti fue fusilado a los 42 años, en el cementerio de Hernani el 24 de septiembre de 1936. Tres días antes habían ocupado Elgoibar los militares, falangistas y requetés. Éstos y otros partidos de derechas se habían levantado en armas contra la República democrática dando comienzo a la cruenta guerra civil (1936-1939).

Seguidamente, trascribimos la trágica crónica que se publicó en Landeya (órgano del sindicato vasco ELA/STV), el 27 de diciembre de 1936: Pasados los primeros días, la aparente tranquilidad (de Elgoibar) se vió repentinamente turbada por el conocimiento de la prisión y fusilamiento en Donostia del virtuoso sacerdote don Celestino Onaindia. La impresión que esta noticia causó fué enorme y hasta en los más afines fascistas del pueblo hubo condolencias por el trágico suceso. Más tarde, fueron conducidos a la cárcel un grupo de jóvenes sorprendidos en el caserío “Larruzkain”, cerca de Markina, entre los que figuraban Angel Osoro el inolvidable “Aberri”, el ex pelotari Félix Gastesi, Paco Riaño, Alberto Gurrutxaga y Enrique Arriola. Después de unos días de cárcel, fueron llevados a Donostia “Aberri” y Gastesi, creyéndose fueron fusilados. Los demás fueron libertados y continúan allí. (Elgoibar 1936)

 

Begoña Pérez Hermecheo “La Bermeana” (1931-1979). Vendedora de pescado.

Nació el 9 de enero de 1931 en el barrio Astepe de Amorebieta (Bizkaia), en el seno de una familia numerosa, compuesta de seis hermanos/as. Su padre, Ángel, nació en Barbadillo, Burgos; su madre, Julia, en Bermeo. Begoña realizó sus estudios básicos en Amorebieta. En 1942, la familia Pérez Hermecheo se trasladó a Elgoibar, ya que el cabeza de familia, Ángel, comenzó a trabajar en la fábrica de San Pedro. Por su parte, la madre (apodada la Bermeana), como pescadera ambulante, continuó con esta profesión al venir a Elgoibar, donde le acompañará su hija menor, Begoña. Seguramente aquí germinará su emprendizaje, sin embargo, los otros hermanos también cultivaron ese espíritu

empresarial, promoviendo diferentes proyectos. Begoña para los quince años solía ir de Elgoibar a Bermeo en tren a comprar pescado, para luego venderlo con su madre en nuestro pueblo. Años después compró una pescadería en Oñati y otras dos en Arrasate.

La joven Begoña solía asistir a los bailes que la banda de música de Elgoibar ofrecía todos los festivos en la plaza de Kalegoen, donde conoció a su futuro marido, el mendarés Antonio Gurrutxaga. Se desposó con treinta años y tuvo cuatro hijos/as el matrimonio Gurrutxaga-Pérez.

A medida que fueron creciendo sus hijos/as, Begoña se embarcó en negocios de mayor calado convirtiéndose en pescadera al por mayor en la zona de Bilbao: primero tuvo un puesto de venta en Atxuri y luego en "Merkabilbao" de Basauri. Solía ir a Vigo (Galicia) a comprar pescado y desde allí venderlo a todo el Estado español. Asimismo mantenía relaciones comerciales con varios países, importando pescado de ellos.

En aquellos tiempos, ella fue la primera mujer mayorista en el negocio del pescado y, en aquel mundo dirigido por hombres, se ganó el respeto, aprecio y admiración de todos, triunfando gracias a los valores que le caracterizaban, como eran la alegría, profesionalidad, dedicación, coraje, gran voluntad, disposición a ayudar, visión avanzada para el negocio y fuerte carácter.

Tras enfermar hallándose en Vigo, murió el 15 de junio de 1979, cuando sólo contaba con 48 años, y con los hijos aún jóvenes.

Luzio Ruiz-Poveda “Luziano”(1931-

Pintor.http://lucioruizpovedaluziano.blogspot.com/p/fotos-de-cuadros-de-luziano-pintura.html

Nació en Elgoibar el 20 de julio de 1931, en el seno de una familia numerosa, siendo Luziano el cuarto de siete hermanos/as. Su padre Enrique Ruiz-Poveda, zapatero de profesión, nació en Almería, mientras que su madre Cristina Rodriguez, nació en Lavallos (León), naciendo los primeros dos hijos/as en un pueblo de Lugo, aunque los cinco siguientes lo hicieron en Elgoibar.

Vivieron en la calle Santa Clara (frente al convento, siendo derruidas las casas en 1953, para hacer la carretera) junto al río Deba. Así pues, Ruiz-Poveda Rodríguez fue una familia numerosa y muy humilde.

Durante la guerra civil de 1936-1939 el cabeza de familia, Enrique Ruiz-Poveda, fue miliciano de un batallón de la CNT y estuvo preso durante unos años. Dice Luciano textualmente sobre aquella situación: ".... todo cambió de repente, pues un día apareció mi padre con uniforme militar, había comenzado la guerra civil..."

La familia Ruiz-Poveda se dirigirá a Bilbao, antes de entrar en Elgoibar (21.9.1936) el ejército de los que se alzaron contra la democracia y se refugiarán primero en la calle Ronda. Un día entre mayo-junio de 1937, embarcaron en el puerto de Santurtzi al niño Lucio, a bordo del buque "La Habana" con sus otros tres hermanos/as y acompañados de más de 2.000 niños, para desembarcar en las costas de la Rochelle francesa, y de allí dirigirse a París por ferrocarril, huyendo de los bombardeos que sufría Bilbao.

En la capital francesa el médico ruso-judío George (detenido y eliminado por las SS más tarde, durante la Segunda Guerra Mundial) y su esposa Ginette, recogieron al niño elgoibarrés Lucio, de cinco años, recibiendo de ellos su cariño y una forma de vida espléndida. Luciano señala que aprendió la lengua francesa y olvidó el castellano, dejando escrito lo siguiente sobre los padres de París: "... George, padre que me hubiera gustado tener...;... Ginette, esa madre adoptiva a la que tanto quise y que fue la responsable que yo me sintiese un poco francés..."

Regresó del extranjero en 1940, tras ser reclamado por la familia y se encontró con la cruda realidad de su país natal: faltaba todo lo básico. A Ruiz-Poveda su afición a dibujar le venía desde niño y solía hacer caricaturas de las caras de sus amigos de la escuela, comenzando a los 13 años a pintar cuadros en un estilo expresionista y costumbrista. También trabajó en un taller en Eibar y, por las noches, acudía a la escuela de Artes y Oficios de Elgoibar, siendo el gran maestro Bernardo Ezenarro quien le enseñó los conceptos básicos del dibujo artístico.

Antes de regresar a París, vivió también en San Sebastián e Irún, adonde acudió con carpetas y lápices para realizar retratos en las terrazas de los cafés. A los 19 años se trasladó a la capital del Hexágono, residencia de numerosos artistas, con la intención de vivir y profundizar en la pintura. Hizo ocho años en la capital francesa, llevando una vida bohemia, ya que al principio para sobrevivir pintaba retratos en la misma calle. Sin embargo, en estos años su situación fue mejorando y con el paso de los años se movió en otros ambientes diferentes de París, como Niza, Mallorca, Madrid, San Sebastián, Bilbao, Barcelona y otras ciudades españolas, trabajando mucho. A pesar de sus grandes luchas y dificultades, Luziano se labró un camino por su incansable y fuerte carácter, abriendo en Monmartre (París) su estudio de pintor y su exposición permanente, con una gran cantidad de cuadros que fueron muy bien cotizados en Europa y América.

En 1955 se instaló definitivamente en Madrid, asistiendo a las reuniones de las zonas de Sésamo y Gayán, donde se reunían famosos del mundo del arte. En 1964 colgó por primera vez sus lienzos en el Salón "Alcón" de Madrid e inauguró ese mismo año su galería en el hotel "Castellana-Hilton" de forma permanente. Al mismo tiempo, expuso en el "Hotel Meliá" de la capital española. En 1966, tras el éxito de los últimos años, expuso sus lienzos en la galería "Emile Walter" de Nueva York. Asimismo, sus cuadros circularon por Chicago, Texas y Filadelfia, valorándose muy bien.

Del 24 de agosto al 15 de septiembre de 1968, realizó una exposición en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elgoibar, nuestro ya consagrado pintor Luziano; una segunda, permaneció del 3 al 19 de diciembre de 1999 y, la última que celebró en su localidad natal, fue en marzo de 2012. También expuso en San Sebastián, al menos en 1971, 1973 y 1976.

Fue una exposición especial la que realizó en Elgoibar en 1999, ya que por un lado quiso homenajear a su difunta esposa Carmen, fallecida cuatro años antes y, por otro, compartió la sala de la Casa de Cultura junto a su hijo Miguel, los dos mostrando sus cuadros. Estas son las bellas y delicadas palabras que expresó sobre su mujer, al periodista del semanario en euskara "Barren": "Durante muchos años, Carmen fue la gran animadora que he tenido en mi vida. Carmen fue siempre una mujer sencilla, alegre, trabajadora y dispuesta a ayudar en cualquier momento. Vivía para los demás y en los malos momentos me daba valor para seguir pintando sus sonrisas; veía en mí a Picasso, a Zuloaga o a Van Gogh, aunque ella no era experta en pintura ". Asimismo, cinco años después, Luciano ha realizado una nueva exposición (novena) en su inolvidable villa natal, desde el 12 al 27 de abril de 2024, en la que si bien no ha podido estar presente en cuerpo, sí ha estado en espíritu, entregándose por completo en la preparación de este evento en Elgoibar, en palabras de su hijo Miguel. Éste conoce a la perfección no sólo la pintura de su padre, sino también su rica biografía, y nos dió algunas pinceladas interesantes sobre el gran artista Luciano.

En 1970 y 1971 recorrió Marruecos (un país fascinante para Luziano), pintando y vendiendo sus obras de arte, así como en Turquía, Irak o la India, etc. Sin embargo, seguía enamorado de los pequeños pueblos de España y del País Vasco, en los que se inspiraba frecuentemente, pintando fachadas de casas, callejones, puertos marítimos, etc. Las obras más destacadas de esa época son: Piedralaves, Calle de Segovia (Madrid), Las Peñuelas (Madrid), Plaza de Piedralaves, Ribera de Curtidores (Madrid), Apunte de toros, Payasos en rojo, Apunte de caballo, Manolín, El pobre Pierre, Tres clochares, Lorito, Fakir hindú, Flautista, La "señá Ugenia", Flores, Ramboullet (Francia), Xonín, Villajoyosa (Alicante) y Paisaje Vasco (Mutriku). Además, ha solido pintar con especial cariño paisajes de Elgoibar y retratos de elgoibarreses, a los que hemos citado como ejemplos, así como cientos de paisajes y retratos de todo el mundo.

Hay que decir que la última exposición antes citada ha sido totalmente diferente, los temas habituales de las fachadas de las casas, de las callejas, puertos marítimos, paisajes, pueblos y retratos, ahora han desaparecido de sus lienzos y ha recurrido a la abstracción nuestro artista elgoibarrés». Así, en el folleto de la exposición preparado por su hijo lo explica así: "... ahora, en esta nueva etapa, abandona cualquier referencia a la realidad para utilizar solo la materia, la textura y el color, creando un lenguaje plástico más puro. Pero también señala a continuación que Luciano sigue pensando en sus orígenes y que la exposición de 2024 cobra todo el sentido en Elgoibar, en su casa.

Es de aplaudir su capacidad y no cabe duda de que nos sorprende que, con con más de noventa años, se produzca un profundo cambio de estilo. De eso nos dio alguna clave Miguel Ruiz-Poveda en la presentación de la exposición, informándonos que por su gran edad apenas sale de casa, así que ya no tiene allí enfrente los temas que ha tenido habitualmnete, y ahora bebe de su interior.

Luziano ha desarrollado una sólida y exitosa carrera artística y durante muchos años se ha movido entre sus estudios de Madrid y Zarautz. Realiza composiciones expresionistas, pero él se define así: "Mi estilo es totalmente Luzianesco y no tengo influencia de nadie, ni de Picasso ni de cualquier otro ". Como decíamos anteriormente, su esposa Carmen ha tenido una gran importancia no sólo en su vida personal, sino también en la artística y en sus relaciones públicas.

Maria Txurruka Osoro. (1923-2000). Raquetista.

María Txurruka nació en el caserío Orraindi (Sallobente-Ermuaran) de Elgoibar, el 26 de septiembre de 1923 y fue raquetista profesional durante 33 años, desde 1939 hasta 1972. Así convirtió lo que era un juego cuando era un niña, en afición y oficio. En 1999, en una entrevista que le hizo el semanario Barren en euskara, decía: "Empezamos en la escuela a jugar a pelota, en Kaminerokua o en el frontón de San Lorenzo". "Empezamos como un juego y... vino un empresario de Madrid y contratadas por él fuimos a Barcelona, Madrid, Valencia".

Jugó de delantera con el nombre de Txurruka. Debutó en Barcelona sin haber cumplido 16 años, y después actuó en los frontones de Madrid, Valencia, Castellón de la Plana, Santa Cruz de Tenerife y México.

Se casó con el mexicano Nicolás Ambrosi Karraro, quince años mayor que ella, y vivieron en México desde 1951, donde Txurruca permaneció durante casi medio siglo. María falleció el 18 de noviembre de 2000 en San Sebastián y, su marido, el 29 de marzo de 1999 en Elgoibar.

En nuestra localidad, además de María Txurruka, hubo varias raquetistas de aquella generación, entre otras: Ángela Juaristi; Felisa Muguruza (del caserío Berdun de Sallobente-Ermuaran); Sabiñe Aranburu; Juanita Txurruka, hermana de María; las hermanas Salomé y María Agirregomezkorta (del caserío Aitzbizkar de Idotorbe-San Pedro); María Arrillaga Garate "Arane I" y Juanita Arrillaga Garate "Arane II" (del caserío Arane de Idotorbe-San Pedro).

Las raquetistas fueron deportistas pioneras y tuvieron mucho éxito durante tres o cuatro décadas, viviendo entre 1940 y 1950 su edad de oro. Reflejo de ello, es que en Barcelona y Madrid había entonces siete frontones. Asimismo, los siguientes datos son también muy significativos: en 47 municipios de Hego Euskal Herria hubo un total de 237 raquetistas profesionales y había más licencias de mujeres para jugar a pelota profesional que de hombres en aquella época.

Desde la perspectiva de hoy en día, podríamos decir que las raquetistas fueron mujeres avanzadas de su época, que tuvieron una gran valentía al abandonar su familia, sus amigos y su entorno cercano y trasladarse a grandes y extrañas ciudades. Merece reseñar que en los últimos años se están organizando diversas exposiciones y homenajes a estas raquetistas en sus lugares de nacimiento, como el que tuvo lugar en Elgoibar del 12 al 26 de marzo de 2018.

Engrazia Unzueta Etxaniz. (25.09.1871/14.02.1931). Tendera de la mercería Engrazia.

Engracia Unzueta nació en Elgoibar el 25 de septiembre de 1871, en el seno de una familia de quince hermanos/as, siendo ella la undécima. El padre fue Bernardo Antero Unzueta Garate y la madre Franziska Etxaniz Etxabe.

Engracia Unzueta tras contraer matrimonio con Fermín Unzueta Lausagarreta, (1866-1953) tuvieron siete hijos/as, y además de ocuparse de ellos/as, atendieron una mercería en la calle San Francisco, 41. Entre los que pagaron el impuesto industrial de Elgoibar de 1907, figura Fermín de Unzueta, que regentaba una tienda de seda y quincallas en la calle San Francisco. En el censo de Elgoibar de 1913, figura también el varón como titular de la tienda, a pesar de que era su mujer, Engracia la que llevaba el negocio.

Su hija Francisca (4.10.1901/2.09.1983), se hizo cargo de la tienda al morir Engracia, abandonando inevitablemente su vocación de ser periodista, ya que las mujeres no tenían acceso a esta profesión, ni la familia Unzueta tenía suficientes medios económicos para enviar a su hija a estudiar fuera del pueblo.

Las Unzueta vendían productos que en aquellos tiempos eran propios de tiendas de mercería, tales como, botones, cremalleras, cintas, agujas, ropa interior, corsés, mantas, cintas blancas de San Blas y paraguas. Por su parte, en la tienda se recibían medias de cristal rasgadas (Janira) para recoger puntos, boinas (Elosegi), sábanas (hechas y tela para coser), delantales, pantalones (de mahón y otros) y telas de coser camisas. Las telas las compraban, sobre todo, las modistas, así como algunas amas de casa que cosían a mano para ayudar a la economía familiar y que hacían los arreglos o, incluso, las más hábiles cosían las ropas de los familiares.

Las mercancías mencionadas eran ofrecidas por los representantes que visitaban ocasionalmente a los tenderos y muchas eran traídas de Cataluña; Engracia, primero y su hija Francisca, elegían después los muestrarios. Seguramente la mercancía más vendida fue la tela de mahón, que se fabricaba en la propia cuenca del Deba, en Bergara, donde operaban varias empresas. Sin embargo, ésto empezó a cambiar a partir de los años sesenta, cuando la ropa cosida comenzó a proliferar a precios razonables y los salarios de los trabajadores empezaron a experimentar un aumento. Entonces la crisis comenzó a notarse en este tipo de tiendas.

Francisca Unzueta, ya avanzada en edad, encontró el apoyo entre su propia familia, ya que sus sobrinas Maite Unzueta y Marifran Unzueta fueron las que le ayudaron. Maite comenzó a colaborar con su tía con 12 años en 1963, mientras estudiaba contabilidad con la señorita Anita; después comenzó a trabajar durante tres años en la oficina de un taller, y, entonces, tan sólo los sábados podía dedicarse a la tienda. Después, la prima de ésta y sobrina de Francisca, Marifrán, ocupó el lugar dejado por Maite. Ésta, dos años y medio más joven que su prima, trabajó en la tienda de Francisca hasta 1968, cuando comenzó a trabajar en una empresa industrial. Finalmente, la madre de ésta, Miren Unzueta, continuó ayudando hasta el cierre de la tienda, en 1970.

Cabe destacar, que para facilitar la compra, se les ofrecían a los clientes habituales opciones diferentes en estas tiendas tradicionales. Así los clientes conocidos, tenían habitualmente un pequeño cuaderno con su nombre, en el que se apuntaba lo que compraba y pagaban cuando podían o en una fecha acordada. Con los baserritarras, en cambio, se utilizaba en algunos casos el trueque, intercambiando los artículos de mercería por productos comestibles de caserío. Asimismo, los trabajadores de la fábrica de San Pedro y de los talleres Estarta Ezenarro y Alkorta Unzueta disponían de crédito, es decir, podían llevarse artículos sin pagar en aquel momento y pagarlos cuando pudieran o según fecha acordada.

Para terminar, decir que Marifran recuerda que solían acudir a comprar el papel para expedir el género, donde el conocido matrimonio elgoibarrés formado por Maritxu Osoro y Dimas Gil. Así la propia Marifran o Maite solían acudir a donde ellos, adquiriendo cada vez dos o tres resmas de papel.

Carmen Unzueta Larrañaga. (14.07.1921/4.02.2000). Médico anestesista.

Nació en Elgoibar el 14 de julio de 1921. Fueron sus padres Esteban Unzueta y Simona Larrañaga, siendo nuestra protagonista Carmen la menor de cinco hermanos/as. Lázaro, el único chico, fue un conocido industrial, como su padre, y además profesor de la escuela de Artes y Oficios. Cabe destacar también que las cuatro chicas quedaron solteras y que dos hermanas de Carmen Unzueta (María y Ana) obtuvieron el título de maestras, mientras que la otra, Isabel, fue dependienta de la conocida ferretería Valentín Uria, y a su vez sobrina de éste. Su madre, Simona Larrañaga, solía tener una hermosa huerta junto a su vivienda, ubicada encima del taller de Alkorta Unzueta y compañía, en la zona de Maala.

Carmen Unzueta estudió medicina y tras especializarse en anestesia en Minneapolis (Estados Unidos) desde 1947 a 1949, trabajó en la clínica privada "San Ignacio" de Donostia/San Sebastián hasta su jubilación, en la última década del siglo XX. Fue la primera anestesista de esta clínica y de la ciudad y una de las primeras especializadas del Estado español, por lo que fue pionera en este campo.

Hemos recogido el testimonio de varias elgoibarresas que tuvieron relación con Carmen, por haber acompañado a algún familiar hospitalizado en la clínica de San Ignacio de Donostia/San Sebastián donde ejerció su profesión la doctora Unzueta, y debemos manifestar que nos han expresado grandes elogios por el trato recibido, por su gran humanidad, profesionalidad y acierto científico. Además, añadieron que su trabajo no se limitaba al de anestesista, sino también como médico atendía a los enfermos en la citada clínica.

Murió el 4 de febrero del año 2000 en Donostia/San Sebastián, y está inhumada en el panteón familiar del cementerio de Olaso de Elgoibar.

Maria Jesus Plácida Uribe Esnaola (1857-1958). Monja.

Nació el 5 de octubre 1857 en el seno de una conocida familia de Elgoibar y al bautizarle le pusieron el nombre de Plácida Marcelina. Sus padres Sebastián y Nicolasa tuvieron diez hijos/as siendo Plácida la quinta. Su padre Sebastián fue contratista de carreteras y concejal del ayuntamiento de su pueblo. Además acometió una obra de reforma en la ermita de San Roque de Azkue, en 1888. Gerardo, hijo de Sebastián y Nicolasa, y hermano de Plácida, intervino en la política municipal como miembro del partido Liberal fuerista, llegando a ser concejal y alcalde.

Plácida Uribe se casó con Lorenzo Sodupe y vivieron en Argentina. Tras enviudar y no tener descendencia, a principios del siglo XX, profesó de monja en el convento de Santa Clara de Elgoibar, a los 48 años.

El 5 de octubre de 1957 la comunidad de las Clarisas elgoibarresas, además de inaugurar el colegio para niñas, celebraron y dieron gracias a Dios por el centenario de la madre Plácida María Jesús.

Ésta al abrazar la vida religiosa hizo una importante donación económica a la comunidad con la que arreglaron la sacristía, pintaron las paredes y compraron nuevas sillas y órgano para el coro. También obtuvo la autorización para inhumar a su difunto marido Lorenzo Sodupe y a su difunto suegro Justo Sodupe junto a las gradas del altar mayor de la iglesia de Santa Clara, tras exhumarlos del lugar donde estaban enterrados.

Murió el 28 de enero de 1958, después de más de medio siglo de vida religiosa, y según el testimonio de varias monjas compañeras que convivieron con ella, llevó una vida humilde, ejemplar y sobria.

A manera de epílogo señalar que las monjas del convento de Santa Clara, después de 485 años (1533-2018) de ser parte importante de nuestra villa, dejaron el convento en abril de 2018 para trasladarse a otras comunidades ante la falta de nuevas vocaciones. Resulta destacable el agradecimiento que ofreció el pueblo elgoibarrés en la despedida oficial que se les tributó en la parroquia de San Bartolomé.

Pedro Miguel Urruzuno Salegi. (1844-1923). Sacerdote y escritor.

Pedro Miguel Urruzuno Salegi nació en Elgoibar el 29 de abril de 1844 y, tras ordenarse sacerdote, fue primero capellán del Hospital y de la iglesia de la Magdalena de Elgoibar, más tarde párroco de la parroquia de San Bartolomé (1876-1879) de dicha villa y, finalmente, pasó a residir a Mendaro hasta su fin, siendo párroco de la iglesia de la Purísima Concepción del barrio de Garagarza y capellán de las monjas Agustinas, respectivamente.

Con su nombre y apellidos en la mayoría de los casos, e incluso a veces con otros seudónimos como Ur-zale bat, escribió cientos de cuentos y poemas en revistas como Euskalzale, Ibaizabal, Euskalerria, Euskal Esnalea, etc.

El lenguaje y la forma de escribir que empleaba Urruzuno en sus obras eran populares y castizos, con un estilo ágil y sencillo, comprensible para cualquiera. En el prólogo de su libro de 1930, publicado en Pamplona, decía sobre este tema: “Mi misión es despertar entre todos los vascos el gusto por la lectura. Para ello se necesitan cosas fáciles y agradables. Porque la mayoría de los vascos se hartan de cosas difíciles y trabajadas. Por vergonzosa que sea, la verdad no puede negarse”.

Estas son las publicaciones que se han editado con sus cuentos: “Urruzunotar P. M.en Ipuiak. Lehenengo idazkia”. Iruña, 1930; «Euskalerritik zerura», Auspoa 1961; «Iru ziri», 1965; «Ur-zale baten ipuiak», Auspoa, 1965; «Sasiletrau baten ziria”, Auspoa», 1973; «Ipuinak», Euskal Idazleen Elkartea, 1988; «Urruzuno». Umorezko ipuin hautatuak”, Txirrita Saila, 1999; “Koroi eder bat”, Auspoa, 2005.

Urruzuno también se dedicó a la traducción; por ejemplo, en 1915 se publicó en Durango "Meza Santua zer dan", del libro del alemán Martin Cochem, así como “Aitaren erlijio-lan bat” de Baudran, que tuvo seis ediciones.

Para terminar recogemos la opinión del difunto padre Villasante, ex presidente de Euskaltzaindia, sobre el estilo del sacerdote literato elgoibarrés: Los cuentos de Urruzuno debería servir de ejemplo a la literatura popular vasca. En cuanto al humor vasco, podríamos decir que Euskal Herria ha tenido pocos escritores que, como Urruzuno, hayan plasmado en sus obras ese peculiar humor vasco.

El escritor vascófilo y sacerdote Pedro Miguel Urruzuno falleció en Mendaro el 14 de abril de 1923 y fue enterrado en el cementerio de Olaso.

Luis Zendoia Barrenetxea (1871-1941). Ingeniero.

Nació en Elgoibar el 28 de mayo de 1871 en el seno de una familia acomodada y numerosa compuesta de siete hermanos/as, siendo él el cuarto, y le bautizaron con el nombre de Justo Luis. Los Zendoia eran propietarios de un hotel en Altzola. Luis Zendoia obtuvo el título de ingeniero de caminos, canales y puertos en la Escuela Superior de Madrid en 1897, y entre sus aficiones destaca su pasión por la música.

Desde sus inicios fue director de explotación de la Compañía Minera de Sierra Menera (CMSM), ocupándose del trabajo de campo previo al proyecto del trazado del ferrocarril de Ojos Negros a Sagunto. En esta misión colaboró estrechamente con Eduardo Aburto Uribe, ingeniero director y cuñado del gran empresario vizcaíno Ramón de la Sota. Además se ocupó de las principales obras de esta empresa, esto es, de la línea férrea, muelle, instalaciones industriales, así como de las viviendas para los trabajadores y otros equipamientos sociales para el recién creado poblado. Entre los equipamientos sociales, cabe destacar la escuela “Joaquín Gamón”, el primer centro de promoción empresarial creado en Sagunto.

La gerencia de la citada empresa y el gran empresario vizcaíno Ramón de la Sota, fueron los impulsores del proyecto del colegio, al parecer, a solicitud del propio Sota al elgoibarrés Zendoia, entonces ingeniero jefe de la empresa, que además de contar con la amistad del empresario, tenía buena fama y reputación entre los primeros habitantes y trabajadores residentes en la localidad. Así, una de las primeras calles del barrio obrero del Puerto de Sagunto, lleva su nombre desde 1911, así como el teatro (hasta la Guerra Civil) que estuvo situado entre las calles Teodor Llorente y la de su propio nombre.

Una vez construído el ferrocarril entre Ojos Negros (Teruel) y Sagunto (Valencia,1907), Luis Zendoia fue elegido para dirigir dicha infraestructura, después de haber pertenecido al grupo técnico. Este medio de transporte fue fundamental, puesto que unía la zona minera con el puerto de mar y el área industrial. Asimismo, Zendoia fue director de Obras Públicas en Navarra.

Su último trabajo lo realizó entre 1939 y 1941, ya retirado y cercano a su muerte, llevando a cabo la reconstrucción del ferrocarril de la CMSM, dañado a consecuencia de la Guerra Civil.

Se dice de él que se dedicó en cuerpo y alma a su profesión, de ahí que se mantuviera soltero hasta los 61 años, casándose en 1932 con una joven de Deba, llamada María Zabaleta, de 21 años de edad.

Falleció en Elgoibar el 14 de setiembre de 1941, sin dejar descendencia.

León (Leoncio) Zengotita Arzuaga “Pequeño de Elgoibar”. (1892-1945). Pelotari.

Fue bautizado con el nombre de León, y nació en Elgoibar el 18 de febrero de 1892. Su padre fue Patricio Zengotita Ormaetxea y su madre María Arzuaga Amiano.

Zengotita, conocido en el mundo de la pelota con el apodo de "Elgoibarko Txikia" o "Pequeño de Elgoibar", fue profesional, no sólo a mano sino también a remonte y pala, destacando en las tres modalidades. Jugó contra los mejores pelotaris del momento en las tres especialidades. Patricio (ex pelotari, intendente y ex director de la Escuela Vasca de Pamplona) decía de él que en remonte había sido mejor que Jesús Abrego; que a pala había ganado a Begoñés en el doble desafío que habían jugado; y que jugaba a mano con los mejores, cuando contaba sólo con 15 años. El hermano de León, Segundo (1890-1966), también fue buen pelotari y juntamente con su hermano (Pequeño de Elgoibar) y Manuel Zabala I, se fueron a jugar a remonte a Logroño.

"Pequeño de Elgoibar" actuó como remontista en las plazas más importantes en la segunda década del siglo XX: en el frontón abierto "Jai-Alai" de Ategorrieta de Donostia junto a Arzamendi, Berolegi, "El León Navarro" y Joshe Irigoyen; en el Moderno de San Sebastián; en el frontón Beti-Jai de Logroño y también en el de Pamplona, entre otros.

Para terminar con la exposición sobre "Pequeño de Elgoibar", comentar que se dice que León Zengotita, fuera de los frontones, fue un gran vividor que se casó con una mujer rica, muriendo en 1945 fuera de Elgoibar.

Elgoibar, además de "Pequeño de Elgoibar", ha dado muchos pelotaris de primera categoría, desde el último cuarto del siglo XIX hasta nuestros días. Entre los principales manistas, señalaríamos los siguientes: Ansola "Txanbolin", Baltasar Arano, Errezabal I y Errezabal II (estos hermanos también destacaron en la especialidad de remonte), Gerardo Arriola "Pitxirri", Manuel Zabala, Kasimiro Zabala, los Zelandi, los Izeta, Arrien, Gastezi (campeón en las Olimpiadas), Sol, Murua II, Gurrutxaga, Fermín, los Arriola, Berdun, los Badiola, los Leiaristi, etc. Asimismo, resulta de justicia mencionar a otros que aunque no nacieron en Elgoibar, echaron raíces en nuestra villa, tales como Kortabitarte, Etxabe X, ...

También es reseñable el numeroso grupo de elgoibarreses que fueron pelotaris de cesta punta y jugaron no sólo en Europa, sino también en América y, alguno que otro, en Asia y Africa. Entre ellos, los Agirre, los Ansola, Arakistain, Aranburu, Argarate, Arrate, Berasategi, los Etxabe, Gabilondo, Garate, Ibarluzea, Intxausti, los Iriondo, Irureta, Jauregi, Muguruza, los Murua, los Odriozola, Riaño, los Urain, Uria y Zubiaurre...

Crisanto Ziaran Aranberri (1866-?). Jesuita.

Nació en Elgoibar el 25 de octubre de 1866, y con 16 años ingresó en la Compañía de Jesús. Fue superior del colegio de los Jesuitas de Durango, ayudante de tres Provinciales y vicesecretario de la Compañía. Durante 25 años de su vida estuvo vinculado al seminario jesuítico de Oña (Burgos) y se dedicó a enseñar educación religiosa y científica a jóvenes que estudiaban filosofía.

Fray Ángel Ziaran. Angel Lesmes Ziaran Aranberri (1869-?). Predicador de la Orden religiosa de Santo Domingo.

Nació en Elgoibar el 30 de enero de 1869 y fue miembro de la Orden de los Dominicos fundada por Santo Domingo de Guzmán “cuya misión es la predicación que brota de una vida de contemplación, estudio y comunidad”.

Se dice que fue muy buen predicador y, como muestra de ello, tenemos una reseña del diario “La Vanguardia” del 10 de septiembre de 1895. En concreto, el fraile elgoibarrés Ziaran con 26 años, abarrotada la catedral de Tortosa, en el marco de las fiestas mayores de la ciudad (Virgen de la Cinta, patrona del lugar) y con la presencia del señor obispo y sus canónigos, ofreció un precioso semón que conmocionó a los feligreses presentes. La crónica también dice que el predicador Fray Angel Ziaran, fue elegido por poseer una gran oratoria y, tras el excelente sermón que hizo, “dejó bien sentada la fama de orador de la que vino precedido”.

Ziaran también predicó en su villa natal, al menos el día de San Antón, 17 de enero de 1898, retribuyéndosele con 20 pesetas, manifestando el alcalde literalmente lo siguiente: ” …que (esta cantidad) era insuficiente dados sus altos vuelos en la predicación y la justa fama que iba adquiriendo en toda la nación….”

José León Ziaran Arrillaga (1877-1948). Empresario pionero.

Fue uno de los productores pioneros de máquina-herramienta en Elgoibar, al igual que Mujika y sus socios, éstos a partir de 1904. Nació en la casa Mizpilibar de Altzola, el 28 de junio de 1877. Tras completar sus estudios elementales en la escuela de dicho barrio, a los 14 años comenzó a ir a Markina (Bizkaia) diariamente para formarse en la fabricación de armas y, tras aprender el oficio, trabajó allí. Cumplió el servicio militar en Cuba, viviendo muy de cerca la guerra. Al volver de la mili, continuó en Markina, hasta que abrió su propio taller en la calle San Francisco de Elgoibar, en 1898.

Ziaran, estando en la mili en Cuba, conoció a Juan Caballero, abogado donostiarra. Éste le acompañó a Bélgica, de donde trajo los planos para la fabricación de máquinas para taladrar. Sus socios, el médico Tomás Zubizarreta y Juanjo Goiogana, le ayudaron a poner en marcha la pequeña empresa.

Se asoció con Eulogio Estarta en 1914, siendo esta empresa Ciaran-Estarta la anterior a la sociedad anónima Estarta y Ecenarro. Ziaran abandonó en 1920 la asociación con Estarta y Ecenarro (este último se unió a ella en 1915) y después abordó su propio proyecto empresarial en la calle San Francisco 28, donde tras unos años de actividad trasladó el taller al barrio de Urazandi, construyendo un nuevo edificio de mecanizado de piezas y montaje de taladradoras. Desde 1943 también puso en marcha una fundición, que fue construida en parte de los terrenos de Zubizarreta del caserío Etxezuri, por lo que éste se convertirá en socio de la nueva empresa.

A la muerte de Ziaran en 1948 los herederos dejaron de fabricar máquinas y continuaron en solitario con la fundición, pasando el edificio del taller mecánico al lugar donde en un principio estuvo la empresa "Eguzki" y más tarde al de "Mupem". La empresa Ciaran pasó a denominarse Fucisa en 1970 y fue ubicada en Etxebarria (Bizkaia).

María Saturnina Ziaran Lizarriturri (1897-1974). Maestra de Educación Infantil.

Nació en Elgoibar el 20 de mayo de 1897, siendo maestra de preescolar en la Escuela pública situada en la plaza Padre Agirre, desde 1923 hasta 1966, también su madre “Maria maistria” estuvo anteriormente en el mismo puesto durante 19 años. Podemos asegurar que la señorita Satur se dedicó con gran cariño durante 43 años a la educación de niños/as, teniendo en algunos cursos académicos hasta 80 alumnos/as en el aula y sin poder disfrutar de unas sanadoras vacaciones hasta 1935.

He aquí, a continuación, las palabras de la difunta Miren Vallejo acerca de su maestra, traducidas al castellano: Satur maistria, ¡cuántos le conocimos! Satur fue la madre, la niñera, la maestra... Ved cuantos quehaceres tenía. Allí estábamos colocados en pequeños bancos, que eran largos, pero bajos. Moviendo el cuerpo hacia atrás y hacia adelante, aprendiendo los números, las letras... ¡También el Padre Nuestro, que decíamos Aitta guria! Aprender sí, pero sin saber lo que decíamos. (Barren)

El edificio donde trabajó Ziaran, construido para ser centro de enseñanza, se inuguró en el curso 1892-93, anteriormente en este mismo lugar estuvo el convento de San Francisco (1516-1891) y en su inmediación, la iglesia (1516-1926).

Pedro Ignacio Zuloeta Aragón. (siglo XVII). Almirante

A pesar de que se ha escrito que Pedro Zuloeta Aragón nació en Elgoibar, no hay ningún documento que así lo acredite, aunque sí tenemos la certeza de que su padre fue elgoibarrés. Él, casi con toda seguridad, nació hacia 1646 en Sevilla y tuvo su residencia allí, donde fue marino, llegando a ser almirante y obteniendo el título de caballero de la orden de Santiago. En la ciudad de Sevilla entre 1699 y 1700, fue segundo diputado del Real Colegio Seminario.

También se debió dedicar al comercio ya que en un documento de la Casa de Contratación de Sevilla se nos da cuenta de la petición de licencia, el 7 de julio de 1675 por parte de Pedro Ignacio de Zuloeta, para trasladarse a Caracas, a la provincia de Nueva España, con diferentes mercaderías que importaban más de 200.000 maravedíes. En dicha petición se referencian sus características personales, de 29 años de edad, delgado, cara blanca, ojoso, picado de viruela y cabello crespo, así como que era soltero, libre de matrimonio y no siendo de las personas prohibidas para navegar y pasar a las Indias (América).

Zuloeta Aragón mantuvo el vínculo con Elgoibar y, el 29 de septiembre de 1694, se leyó en el Ayuntamiento la carta remitida por este señor, prometiendo dar una limosna para la nueva iglesia. De hecho, el Concejo decidió a principios del año anterior escribir a los hijos del pueblo, que vivían fuera y en el “reino de las Indias”, con el fin de pedirles dinero para la reanudación de la construcción de la nueva iglesia de Kalegoen, ya que habían tomado el firme propósito de proseguir con la obra de la que sería nueva parroquia de San Bartolomé, dando un especial impulso al proyecto que se había comenzado hacía cuarenta y siete años.

Hay que recordar que también otros elgoibarreses contribuyeron con sus aportaciones para dicho fin: Francisco Arano, desde Sevilla; Miguel Lili, capitán; Juan Zuloeta, capitán; Pascual Sagastizabal, capitán; Francisco Hemasabel, desde Caracas; Juan Bautista Retana, desde “Nueva España” (territorio compuesto de algunos estados de México y EEUU); y Nicolás Zacarías Garate, desde las “Indias” (América).